martes, mayo 17, 2005

Un trasplante con células madre de cordón umbilical salva la vida de un bebé


Josu de la Varga
Un equipo médico del hospital infantil de Garrahan en Buenos Aires recurre a un donante no familiar para intervenir a Santiago, de 10 meses, afectado por un trastorno del sistema inmune que dejaba su organismo desprotegido frente a cualquier enfermedad

El equipo médico de Trasplante de Médula Ósea del hospital infantil de Garrahan en Buenos Aires, dirigido por la doctora Mariana Bonduel, ha conseguido salvar la vida de un bebé de tan sólo 10 meses al trasplantarle el pasado 12 de mayo células madre procedentes del cordón umbilical de un donante no familiar.

El niño Santiago ingresó al mes de vida en un hospital de la provincia de Jujuy, donde nació, con un grave y poco frecuente trastorno hereditario del sistema inmunológico que dejaba su organismo totalmente desprotegido frente a cualquier enfermedad. La afección es consecuencia de un defecto de los antígenos HLA de clase 2, que son moléculas indispensables para accionar el sistema inmune. Son los responsables de adherirse a los antígenos nocivos, señalándolos como “diana” para los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos que se encarga de destruir a los invasores.

Los primeros médicos que le atendieron no le dieron más de unas semanas de vida y procedieron a trasladarle al centro hospitalario de Garrahan, en la capital argentina. “Al mes de vida recibimos a Santiago derivado de un hospital de Jujuy, donde vive su familia, y confirmamos el diagnóstico de inmunodeficiencia primaria combinada hereditaria”, explicó la doctora Bonduel.

Una vez allí, la doctora procedió a hacerle los análisis correspondientes y se le sometió a un trasplante urgente de médula ósea procedente de su madre. Previamente se habían retirado los linfocitos T para evitar que el organismo de Santiago rechazara el trasplante. Sin embargo, la mejoría que experimentó el bebé duró tan sólo un mes, antes de que su sistema inmune volviera a dar problemas.

Método pionero e innovador

A la vista de los resultados, la especialista responsable de la intervención decidió recurrir a un método innovador. Mediante el Banco de Sangre de Nueva York consiguieron encontrar a una parturienta guatemalteca con una constitución genética similar a la de Santiago. Una vez preparado el bebé con drogas inmunodepresoras, se le inyectó la sangre directamente a través de la yugular, de forma que las células madre viajaron a través del torrente sanguíneo y se implantaron de forma natural en la médula ósea del pequeño. Después de este tipo de procesos, las células se asientan y comienzan a proliferar y diferenciarse, es decir, a producir dos líneas celulares hematopoyéticas: una, que será la responsable de producir glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas, y la otra, las poblaciones de linfocitos.

“Este trasplante es la alternativa terapéutica que podemos ofrecer en última instancia... Ahora estamos en la etapa más delicada: debemos comprobar si las nuevas células pueden reconstruir los linfocitos para que se organice una respuesta inmunológica normal”, precisó la especialista después de la intervención.

Con esta nueva intervención, y a la espera de ver cómo evoluciona el bebé en las próximas semanas, se vuelve a demostrar la mayor viabilidad de las células madre adultas o de cordón umbilical frente a la utilización de células madre embrionarias, sin resultados terapéuticos hasta la fecha.

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