miércoles, junio 29, 2005

Aquilino Polaino o cómo la dictadura de lo políticamente correcto puede impedir a los científicos expresarse con libertad




Un sector de la izquierda no deja de incidir en el asunto: que si vamos a crear un nuevo verbo (“Polainear”) para quien diga “cosas incultas y retrógradas movido por una honda nostalgia del Jurásico”; que si el IV Reich encabezado por un psiquiatra español; que si un Zerolo sin argumentos de ciencia refiriéndose a un personaje del siglo XIX… Basta. Desde aquí se aportan algunos datos, curiosamente silenciados, que permiten entrar al debate con más conocimiento de causa: La Asociación Americana de Psiquiatría eliminó la homosexualidad de su lista de patologías en 1973 pero no lo hizo de una forma absoluta, sino tras una discusión muy acalorada que concluyó con una solución salomónica: seguir considerando como patológica la homosexualidad egodistónica (cuando el sujeto no se siente bien con sus inclinaciones homosexuales).

Más todavía: quien entonces era presidente de la citada asociación psiquiátrica, Robert Spitzer, ha modificado su posicionamiento a lo largo de estos años, hasta el punto de que en 2001, planteó a la misma Asociación de la que ya había dejado de ser presidente, volver a incluir la homosexualidad como neurosis psicosexual. Apoyando esta petición, Spitzer presentó un estudio sobre 200 casos de homosexuales, en el que se demostraba que tras aplicar una psicoterapia de sanación de las heridas psicológicas sufridas en su infancia y pubertad, el 60 % de ellos habían cambiado la condición homosexual por la heterosexual. De esta forma, ha resultado que uno de los más firmes defensores de la revolución gay, no solamente ha cambiado de opinión, sino que ofrece un privilegiado testimonio a quien quiera oírle concretamente, en http://www.narth.com/docs/spitzer3.html referente a las presiones que se ejercieron en 1973 para obtener de la Asociación Americana de Psiquiatría la mencionada modificación. Ante el linchamiento “ad hominem” del doctor Polaino, lo mínimo es esperar que quien discrepe deje de jugar a las simples descalificaciones y argumente. Guindilla picante a los huidizos discutidores.

DIEZ PRINCIPIOS PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA EN LA FAMILIA

por el Dr. D. Aquilino Polaino

Diez ideas potentes para proteger tu familia de la rutina, el individualismo, la ruptura y las frustraciones.
Aquilino Polaino es licenciado en medicina y cirugía (Universidad de Granada), diplomado en Psicología Clínica (Universidad Complutense), doctor en medicina (Universidad de Sevilla), licenciado en Filosofía (Universidad de Navarra), profesor de Psiquiatría (Universidad de Extremadura) y catedrático de Psicopatología (Universidad Complutense). Pero es conocido por el gran público como divulgador y consejero en temática familiar y de salud emocional. Estuvo presente en el II Congreso Educación y Familia de la Universidad Católica de Murcia y habló de diez principios básicos que contribuyen a mejorar la estima de los miembros de una familia.

1- Disponibilidad

Consiste en dedicar tiempo (¡que es lo que menos tenemos!) a atender a nuestros hijos y esposo/a. Con los adolescentes, por ejemplo, no vale lo de “este tema ya lo hablaremos el sábado con tranquilidad, cariño”. Para el sábado, tu hija de 13 años ya se ha emborrachado con una amiga y van a hacer lo que se les ocurra, porque el padre estaba deslocalizado, como las empresas. Hay que estar disponible, porque hay problemas que sólo se arreglan en el momento en que el otro se anima a plantearlo y pide ser escuchado. Recordemos que nuestros padres, al morir, sólo nos dejan realmente el tiempo que pasaron con nosotros. Demos tiempo al otro.

2- Comunicación padres-hijos: que los padres hablen menos y escuchen más

En muchas familias, cuando un padre o madre dice “hijo, tenemos que hablar”, el chaval piensa “uy, malo, malo”. ¿Por qué? Porque sabe que los padres cuando dicen “tenemos que hablar” quieren decir “te voy a soltar un discurso por algo tuyo que no me ha gustado”. Esto cambiaría si los padres se hicieran un propósito: dedicar el 75% a escuchar y sólo el 25% a hablar. Escuchar a los hijos (o al cónyuge, a cualquiera) es un esfuerzo activo. Hay que soltar el diario, quitar el volumen de la TV, girar la cabeza hacia quien te habla, mirar a los ojos, expresar atención. Eso es escucha activa, que es la que sirve para mejorar la autoestima de tu familia.

3- Coherencia en los padres y autoexigencia en los hijos

Uno es coherente cuando lo que piensa, siente, dice y hace es una sola y misma cosa. No tiene sentido decirle a los niños desde el sofá: “eh, vosotros, ayudad a mamá a quitar la mesa”. Hay que dar ejemplo primero. Tú, padre, has de quitar la mesa durante 5 días, que te vean. El quinto día dices a tu hijo: “venga, ahora entre los dos”. Y dos días después: “estoy orgulloso de ti, ahora ya has aprendido y ya puedes quitar la mesa tú sólo”. Y él se sentirá orgulloso de quitar la mesa. Así aprenden a autoexigirse, que es mucho mejor que tenerlos vigilados 24 horas al día. Esto es un progenitor potenciador, motivador, animador y protector al mismo tiempo. También pedimos a los niños que estudien pero ¿nos ven a nosotros estudiar, leer revistas de nuestro oficio, ponernos al día en nuestra especialidad? Hemos de poder decir: “mirad, hijos, nosotros también estudiamos”.

4- Tener iniciativa, inquietudes y buen humor, especialmente con el cónyuge

Estos tres factores son útiles para la autoestima familiar. En España el buen humor no suele escasear. Pero la rutina es un enemigo en las relaciones conyugales y con los hijos. El punto clave es que haya creatividad e iniciativa en la vida de pareja y eso se contagiará a toda la familia. Las mejores horas deben ser para compartir con el esposo o esposa. Ser papá o mamá no debe hacernos olvidar que somos “tú y yo, cariño, nosotros”. Creatividad e iniciativa protegen a la pareja de la rutina. Cuando hay rutina, es fácil que uno de los dos busque la “magia” añorada fuera, en otras relaciones. Por el contrario, si la pareja va bien, los hijos aprenden su “educación sentimental” simplemente viendo cómo se tratan papá y mamá, viendo que se admiran, se halagan, se alaban, son cómplices. “Cuando sea mayor trataré a mi mujer como papá a mamá”, piensan los niños entusiasmados. Eso les da autoestima.


5- Aceptar nuestras limitaciones, y las de los nuestros

Hay que conocer y aceptar tus limitaciones, las de tu cónyuge, las de tus hijos. Pero es importantísimo no criticar al otro ante la familia, no criticar a tu cónyuge ante los niños, o a un niño ante los hermanos, comparando a un hermano “bueno” con uno “malo”. Eso hace sufrir al hijo y le quita autoestima. Es mejor llevarlo aparte y hablar.

6- Reconocer y reafirmar lo que vale la otra persona

Seamos sinceros: no tiene sentido que andemos llamando “campeón” a nuestro niño que nunca ha ganado nada. Si ha perdido un partido de fútbol, no le llames campeón. Ha de aprender a tolerar la frustración, acompañado, eso sí. También hemos de saber (grandes y pequeños) que somos buenos en unas cosas y no en otras. “Hijo, pareces bueno en A y en B, pero creo que C no es lo tuyo”. Reafirmemos al otro en lo que vale, y se verá a sí mismo como lo que es, una persona valiosa.

7- Estimular la autonomía personal

Uno se hace bueno a medida que va haciendo cosas buenas. Es importante que lo entiendan los hijos. Lo que se hace es importante: hacer cosas buenas nos hacer buenos a nosotros. Esta idea ayuda a tener autonomía personal, hacer las cosas por nosotros mismos, para mejorar nosotros.

8- Diseñar un proyecto personal

No irás muy lejos si no sabes donde quieres ir. Quedarte quieto no es factible, uno tiende a volver a quedarse atrás. Has de tener un proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los proyectos de los tuyos.

9- Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista

Hemos de jugar entre lo posible y lo deseable. Si aspiramos alto, nos valoraremos bien, tendremos autoestima. Pero, ¿es factible? Debemos conjugar un alto nivel de aspiraciones con la realidad de nuestras capacidades y recursos.

10-Elijamos buenos amigos y amigas

El individualismo es el cáncer del s.XXI. Nosotros y nuestros hijos estamos atados a máquinas gratificantes: el DVD, la TV, la videoconsola, Internet... El trabajo en solitario va minando la amistad verdadera. ¡Los amigos comprometen mucho y al individualista no le gustan los compromisos! Sin embargo, necesitamos más que nunca amigos humanos, personas, grandes y buenos amigos, con los que compartir muchas horas, conversaciones sinceras y cercanas, amistades de verdad, que te apoyen y te conozcan auténticamente, que te acepten con tus fallos y potencien lo mejor en ti. Seleccionar amigos así para ti y para los tuyos es la mejor inversión.

Una familia que trata de seguir estos principio contribuye a mejorar la estima en sus hijos y la autoestima en ellos mismos. Hay finalmente tres ideas más a considerar:

Según Chesterton, lo natural tiende a lo sobrenatural mientras que lo que no se sobrenaturaliza se desnaturaliza. Es cierto. Hemos de entender que la autoestima, el amar y el amarse, es sobrenatural. ¿Has pensado en cómo te ama Dios, en lo grande, lo sobrenatural de Su amor por ti? Piénsalo. Eres muy especial para Él. Cuando vivas este amor, comunícalo a tus hijos

Buena parte del sufrimiento inútil en el mundo se produce porque en algunas ocasiones en las que deberíamos dedicarnos a pensar, nos ponemos a sentir; y en ocasiones que son para sentir, nos ponemos a pensar. Evitemos este sufrimiento inútil: hay momentos para pensar y momentos para sentir.

Si luchas, puedes perder, pero si no luchas ya estás perdido. Si luchas por tu vida familiar, no estás perdido.

La ignorancia científica es sustituida por la ideología



Catedrático de Psicopatología

Preguntado si se siente como Galileo ante la Inquisición, responde que donde no hay ciencia, hay política, y que la homosexualidad, complejo asunto donde los haya, está hoy en día sumamente ideologizada.

"La ignorancia científica es sustituida por la ideología"

Aquilino Polaino

Tiene un largo historial como psiquiatra, es autor de una abundante bibliografía en la materia y lleva casi 40 años tratando a personas con conducta homosexual. Bajó a la arena hace décadas y conoce a fondo el sufrimiento, la angustia y las preocupaciones de muchas de esas personas. Es decir, sabe de lo que habla.

-Para los políticos, como los que estos días le han mencionado, el tema de la homosexualidad es novedoso, pero no para usted...
-Llevo casi 40 años tratando a personas con conducta homosexual. He tratado, en concreto, a cerca de 200 personas.

-Dígame, ¿el homosexual nace o se hace?
-La homosexualidad no se da en el vacío, sino en un determinado contexto sociocultural siempre en transición, del que en buena parte depende la imagen que de ella se tiene. Y esta imagen tiene una gran importancia, por cuanto contribuye a modelar y/o configurar lo que de la homosexualidad se piensa, suscitando un nuevo modelo en función de los rasgos más o menos valiosos con los que se la adorne.
-¿Existen más homosexuales ahora que hace 50 o 60 años?
-Es una opinión común que el comportamiento homosexual va en aumento. En la mayoría de las publicaciones se ofrece una prevalencia de la homosexualidad de alrededor del 10%. No deja de ser curiosa la coincidencia del dato estadístico respecto de cualquier país, y también el hecho de que en la mayoría de esas publicaciones nada se dice de cómo se ha elegido la muestra, del número de personas encuestadas, de los criterios que se han seguido para establecer si una persona es o no homosexual, etc.

-¿Influyen ahora factores ambientales o culturales, que no se daban antes, para que aumente el número de homosexuales?
-En este punto, puede afirmarse que se ha operado un gran cambio en el actual contexto sociocultural. Si, tiempo atrás, la homosexualidad estaba penalizada, en la década de los sesenta se despenalizó, lo que sin duda alguna constituyó un auténtico progreso, por cuanto con ello se ponía fin a la injusta marginación sufrida por los que se alineaban en esa situación.

Desde entonces a esta parte, la tolerancia social respecto de la homosexualidad no ha hecho sino crecer. Llegamos así al siglo XXI, en que asistimos, paradójicamente, a un intento de equiparación, igualación y posterior confusión entre homosexuales y heterosexuales.

-¿Es cierto que los lobbies gays desencadenaron una campaña de presión contra la Asociación Psiquiátrica Americana para que suprimieran la homosexualidad del registro de trastornos mentales (DSM)?
-La homosexualidad fue considerada un trastorno psicopatológico hasta la mitad de la década de los setenta, en que la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association, APA) la incluyó en el grupo de las "alteraciones de la orientación sexual". Sin embargo, a partir de la penúltima clasificación oficial de la APA acerca de las alteraciones psiquiátricas (DSM-IV, 1991), la homosexualidad fue reducida, como un trastorno qua talis, a sólo un cuadro clínico -la homosexualidad egodistónica-, por otra parte, un tanto ambiguo y muy impreciso en su significado.

Con ello se limitaba la atención psiquiátrica a sólo aquellas personas caracterizadas porque su conducta homosexual les estuviera causando un profundo malestar y/o sufrimiento, o bien desearan adquirir o potenciar su orientación heterosexual. Tal modo de proceder no ha logrado esclarecer este problema, sino más bien aumentar la confusión que sobre él había.

-¿Por qué?
-Porque en realidad, se confunde con harta frecuencia comportamiento homosexual y homosexualidad, a pesar de que estos dos términos designen cosas muy diferentes.

-¿Qué cosas?
-Con el primero (comportamiento homosexual) se designa un tipo de comportamiento (el contacto sexual entre dos personas del mismo sexo), que puede ser esporádico, circunstancial o excepcional al inicio del desarrollo psicoevolutivo, y que casi siempre acontece como consecuencia de la ignorancia o ausencia de información y de formación.

Con el segundo (homosexualidad), en cambio, se designa -con independencia o no de que la conducta encaminada a la obtención del orgasmo con un compañero del mismo sexo sea recurrente, persistente y/o preferencial- el hecho de que una persona, desde la perspectiva placentera, emocional y cognitiva, experimente cierta repugnancia por la conducta heterosexual y una mayor atracción por las personas del mismo sexo.

-Usted señala que hay más de 10.000 psicoterapeutas que tratan a homosexuales. ¿Por qué nadie habla de ellos? ¿Es muy costosa esa terapia?
-Exige un mínimo de tres años por paciente, unas 500 horas de trabajo, y tiene algo más de un 35% de posibilidades de salir adelante.

-El panorama que usted describe sobre la adopción de niños por homosexuales es inquietante (el 30% de los niños pueden haber sufrido abusos sexuales).
-Los principales riesgos que corren los niños adoptados por parejas homosexuales son los siguientes: trastornos en la identidad sexual, mayor incidencia de comportamientos homosexuales al llegar a la adolescencia -hasta siete veces más que los niños que viven con sus padres biológicos en familias intactas-, una tendencia significativamente mayor a la confusión y promiscuidad sexual, trastornos de conducta, depresión, comportamientos agresivos, ansiedad, hiperactividad e insomnio.

-Es decir, es desaconsejable la adopción por homosexuales.
-Hoy se sabe que los conflictos y comportamientos violentos son dos o tres veces más frecuentes entre las parejas homosexuales que en las parejas heterosexuales; la duración media del vínculo entre las personas homosexuales no suele ser superior a tres años; los cambios de compañero/a son muy frecuentes, lo que aumenta la inestabilidad afectiva de los hijos adoptados, y la promiscuidad sexual es mucho mayor que entre las parejas heterosexuales, así como la ruptura de relaciones entre ellos/as.

En el perfil psicológico de la personalidad homosexual, se observa una mayor incidencia de rasgos psicopatológicos (egocentrismo, autocompasión, inmadurez afectiva, infidelidades, etc.), lo que en modo alguno contribuye al desarrollo armónico de la personalidad del niño adoptado, expuesto y en interacción con esos modelos de conducta.

Desde la perspectiva de la salud psíquica, las conclusiones obtenidas ponen de manifiesto que en las parejas homosexuales es significativamente mayor la incidencia de trastornos psíquicos (especialmente, la depresión, la ansiedad, la adicción a las drogas y el trastorno obsesivo-compulsivo) y del sida, y menores sus expectativas en años de vida.

-¿Se puede decir que el niño tiene derecho a un padre y a una madre porque tiene derecho a su propia identidad sexual?
-El niño tiene derecho a adquirir, fundar y establecer, de forma adecuada, algo tan irrenunciable como su propia identidad sexual. Este derecho resulta impedido o gravemente amenazado cuando se le expone a sólo modelos comportamentales familiares -como el homosexual-, en los que precisamente está en crisis esa misma identidad.

El niño tiene necesidad del padre y de la madre para identificarse con la persona de su mismo género y para aprender también el respeto, afecto y complementariedad que la persona del otro género le debe proporcionar. El afecto que recibe del padre y de la madre -que es de diversa índole- y la vinculación resultantes de esa relación son imprescindibles para fundar su identidad personal.

El niño tiene derecho a desarrollar su identidad y a que madure su afectividad, observando el vínculo -afectivo, cognitivo y personal- que se establece en las relaciones entre el padre y la madre. Esta relación constituye la urdimbre donde se acuna y consolida la madurez de su futura afectividad.

-Y esas condiciones no se dan con padres del mismo sexo...
-El niño que sólo convive con homosexuales aprende algo que es falso y antinatural: que no hay diferencias de género, que es irrelevante experimentar la atracción por las personas del otro sexo.
El niño que sólo convive con los padres homosexuales adoptivos suele sufrir un déficit en su socialización, además de un empobrecimiento en su autoestima, por haber sido estructurada de forma incompleta.

En consecuencia, en el niño que sea adoptado por homosexuales hay un mayor riesgo de que su identidad pueda resultar maltrecha, incompleta, sectorizada y parcialmente mutilada, o estructurada de forma incorrecta y, por consiguiente, insatisfactoria.
Desde una perspectiva exclusivamente profesional, esto legitima el no a la adopción por padres homosexuales.

-¿Cree que en todo este asunto los gobernantes están siendo irresponsables y que los españoles terminaremos pagando un precio muy caro?
-La bioética de la homosexualidad tiene relación con numerosas y aristadas cuestiones que, por el momento, no encuentran una fácil solución. De todas ellas, las que parecen más obligadas y prioritarias son, sin duda alguna, el conocimiento de lo que la homosexualidad es, de sus causas, de las nuevas estrategias que es preciso diseñar a fin de poder ayudar a quienes lo soliciten y de la aplicación de programas que tengan una probada eficacia preventiva.

En una palabra, es imprescindible investigar más para conocer mejor. En esto consiste, principalmente, el actual reto de la bioética de la homosexualidad. Un reto que, de forma obligada, pasa por no hurtar el bulto a la realidad, por formarse mejor profesionalmente, por hacer a conciencia el quehacer clínico y psicoterapéutico cotidiano.

-Debe de sentirse usted como Galileo, acosado por quienes se niegan a admitir la evidencia científica...
-Allí donde no hay ciencia, hay política, y la ignorancia científica es sustituida por la hermenéutica ideológica.

-De hecho, el debate sobre la homosexualidad está ahora hiperpolitizado...
-La homosexualidad se ha transformado hoy en una cuestión ideológica y politizada, justamente por el estado de ignorancia científica en que nos encontramos acerca de ella. De aquí el flaco servicio de tantos profesionales, con su ausencia de actitudes exploratorias y su arrojarse en conductas confirmatorias a favor del ensamblaje socialmente vigente, por otra parte, carente de fundamento. Desde la perspectiva de la ética, tales comportamientos en modo alguno son aceptables.

Por Alfonso Basallo. Fotos: Carmen G. Benavides.
Más información en la revista Época.

martes, junio 28, 2005

I SIMPOSIUM INTERNACIONAL JUVENIL PROVIDA







I SIMPOSIUM INTERNACIONAL JUVENIL PROVIDA

12 y 13 Noviembre, Lima 2005

Esterilizadas por ser gitanas



CONTROL DE NATALIDAD CON ENGAÑO

Todas son cíngaras y jóvenes. Y ya no podrán tener hijos. Decenas de mujeres de esta etnia en la República Checa están presentando denuncias por haber sido esterilizadas sin su consentimiento. Creían que eso sólo podía ocurrir con el comunismo, como confiesan a la periodista

SILVIA ROMAN. Ostrava (República Checa)
FIRMA CON LA ANESTESIA. Iveta Holubova, de 28 años, fue esterilizada en 1997. Sintiendo ya los dolores del parto y después de que le pusieran tres inyecciones le presentaron unos documentos que ella rubricó. «Cuando me desperté tenía un inmenso dolor y el estómago vendado», dice. «Me dijeron que había tenido una niña de 2,75 kilos y que me habían esterilizado».
FIRMA CON LA ANESTESIA. Iveta Holubova, de 28 años, fue esterilizada en 1997. Sintiendo ya los dolores del parto y después de que le pusieran tres inyecciones le presentaron unos documentos que ella rubricó. «Cuando me desperté tenía un inmenso dolor y el estómago vendado», dice. «Me dijeron que había tenido una niña de 2,75 kilos y que me habían esterilizado».

Mediodía del miércoles 15 de junio en la ONG Life Together de Ostrava (norte de la República Checa). Iveta Holubova viste unos vaqueros y una camiseta rosa. Tiene 28 años, una preciosa cara de niña y una terrible historia a sus espaldas. No sabe cómo empezar. Coge un papel y lo retuerce, como si con él quisiera representar sus trompas de Falopio, cómo se las amarraron y cortaron.Pero al final prefiere hablar... «Llegué por la noche al hospital.Querían hacerme una cesárea, pero lo dejaron para primera hora de la mañana porque había cenado. Al amanecer, un doctor me dijo que podía tener un parto natural, pero de repente vino otro e insistió en que fuera una cesárea. Me pincharon tres veces, me llevaron a una sala, me preguntaron si había firmado los papeles y dije que no. El médico gritó: "¡Tiene que firmar los papeles!".Yo estaba con los dolores. Me dieron algo para firmar y lo hice.Conté hasta cinco y me quedé dormida».

Respira hondo, echa un trago de agua con gas y continúa: «Cuando me desperté, tenía un inmenso dolor y el estómago vendado. Me dijeron que había tenido una niña de 2,75 kilos y 47 centímetros y que había sido esterilizada. Volví a quedarme dormida. Ni siquiera me paré a pensarlo. Luego no paré de vomitar. Y no fue hasta el tercer día cuando entendí lo que me había pasado».

Su madre le preguntó cuándo iba a querer tener otro bebé y entonces cayó en la cuenta de que le habían hecho algún comentario. Algo que tenía que ser «una especie de método anticonceptivo».

-Mamá -le contestó,- creo que estaré sin tener niños unos años.Enfermera, ¿cómo se llama ese anticonceptivo que me han puesto?

-No es un anticonceptivo. Estás esterilizada -le dijo la enfermera.

Sólo entonces empezó a comprender lo que le habían hecho, aunque hoy, ocho años despúes, todavía es incapaz de creérselo. «¡Ningún doctor me dijo en el momento del parto que no iba a tener más niños! Soy muy joven. Sólo he tenido dos hijos. ¡Nunca habría permitido que me esterilizaran!», dice con el rostro en tensión.

Iveta Holubova es gitana. Durante años el régimen comunista esterilizó sin consentimiento a miles de mujeres gitanas cuya descendencia era «indeseada». ¿Limpieza étnica? Se trataba de controlar las «elevadas e insalubres» tasas de fertilidad de las mujeres cíngaras.Pero la práctica no terminó con la caída del Muro. Según varias ONG de la zona, las trompas de cientos de romanís han sido ligadas desde 1989. Muchos médicos, mantienen dichas asociaciones, presionan a parturientas como Iveta para que se dejen esterilizar y a menudo consiguen su consentimiento en circunstancias dudosas.

La tragedia personal de Iveta, por ejemplo, ocurrió en la ya democrática República Checa de 1997. Pero las hay incluso más recientes. Como la de Helena Ferencikova, esterilizada en 2001, poco antes de que el país ingresara en la UE.

«Empecé a tener los síntomas del parto. Con 19 años, era mi segundo bebé. Yo quería tener tres hijos. Me dieron unos papeles. Empecé a leerlos. Estaba escrito el nombre del niño, los datos de mi familia... Tenían que hacerme una cesárea. Los firmé rápido, pues tenían que meterme corriendo en el quirófano», relata.

«Uno de ellos», prosigue, «debía de ser el permiso para ser esterilizada, pero yo ni siquiera sabía lo que significaba esa palabra. Al día siguiente me dijeron que nunca más tendría hijos. Mi marido montó en cólera». En el impoluto salón de su casa, el esposo de Helena, de 24 años -ella tiene ahora 23- asiente. Se siente orgulloso de la decisión que su mujer tomó el año pasado.

A finales de 2004, Ferencikova decidió denunciar su caso y ser la primera mujer en toda la República Checa en llevarlo a los tribunales. Su valentía animó a las demás víctimas. Se reunieron, empezaron a contarse en voz alta sus respectivas experiencias, fundaron la organización Mujeres Dañadas por la Esterilización y se vieron amparadas por la ONG Life Together y otras tres asociaciones que trabajan con la población gitana del país.

De los 12 millones de habitantes checos, 300.000 son cíngaros.De estos 300.000, el 10% (esto es, 30.000) se concentran en Ostrava, la capital regional de Moravia del Norte, al pie de los Cárpatos y a 15 kilómetros de la frontera polaca. De las 76 mujeres gitanas que han denunciado finalmente ante la Justicia su irreparable situación, 35 son de Ostrava.

La comunidad romaní vive a las afueras de la ciudad, en edificios destartalados en pleno campo. Sin embargo, la apariencia externa es todo lo contrario al interior de los hogares: orden, limpieza, electrodomésticos, el suelo cubierto de alfombras (por lo que te obligan a la entrada a quitarte los zapatos), muebles, figuras de porcelana, visillos blancos, la cafetera humeante...

«Si no nos hacen caso», dice desafiante Helena Ferencikova, «iremos al Tribunal de Estrasburgo».

MÉDICOS MUY OCUPADOS

Las denuncias se encuentran en estos momentos en manos del ombudsman o defensor público de los derechos de los ciudadanos checos.Se están comparando con el informe elaborado estos días por una comisión de expertos médicos (todos doctores, ninguna mujer) del Ministerio de Sanidad. Con los dossieres de las denunciantes y los de la comisión, el ombudsman intentará alcanzar y hacer pública una decisión a finales de este mes de junio.

El incómodo quid de la cuestión reside en que todas las mujeres estamparon sus firmas.

«Todo se hizo acorde con la ley. Las intervenciones fueron correctas», afirmaba esta semana el doctor Richard Spousta, jefe de Ginecología del Hospital Fifejdy de Ostrava, en el que se considera que se han producido el mayor número de esterilizaciones a gitanas.

«Si no saben lo que es una esterilización, deben preguntar», añadía. «Los médicos tenemos mucho que hacer, una intervención detrás de otra, y por eso no podemos pararnos a hablar, no podemos perder el tiempo con un paciente. Durante el comunismo no existía la comunicación entre el doctor y el paciente, pero ahora sí.Son ellas las que deben plantear las cuestiones si creen que la contracepción es otra cosa. Pero si no lo hacen y se callan...».

En todo caso, la rebelión femenina romaní parece que está dando resultados. «De repente están viniendo todas aquí quejándose, llorando. Hemos decidido no hacer más esterilizaciones durante o inmediatamente después del parto sino seis semanas después y tras haber hablado tranquilamente con la mujer», se comprometió el doctor Spousta.

Iveta Holubova, que se resiste a no darle a su marido un varón (tiene dos niñas), fue una de las que acudió llorando al Hospital Fifejdy, donde la habían esterilizado, exigiendo una solución.Allí le recomendaron ir a una clínica privada de fertilización para someterse a un tratamiento de fecundación in vitro.

Holubova se encuentra en la actualidad en su tercer intento, tras haber perdido dos fetos. Ahora se sumerge en su última tentativa.El Hospital Fifejdy le ha ofrecido una cama gratis donde reposar los días posteriores al tratamiento y sesiones de psiquiatría si es incapaz de fecundar y dar a luz otro bebé.

«Es como si tuvieran remordimientos de conciencia», cuenta Kumar Vishwanathan, portavoz de la ONG Life Together.

A Helena Gorolova y Helena Bologova las esterilizaron en los años 90 y se han sumado ahora a las demandas de las restantes afectadas.

«No es verdad que hagamos esto por dinero». Con un sobrepeso desmedido, Bologova tiene muchos problemas de salud. «Mi médico de cabecera me asegura que todo lo que me pasa ahora viene provocado en gran medida por la esterilización», dice. Pero la salud física no ha sido el único problema. «Mi esposo está ahora más calmado», continúa. «Ya tiene 34 años. Pero cuando todo esto ocurrió yo tenía 29 y él, 19. Todo este tiempo he temido que me dejara por otra más joven que le pudiera dar hijos. Yo ya tenía tres de otro hombre y ahora tenemos un nieto, por eso tampoco le da más vueltas. Aunque cuando sale con sus amigos y se toma unas copas, regresa a casa y lo primero que hace es recordarme que soy estéril».

EL DERECHO A DECIR NO

Para Gorolova, vecina de Bologova en la barriada de Privoz, también fue una tragedia. Encogiendo las rodillas y rodeándolas con sus brazos, recuerda cómo le tuvieron que hacer una cesárea porque el bebé tenía problemas con el cordón umbilical. «Instantes antes de ese momento tan complicado, me hicieron firmar unos papeles pidiéndome que escribiera el nombre que quería ponerle al bebé si era niño o si era niña. Yo firmé todo lo que me daban. En uno de ellos debía de estar el permiso de la esterilización».

Sigue en posición fetal: «Cuando al día siguiente el doctor me dijo que la niña estaba bien, di un grito de alegría. Cuando a continuación me confesó que me habían esterilizado, pegué otro grito, pero de terror. A mi marido le dijeron más tarde que lo habían hecho por mi salud, ya que se trataba de mi segunda cesárea».

Efectivamente, tras dos cesáreas, existe el peligro de una ruptura uterina. La diferencia es que en otros países los médicos lo advierten y el paciente decide libremente, y Gorolova entiende que, en su caso, la ligadura de trompas por doble cesárea fue sin informarla y forzada.

«Este mismo año he descubierto que podría haber dicho no», señala.«Podría haberme negado y no me habría ocurrido nada, a pesar de ser gitana. Las gitanas nunca hemos sabido a lo que teníamos derecho. Desconocíamos adónde ir, a quién podríamos contárselo.Sólo temíamos la reacción de los doctores».

En el campamento de Zárubek, en los alrededores de Ostrava, una bella gitana, de piel pálida y apuestos 39 años, expone su caso, algo excepcional. Jirina Dzurkova fue esterilizada de la misma manera que las demás, pero ella no firmó el papel con el permiso antes de la operación, sino después. Primero inutilizaron sus trompas y más tarde le hicieron rubricar el consentimiento.

«Les he demandado, pero también a mi primer ginecólogo, al que me colocó mal el DIU [dispositivo intrauterino] y provocó todo», explica sentada con serenidad en la mesa de su cocina, mientras da de merendar a uno de sus cuatro hijos. «Empecé a tener problemas con el DIU hace cuatro años. Los médicos me observaron con atención y me dijeron que me cambiarían el método contraceptivo. Entonces resultó que estaba embarazada y sufrí una fuerte hemorragia. Me ingresaron en el hospital, me operaron para frenar la abundante sangre y... [silencio, larga e intensa mirada] me esterilizaron sin firmar absolutamente nada. Todo lo firmé después, cuando me dieron papeles que yo creí que eran los del alta. Meses más tarde, leyendo mi historial clínico, me reveló mi situación el médico de cabecera».

«¿Que si tengo ahora problemas con mi marido? Sí, claro. Me dice que le hubiera gustado tener otra niña y que qué va a hacer conmigo si yo ya no puedo tener hijos», sonríe ligeramente, avergonzada de lo que le ha deparado el devenir.

Sin embargo, no muestra flaqueza, ni conformidad. Y hace hincapié en la organización que las mujeres gitanas acaban de fundar: «En cuanto nos reunimos a finales del año pasado y vi cómo podíamos luchar y hablar de nuestros problemas, me sentí feliz y decidí seguirlas. Ahora somos fuertes. Juntas tenemos poder. Y, ante todo, hemos llamado la atención. Ya nos sentimos mejor».



lunes, junio 27, 2005

Vivir sin ti, mi niña



En muchas ocasiones otras personas son tan responsables, si no más, , no solo por acción sino por omisión, en el crimen como las madres que van al abortadero.


Vivir sin ti, inocente bebita abortada, es una dolorosa sensación que me invade. Abro los ojos una mañana de otoño, una de tantas después de este verano abrasador, y yo, privilegiado ya nacido, te había soñado flotando dentro de tu mamá pero no te recuerdo al despertar al mundo.
No te veo tampoco detrás del vaho del espejo del baño, y cuando miro al cristal sólo refleja mi imagen, y yo, afortunado adulto, no siento tu manita que sale extendida para que te acaricie.
Aprovechando una agradable mañana me acerco andando al trabajo, es un trayecto largo y como a mitad de recorrido atravieso unos columpios para niños, si me hubiese girado y observado con atención hubiese visto que tú, triste niña, te columpias con fuerza en uno de ellos y que me haces señas para que te ayude. Paso de largo sin percibir tu llamada, y yo, hombre ciego, no me extraño de un columpio que se mueve como por arte de magia, pensando que está vacío y lo sacude la brisa.
Paso la mañana ocupado en mil cosas, y eso que ninguna vale tanto como tú, criatura desvalida, y no me preocupo de tu angustia ni de la de tu mamá, cuando las dos dejais pasar el tiempo entre temblores y miedos. Tú no hablas aún, pero sabes que algo pasa pues notas los latidos desacompasados y te mueves nerviosa dentro de ella. Yo, ocupado en banalidades, no ayudé a tu madre, ni la consolé, ella te sentía, y le dolía en el alma por lo que iba a hacer.
Al mediodía noto una extraña sensación, es como un nudo en el estómago, la impresión de que algo malo se precipita. Es tu supremo dolor de las últimas horas, pues el corazón de tu madre va a mil por hora y el tuyo le acompaña a dúo. Yo, encerrado en mí mismo, pienso que es por mí, y no detengo a tu madre para que no haga algo de lo que se arrepentirá de por vida.
Sobre la media tarde oigo un grito que me hiela la sangre, me levanto y abro la ventana, pero no veo nada, nadie noto a faltar de mi mirada a la calle. En ese momento, tu madre está en un abortorio, nadie vió entrar a esa mujer embarazada, azorada por los nervios, quien apenas alcanzó a sacar temblorosa el precio de tu muerte en la recepción. En un minuto interminable el aparato manejado con indiferencia salvaje por un desconocido de bata blanca, te arrancó primero una mano, luego tu piernecita izquierda, te revolvías intentando huir de tu asesino, pero no tuviste tiempo, ni espacio, finalmente acertó con tu corazón. Tú gritaste con fuerza, el futuro de toda tu vida se acababa con su último latido.
Nadie velará por tu cuerpecito de niña rota, ahora introducido en frío y anónimo frasco de residuo sanitario. No tendrás vida, tampoco tendrás entierro, doblemente muerta, condenada al desprecio y al olvido. Tu madre huye de allí, espantada y arrepentida, con dos incipientes lágrimas en sus mejillas, una es por ella, por su maternidad perdida, la otra es por tí, su tesoro, su hija a la que nunca conocerá.
Ya de noche noto la imperiosa necesidad de asomarme al cielo. De forma inesperada, distingo una nueva estrella que brilla más que ninguna del firmamento. Entonces lo comprendo todo, recuerdo tu cuerpecito que se agitaba en mi sueño, tu manita en mi espejo, tu saludo en el columpio, tu angustia al acercarse el momento, y tu dolor de muerte brutal. Eras tú, pobre niña abortada, que me pedías que hiciera algo para evitarlo. Perdóname, por no verte, por no oírte, no ayudarte.
Tú, ya eres una luminosa estrella, blanca y brillante, pero vivir sin ti es algo que cargaré sobre mí toda la vida. Tal vez mañana sea diferente, y todos los niños puedan nacer, es mi responsabilidad, la de todos nosotros, nuestros bebés no pueden seguir muriendo abortados.

Daniel Arnal Meseguer - 2003. Octubre

Europa y el derecho a la vida: un texto de J. Ratzinger

En la Voz de Galicia de hoy






"La Europa de Benito", el último libro de J. Ratzinger


Hoy me ha llegado el libro de J. Ratzinger, "La Europa de Benito en la crisis de las culturas". El libro recoge tres conferencias del cardenal Ratzinger, ahora ya Papa Benedicto XVI: La crisis de las culturas; El derecho a la vida y Europa; Qué significa creer.


Acabo de leer la segunda, sobre el derecho a la vida. Es un texto sencillo en la forma y profundo en el fondo, con resonancias bíblicas y filosóficas (parece Lévinas, pero en lenguaje asequible). Ratzinger plantea tres cuestiones: ¿Por qué no es necesario resignarse ante el aborto?; el derecho de la fuerza y la fuerza del derecho; y el carácter decisivo de la mirada.


¿Por qué no resignarse ante el aborto? Básicamente, nos ofrece dos razones: 1) porque no hay vida social digna de tal nombre si no se respeta toda vida humana (no hay, escribe, "pequeños homicidios" ) y 2) Porque el hombre pierde su identidad cuando pierde el respeto a la vida como cosa sagrada.


Cuando se recurre al aborto, nos explica, se tienen en cuenta los derechos de los más fuertes: el derecho de la mujer a su fama, a mantener un nivel económico; el derecho del hombre a decidir su tenor de vida... El derecho se ajusta a esto, legislando sobre el aborto. La fuerza del Derecho cede ante el derecho de la fuerza, porque del más débil nadie se acuerda, ni nadie reivindica sus derechos.


La tercera idea, la más sugestiva, quizá, es la del carácter decisivo de la mirada. Hoy se recurre al aborto, pero se suele rechazar el infanticidio. ¿Por qué? Porque no se quiere mirar cara a cara a ese niño que viene, que es negado en su cualidad de persona y, por tanto, cosificado. Pero el tipo de mirada que yo dirija al otro decide sobre mi propia dignidad. En el fondo, la moral, para mantenerse y no decaer en una formalidad vacía, necesita una base religiosa y las miradas del hombre han de estar sostenidas por la mirada de amor de Dios que nos crea: "Dios vio lo que había hecho; y era muy bueno" (Gn 1, 26.31).


Os animo a leer este pequeño y precioso libro.

Guillermo J. M.. Domingo, 26 de Junio de 2005



miércoles, junio 22, 2005

Un milagro llamado Juan Pablo




Tiene apenas sesenta días de vida. Se llama Juan Pablo y con su vocecita, casi de susurro, va comunicando su mensaje entre doctores, mujeres que le atienden y personas que lo conocen. No tiene cerebro debido a una malformación durante su gestación. Cuenta sólo con el tallo cerebral, lo que le permite desarrollar las funciones elementales para vivir.

Nació en una institución pública de la ciudad de León, en México. Su madre, sin conocer su estado de salud, lo dio en adopción desde su nacimiento quedando en la sombra del anonimato. De hecho nadie advirtió su malestar sino hasta un mes después.

La casa de adopción VIFAC (Vida y Familia), inmediatamente le buscó acogida en uno de los hogares de su lista de espera. Una familia le recibió con inmensa alegría. Lo llevaron a casa, lo bautizaron; pero pronto su felicidad se tornó en desencanto. Simplemente no era el bebé que esperaban y en esos días recibieron la llamada de otra casa de adopción para recibir un bebé sano.

¿Qué hacer con Juan Pablo? Para la joven pareja creció la dificultad de decidir viendo a su ángel sin cerebro dormidito entre las sábanas de su nueva cuna. Ya no sería la cuna de Juan Pablo. Nuestro ángel voló de regresó a la casa de adopción hasta encontrar una familia que le quisiera sabiendo que, quizá, nunca dirá mamá y que su reloj de arena marcará la hora de partida en poco tiempo.

Así llegó la historia de Juan Pablo hasta su actual familia. Un matrimonio joven de León, con hijos propios, y con un corazón tan grande como para aceptar con amor este nuevo Don que Dios les confiaba. «No sean tontos, será una carga…» «Significará gastos médicos y las cosas no están para eso…» «Se encariñarán con él y después sufrirán su muerte…»

Todo tipo de “recomendaciones” llovieron a la puerta de su hogar, pero el amor a la vida, a la inocencia y a la fragilidad de Juan Pablo, ha sido un sol mucho más fuerte y luminoso. «No te imaginas lo especial que es -me decían-. Cada momento encierra en sus ojitos el esfuerzo por vivir.»

Como buen ángel, este bebé llega con un anuncio. Su corta vida trae como lluvia fresca el mensaje de otro Juan Pablo, el del gran Papa que siempre defendió la vida, sobre todo la de los más indefensos, haciéndonos valorar la dignidad de toda persona por el hecho de ser persona, con salud o en la enfermedad.

Parece una contradicción, pero la historia de Juan Pablo es un milagro, un milagro de amor. Una llamada al amor y al agradecimiento por la vida, así como una exigencia a protegerla y defenderla por encima de cualquier otro valor.

Actualmente, la familia del bebé ha comenzado una cadena de oración. Esperan que mucha gente se una a ellos pidiendo a Juan Pablo el Grande que interceda desde el cielo por la vida de nuestro pequeño Juan Pablo.

Roel Osorio
Buenas Noticias
Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

Fotos en prnesa internacional







Más de la manifestación de 18J en Madrid

El 18J ha sido un día festivo, alegre e inolvidable



la manifamilia

A partir de las 15.00 horas empezaron a llegar los organizadores y voluntarios. Poco a poco los manifestantes se fueron congregando. y antes de las 17.30 el centro de Madrid se encontraba abarrotado.
Pasadas las 18.00 horas, la pancarta principal, con el lema "la familia sí importa", comenzó a avanzar. Entre las 19.00 y las 20.00 horas se leyeron las intervenciones y el manifiesto, leído por Cristina López Schlichting, periodista de la Cadena COPE.
Estuvieron presentes un millar de asociaciones civiles venidas desde 25 paíes; Europa, América, África, etc.
Antes y después de estas declaraciones, actuaron payasos y se animó la fiesta con música. Al final del acto, antes de las 21.00 dio comienzo un breve concierto que retuvo a los jóvenes un rato más en Sol.

Según Libertad Digital, "el apoyo a la Familia en Madrid se convierte en un referente de manifestación democrática"

un millón y medio en defensa de la familia

Las calles principales de Madrid se transformaron en la gran fiesta de la familia, con un millón y medio de asistentes.
las fotos

noticias

Nota de prensa sobre el 18J de Foro Español de la Familia

Telemadrid, líder de audiencia el 18J con su seguimiento de la manifestación

Referente de manifestación democriática

Hundreds of Thousands Protest Gay Marriage Bill in Madrid

noesigual.org - ILP