miércoles, agosto 22, 2007

Red de Mujeres incurrió en fraude total en el caso “Rosa"

Caso “Rosa”: mentiras de Red feminista quedan al descubierto

“Rosa” fue el nombre que escogieron las feministas de la “Red de Mujeres contra la Violencia” para la niña nicaragüense de 9 años violada y embarazada a comienzos del 2003 en Costa Rica. Sin embargo, aquel vecino sindicado por ellas como el violador de la niña acaba de ser absuelto. No por falta de pruebas sino porque la verdad salió a flote demostrando su inocencia y dejando muy mal paradas a las feministas.

Reporteros del “El Nuevo Diario” (END) de Nicaragua ubicaron a “Rosita” y a su madre en un albergue de la Red de Mujeres. Y lo que encontraron fue aún más impactante que la situación que la llevara a ser tristemente célebre: la niña ahora tenía una hija de 19 meses de edad, hija de su padrastro.

“Rosa” fue un caso emblemático para promover el “derecho” al aborto

La Red de Mujeres utilizó a “Rosa” como caso emblemático para promocionar a nivel internacional la despenalización del aborto como supuestamente imprescindible para salvar la vida de muchas mujeres. Se hicieron documentales, ensayos, libros y numerosas manifestaciones en diversas ciudades de América y Europa a favor de establecer este “derecho” de la mujer. En esos eventos aparecieron siempre el padrastro y la madre de “Rosa” apoyados por las feministas pidiendo justicia para su hija y condena para el vecino violador. Incluso en una de esas ocasiones muy celebradas por las feministas, el padrastro afirmó que de tener al agresor delante lo habría matado con sus propias manos.


El caso “Rosa” originó también un problema diplomático. La Red de Mujeres viajó a Costa Rica junto con funcionarios ideológicamente afines de la Procuraduría de Derechos Humanos y en conjunto abogaron por el “derecho” a abortar de “Rosa”. Contaron con el apoyo del padrastro y de la madre. Y ante la negativa del gobierno Costarricense de procurarle un aborto, fugaron a Nicaragua. Ya en Managua, las autoridades establecieron que los padres tenían la libertad de tomar la decisión y le pusieron la etiqueta de “terapéutico” a ese aborto. Finalmente la presión pública sobre las autoridades terminó con la vida de ese niño.

Cabe resaltar que luego de la fuga no hubo más colaboración de la Red con las investigaciones sobre la violación de “Rosita” en Costa Rica. A pesar que desde esa fecha, la hipótesis de que la violación había sido cometida por el padrastro no había sido descartada.

Sin embargo, hoy se sabe que la realidad fue muy distinta a cómo nos la contaron las feministas de la Red de Mujeres.

En Managua, las autoridades establecieron que los padres tenían la libertad de tomar la decisión y le pusieron la etiqueta de “terapéutico” a ese aborto. Finalmente la presión pública sobre las autoridades terminó con la vida de ese niño.

Mentiras al descubierto

END acaba de informar que la Red de Mujeres incurrió en fraude total en el caso “Rosa”.

“La verdadera vida de “Rosita” era hasta hoy el secreto mejor guardado de la Red de Mujeres Contra la Violencia, y fue la misma niña, quien ahora tiene 14 años, la que se encargó de desencadenar una serie de acontecimientos que llevaron a El Nuevo Diario a descubrir lo que le está pasando” . (END, Agosto 9, 2007)

Básicamente el caso “Rosa” vuelve al protagonismo mediático porque el 9 de Julio absuelven al vecino acusado, Félix Barquero. Posteriormente, el 19 de Julio “Rosita” fuga de su casa y pide refugio en un albergue de la Red. A inicios de agosto, la Madre de Rosita, con apoyo de la Red de Mujeres de Nicaragua, denuncia al padrastro por haber violado a “Rosita” desde el año 2003 y como consecuencia de ello habría nacido una niña que actualmente tendría 19 meses de edad.

Esto contradecía totalmente la versión de la Red sobre el aborto de “Rosa”. Ellas habían publicitado a los cuatro vientos que el aborto fue la mejor solución para una niña de 9 años que según sus padres “había vuelto a sus muñecas y que era feliz de nuevo". Y aunque la denuncia presentada era contradictoria con el discurso abortista, las feministas de la Red pensaron que todo iba a pasar desapercibido para la opinión pública. Nunca se esperaron una investigación profunda de END que expuso como “Rosita” siguió viviendo un infierno y el aborto no le solucionó para nada sus problemas. Al contrario, lo único que hizo fue envilecer la vida de todos los que participaron en el aborto de su primer niño agudizando aún más las deplorables condiciones de vida de “Rosita”.

Tapar el sol con una Red

Ante el asedio de END, lo primero que ensayó la Red fue una versión poco convincente. “Ahora pudo haber engaño, antes no y eso lo podemos garantizar’, responde Jamileth Mejía, vocera del organismo. Con ello pretendían pasar como víctimas de un supuesto engaño del padrastro sobre el aborto del primer niño “Rosita” cuya paternidad ahora era imposible de probar. Con ello pretendían pasar por ingenuas amparadas en una estrategia en la que sabían que era poco factible probar que fueron encubridoras de un violador.

Sin embargo, su actitud las delata. En ningún momento han mostrado su deseo de descubrir la verdad de los hechos. Por el contrario su conducta tiende repetidamente a ocultar a los protagonistas, a impedir que hablen, a soslayar los hechos y crear sombras por las cuales poder deslizar su responsabilidad y sus propósitos.

“No podemos ver a la niña como un caso eterno que vamos a darle seguimiento desde que el caso sucedió en Costa Rica hasta que sea una anciana”, fue el argumento de Fátima Millón, miembro de la comisión coordinadora de la Red, cuando se le preguntó por qué no actuaron con anterioridad para evitar esta nueva tragedia en la vida de la pequeña. (END 10-08-2007)

El diario cuestionó en todo momento las reservas de las autoridades al manejar la verdadera historia de "Rosita", investigada ahora por la Comisaría de la Mujer del departamento de Masaya, "bajo el total control de organismo filial de la Red de Mujeres en esa ciudad".

En estos momentos, el paradero de “Rosita” y de su hija es información privilegiada de la organización feminista. toda esa campaña internacional se basó en una mentira. (END, Agosto 9, 2007)

END incluso llegó a conversar con el padrastro, Francisco Fletes Sánchez, quien al ser preguntado si las señoras de la Red sabían lo que pasaba en su casa dijo: “Hay muchas cosas que ellas saben, pregúnteles. Hay muchas preguntas que ellas deben responder”. Y llegó a acusar a la Red de “esconder a su señora” (María) para evitar el “fin de las medias verdades”. Ante estas graves acusaciones las feministas dieron por toda respuesta que no se debía creer a las palabras de un abusador. (Lo irónico del caso es que las palabras de este abusador fueron impresas, publicadas, aplaudidas y hasta filmadas cuando se trataba de defender sus tesis abortistas).

Con la denuncia de END quedó suficientemente claro que la Red debió, por lo menos, investigar o colaborar con las investigaciones en Costa Rica y en Nicaragua. Los hechos de 2003 muestran que a la Red sólo le preocupó el objetivo político de imponer la legalidad del aborto. Por eso no investigaron, no buscaron pruebas mas contundentes, no fueron diligentes en el manejo de la información médica, ignoraron los indicios que apuntaban a dudar del padrastro. Como consecuencia, “Rosita” estuvo expuesta todo el tiempo a la violación. Además contribuyeron directamente e indirectamente a que el Sr. Barquero fuese vulnerado en su derecho a un debido proceso. Todo esto podría ser materia de denuncia penal contra la Red por parte del Ministerio de la Familia y eso es lo que ellas temen actualmente.

Preocupadas pero… no por “Rosita” sino por su imagen pública

Llama la atención que mientras END estuvo indagando los hechos, la Red planteó todo tipo de obstáculos para que nadie pudiera acceder a “Rosita” o a su madre. Incluso después del destape de END la Red se negó a retirarla de su albergue y entregarla al Ministerio de Familia. Esta negativa a obedecer a las autoridades estaría indicando lo mucho que la Red podría perder si se conocieran todos los hechos a cabalidad.

La Red de Mujeres contra la Violencia ha perdido todo crédito para participar en cualquier debate sobre el aborto.

Entonces uno se pregunta cuál es la verdad finalmente. ¿O la Red de Mujeres tuvo desatendida a Rosita al punto de no enterarse del abuso del padrastro por años, o les interesa tanto Rosita que no le pueden poner en otras manos que no sean las suyas? ¿Ingenuas víctimas de un astuto padrastro violador o cómplices ahora descubiertas?

Las contradicciones en las que comienzan a caer se multiplican día a día porque no se puede engañar a todos, ni engañarlos todo el tiempo.



Carlos Polo Samaniego es Director de la Oficina para América Latina del Population Research Institute

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