martes, noviembre 11, 2008

Habla una madre arrepentida que abortó en España.


Soy una mujer de 42 años católica, sensata que ama a Dios sobre todas las cosas, pero no siempre fue así.


Ahora tengo una hija de 13 años que se llama CM. Tengo un negocio que funciona y estoy divorciada con anulación matrimonial por mis creencias como antes he mencionado. Hasta ahora todo normal pero no siempre fue así.

Cuando tenia 24 años no era ni la sombra de lo que ahora soy...

Quedé embarazada y se me rompió todos mis planes de futuro y todas mis expectativas.

En vez de sentirme alegre y gozosa de crear una nueva vida, me invadieron los miedos el que dirán, la vergüenza y la opinión de mis padres.

Busqué una clínica para dar fin a mi problema, pero mi problema no acaba más que empezar desde que decidí abortar.

Estaba de 7 semanas, mi cuerpo estaba cambiando, con angustias, hinchazón, etc.

Cuando vi al doctor, apenas me dio una charla, sólo me dijo si me lo había pensado bien, yo no era consciente de lo que estaba haciendo y lo que iba a afectar toda mi vida ya que sólo veía los problemas.

Nos metimos a una habitación que ni siquiera era un quirófano: tenía encima de la mesa unas tijeras grandes, un punzón y otros utensilios que no sabía para que servían, me acosté en la camilla. Agarré a mi amiga de la mano, el sentimiento era de vacío y empezaba a nacer en mí un odio a mi misma que más tarde se manifestaría.

El doctor me metió por mis partes un punzón largo y empezó a golpear mi matriz, cada golpe que recibía en la matriz era un puñal que iba defecto a mi corazón, a la vez que mi hija moría, yo y parte de mí también moría. Después me metieron un aspirador para absorber todo lo desprendido por el punzón. En el aspirador se quedó el regalo que DIOS me mandó, todas las ilusiones... Toda esperanza de futuro se quedó aquella mañana en aquella habitación.

Cuando volví a mi vida normal mis padres no sabían nada ya que guardé silencio hasta ahora. Todo lo que yo tenía planeado para el futuro no salió nada... Era como si yo hubiera cambiado el destino ocurrieron muchas cosas que no voy a redactar por lo largo que es, pero para que os hagáis una idea, fue horrible.

Me casé y quise tener un segundo hijo. Éste era buscado, querido, deseaba un hijo con todas mis fuerzas, era como si quisiera dar oportunidad de nacer a mi primera hija... pero era imposible. Tuve a mi segunda hija y cuando estaba recuperándome del parto me daba unos dolores muy fuertes. El médico me dijo que esos dolores se les llama dolores del entuerto que ocurre cuando una mujer había dado a luz antes pero no comprendía cómo yo los sufrí, mi primera hija quiso estar presente en ese momento con dolor como preguntándome ¿Mamá porque ella sí y yo no?

Ahora me dirijo a mi querido embarazo roto por miedo: "Hija mía perdóname, ahora daría mi vida sin dudarlo ni un instante por ti amor mío". "Cuando muera me arrodillaré delante de mi hija y le diré cuanto la he querido durante toda mi vida". "PERDONAME".

Mi segunda hija tiene 13 años y le he confesado todo lo ocurrió y me contesto "MAMA, DIOS TE QUIERE POR ELLO ESTOY YO AQUÍ".

Ahora voy a trabajar todo lo que pueda para dar mi testimonio para poder salvar alguna vida.

Me dirijo a ti amiga mía no cometas el fallo tu hijo tiene derecho a nacer y tu amarle, te prometo que DIOS te abastecerá de todo lo necesario para ti y tu hijo.

Todavía hoy trabajo mucho en mí para poder perdonarme pero es muy difícil.

Un saludo: Francisca MP.



Adopcion Espiritual

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