lunes, abril 27, 2009

Diego López, un discapacitado muy capaz


- Éste es un ejemplo de superación. Lo protagoniza un joven de 25 años que nació con parálisis cerebral, tiene una invalidez del 51% y ha completado la carrera de Derecho en la Universidad de Navarra en los 4 años pertinentes

Diego López Sisniega salió del interior de su madre antes de tiempo, a las 28 semanas de gestación. "Dicen que cuando tienes un hijo sientes que vas a Roma", cuenta él. "Cuando yo nací, mi padre dijo que no había llegado a Roma, porque su hijo era distinto al resto, pero que había llegado a Venecia, ciudad preciosa también". López es diferente al resto.

Nació con parálisis cerebral y tiene un 51% de invalidez que se traduce en una discapacidad en las piernas y en una menor movilidad en el lado derecho de su cuerpo respecto al izquierdo. Necesita muletas para moverse. Y hasta aquí llega la diferencia.

Diego López, de 25 años, natural de El Salvador y sevillano de residencia, se licenció el pasado mes de junio en Derecho en la Universidad de Navarra. Su discapacidad, según explica, es sólo física, no afecta al plano intelectual. Completó la carrera en el plazo mínimo fijado, cuatro años, y hoy, con el título en sus manos, reconoce ser consciente de su mérito. "Mientras estás metido en exámenes y actividades en el colegio mayor, no te das cuenta. Ahora que he dejado Pamplona, me ha llegado el certificado del título y ya puedo poner en mi currículum "licenciado en Derecho", está muy bien. Pero creo que tengo el mismo mérito que el resto de mis compañeros, porque nos desvelamos juntos muchas veces", asegura.

Dejó El Salvador y llegó a España, junto a su familia, hace siete años. Siempre había querido ("era un sueño", apostilla) estudiar en la UN, pero las dificultades iniciales que supone un cambio de país hicieron que le brindase una oportunidad a la Universidad de Sevilla. Sin embargo, algo hizo que la descartase. "Para estudiar Derecho en Sevilla hay que subir 15 o 20 escaleras todos los días y, además, los alumnos de 1º estaban casi en la calle porque las aulas se encontraban en muy mal estado", detalla López dentro de su búsqueda de ascensores y huida de las escaleras, por su discapacidad. "El campus de la Universidad de Navarra y en concreto el edificio de la facultad de Derecho, por el contrario, no ofrecían dificultades insalvables. Siempre había oído hablar de la excelencia académica de esta universidad y de que estaba muy bien preparada para gente discapacitada como yo".

Limitaciones y fortalezas

Durante la carrera, Diego López, que tiene tres hermanos, vivió en el Colegio Mayor Belagua. "En El Salvador siempre me veían distinto, pero llegué a la Universidad de Navarra y fui uno más. Nunca me dieron más de la cuenta y logré adaptarme muy bien. Vivir en un colegio mayor me ayudó a socializarme", manifiesta el joven, que asume sus limitaciones. "No puedo jugar al fútbol, a pesar de que me han aficionado al Real Madrid y he cogido mucho cariño a Osasuna gracias a los cuatro años en Pamplona. Por otro lado, durante la carrera fui con los amigos a discotecas y veía que yo pintaba poco allí, a pesar de que mis amigos me arropaban", afirma. "Pero también soy consciente de que las limitaciones que tengo las compenso por otro lado Y, poniendo todo en una balanza, no tengo por qué sentirme menos que los demás".

Actualmente, López realiza un curso en derecho deportivo en Madrid y trabaja con su padre en una empresa familiar, en la que se encarga del área de recursos humanos. "Tengo claro lo que quiero hacer, lo difícil es llegar", declara. "Siempre me ha gustado el derecho público más que la rama del privado, aunque, tal y como está la situación económica, el primer empleo que me salga y más o menos me guste lo aceptaré. Pero quiero llegar a ser analista político, aprovechando mis conocimientos en Derecho y porque me apasiona la política. También tengo capacidad para trabajar en un despacho, teniendo en cuenta mis limitaciones".

Leído www.diariodenavarra.es


Adopcion Espiritual

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