Estado en el que ha quedado el portal de la sede de Red Madre.
Entrar en el pequeño bajo de la madrileña calle Pamplona que sirve de sede a la Fundación Red Madre, compartida con la asociación Provida de Madrid, es entrar en un almacén de ropa de bebé, carritos, leche y cunas; dos austeros despachos completan este cuartel general al que acuden cada día mujeres embarazadas sin recursos o mujeres que, tras un aborto provocado, necesitan ayuda médica o psicológica.
Éste y no otro ha sido el blanco de los últimos ataques proabortistasPintura roja imitando sangre y frases como “os beberéis la sangre de nuestros abortos”, “aborto porque me sale del koño”, “aborto libre y gratuito” o “violencia es no poder decidir sobre mi cuerpo”, adornan el portal de Red Madre desde la pasada noche.