jueves, noviembre 12, 2009

Mi hija Luisa María de 10 años, desde hace un año largo a empezado a adoptar bebes espiritualmente


Me llega este testimonio:


El Señor me dio un regalo anoche que estoy segura que quiere que comparta con ustedes:

Soñé que estábamos con mi esposo y mis hijos en una clínica. Él y mis hijos aguardaban por mí mientras yo terminaba mi mision. Nosotras (y cuando digo nosotras eramos todos los de Provida... un grupo grande) estabamos en una sala ministrando y dando consejería a mujeres que tenían el deseo de abortar. Después venían más personas Provida a ministrar a otras mujeres y las primeras pasábamos a otra sala donde una mujer con la figura como la de Ana Lía nos llevaba a los bebés de las mamás que hacía un rato habíamos ministrado. Estos bebés eran prematuros pero habían nacido vivos y se mostraban felices, con su piel liempiecita y con una tierna sonrisa como si dijeran gracias. En ese cuarto debíamos dar biberón y vestirlos. En eso nos llevaron tres niños exactamente iguales, y yo pregunte si todos eran iguales, la señora contesto no, es que estos bebes son trillizos.
Esta mañana analizando un poco el sueño, recordé que mi hija Luisa Maria de 10 años, desde hace un año largo a empezado a adoptar bebés espiritualmente. Hace algún tiempo atrás Dios puso en su corazón que adoptara a unas trillizas a quienes llamo ROSAN, ROSE AND ROSELIN. y hace como un mes me dijo: "Mamá, en este mes debieron nacer las trillizas, voy a dejar de orar ya por ellas y voy a adoptar a un nuevo bebé"
Esto me hacía pensar en que Dios nos da grandes regalos donde nos muestra como de verdad vale la pena nuestro esfuerzo incluso aunque ahora no lo veamos, un día cuando Dios nos llame a su Presencia nos dejará ver los frutos de nuestro trabajo, por ahora es un aliciente soñar con aquello que no podemos ver.
Por favor comparte este mensaje con todos aquellos que te acompañan a orar frente a la clínica y déjales saber que el grupo que veía en mi sueño era grande, así que me imagino que todos estabamos alli presentes.
Un abrazo en Cristo hermanos míos y sigamos esforzándonos y sacrificándonos por la vida! Por los niños que están en peligro de no nacer! Por aquellas madres y padres que sufren la pérdida de sus hijos abortados y también para que Dios cambie el corazón de Julia y de todos los abortistas.

Recuerden que Jesús lo dijo... Lo que es imposible para el hombre, para Dios es posible.
No añadimos nada... tomemos nota. compártelo, aunque no vayas a una clínica, aunque solo estés rezando desde la oficina, desde tu casa, en la calle o ante el Sagrario.



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