miércoles, junio 19, 2013

Cinco pasos para sanar las heridas del aborto

Manfred Müller, editor de la revista Medizin und Ideologie ("medicina y ideología"), una asociación de médicos pro-vida en Europa de habla alemana, es el autor de un pequeño libro de 40 páginas, Fünf Schritte - die Heilung der Abtreibungswunden ("Cinco pasos para sanar las heridas del aborto"), pone de manifiesto formas de curar el "Síndrome post Aborto" (Abreviatura en Inglés "PAS", en español SPA). 

Tres preguntas a este especialista de literatura y que también es teólogo


ASME: Sr. Müller, qué actitudes se debe evitar con las mujeres que han tenido abortos?
Manfred M. Müller: En primer lugar, los juicios de los que lo saben todo, y segundo, igualmente devastador, la palabras tranquilizadoras sin limite. Y aquí está el porqué.
Ninguno de nosotros sabe la historia de las mujeres que tienen abortos, ni los hombres. ¿Qué heridas hay en sus vidas? ¿Cual a sido el detonante, empujándoles a este mortal corto-circuito que es el aborto? ¿Cual han sido las presiones o egoísmos, los móviles decisivos?
Sin embargo, no podemos concluir que es necesario minimizar el aborto. El hombre o mujer, saben muy bien, en el fondo, que su decisión es errónea.

¿Cuáles son las resistencias que deben renunciar la mujeres afectadas al SPA, para ir hacia su sanación?
La represión, la proyección y la justificación. 
La represión puede ser tan violenta que una mujer sin duda recordará otras operaciones, pero no un aborto; aunque sea solo de un año. La proyección significa el hecho de descargar en los demás su propia responsabilidad. La justificación, en actuar a la ofensiva: se defiende, se aprueba alto y claro el aborto bloqueando de inmediato cualquier confrontación con lo vivido.

¿Qué pasos debe afrontar una mujer afectada por  SPA para su curación?

1. La mujer tuvo que decir sí a su sufrimiento. Este sufrimiento no se oculta o reprime. La mujer admitió que el sufrimiento tiene que ver con el aborto.

2. La mujer le llama por su nombre a lo que pasó. El aborto no es una interrupción voluntaria del embarazo, sino el asesinato de su hijo.

3. La mujer confiesa su culpa. Puede que haya sido sometida a una gran presión cuando acepto abortar. Pero es necesario que la mujer diga que también es responsable de la aborto.

4. La mujer quiso la reconciliación. La reconciliación con su hijo muerto. La reconciliación con los que la empujaron a abortar. Pero también la reconciliación consigo misma, y la reconciliación con Dios, el Creador de la vida, a través del arrepentimiento y la confesión.

5. La mujer elige la vida. Durante el aborto, resultó que apagó la vida de un niño no nacido. Ahora la mujer entiende que la vida es un regalo que ahora elige la vida, que antes negó.

El aborto no resuelve los problemas, sino que crea unos más grandes. Y esto es especialmente para la mujer que no sirve para nada de minimizar y de desdramatizar las consecuencias del aborto. Muy concretamente, ASME proporciona asesoramiento y ayuda para encontrar una solución que permita mantener con vida a los niños y preservar las mujeres de las pesadas consecuencias del aborto.

 Fuente ASME

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