martes, junio 27, 2006

Oleada de avances con células madre adultas, las embrionarias quedan atrás


Regeneración de 75 corazones infartados, curación de médula ósea dañada, reparación de fracturas óseas y reconstrucción maxilofacial se suman a los anteriores éxitos


Cuando el pasado 19 de mayo el director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), Juan Carlos Izpisúa, reconocía en una entrevista que las células madre adultas fructificarán antes que las embrionarias no estaba haciendo gala de sus cualidades adivinatorias, sino que estaba reconociendo un hecho. Nadie puede dudar ya de la mayor eficacia que en tratamientos terapéuticos están demostrando las células estaminales extraídas del propio paciente o del cordón umbilical y la placenta.



A la larga lista de los resultados terapéuticos obtenidos con células adultas, vienen a sumarse ahora el protocolo de investigación de un grupo de especialistas mexicanos que han conseguido regenerar 75 corazones de otras tantas personas con insuficiencia cardiaca; la curación en Perú de una niña con una enfermedad de médula ósea utilizando células del cordón umbilical de su hermana; la confirmación por parte del director del Centro de Tejidos y Terapia Celular del Banco de Sangre de Barcelona de que las células madre de la médula ósea puede reparar fracturas de huesos; y las reconstrucciones maxilofaciales que están practicando investigadores argentinos.



75 corazones con nueva vida



El Instituto Mexicano del Seguro Social dio a conocer la semana pasada el resultado de sus investigaciones y aplicaciones terapéuticas: 75 personas con insuficiencia cardiaca recibieron un implante de células madre, extraídas de su propio cuerpo, que les ha evitado someterse a una operación de trasplante y les ha permitido reincorporarse a la vida social y laboral sin ningún problema.



Las células fueron distribuidas de forma homogénea, a través de una incisión en el tórax, en los diferentes tabiques y caras del corazón de personas con cardiopatía isquémica o cardiopatía dilatada. De tres a seis meses después, se observó la formación de nuevos vasos sanguíneos en el corazón, con una capacidad de contracción satisfactoria.



Salva a su hermana con el cordón umbilical



La pequeña Latisha Panduro vino al mundo con la misión de salvar a su hermana con el cordón umbilical. Gracias a las células madre que los médicos preservaron desde el día en que nació, los especialistas pudieron tratar a Shadya, de 10 años de edad, que padecía una mielodisplasia hipoplástica, enfermedad en que la médula ósea apenas genera glóbulos rojos, glóbulos blancos ni plaquetas, y las pocas que produce están alteradas.



Tal como explicó la doctora Mariela Moreno, jefa de la Unidad de Hematología Pediátrica del Hospital Edgardo Rebagliati, el trasplante de médula que necesitaba Shadya se pudo realizar utilizando las células de sangre del cordón umbilical de Latisha, que habían sido procesadas y criocongeladas después de nacer. “En este caso se llevó a cabo un trasplante mixto para complementar el número de células obtenidas de la sangre del cordón umbilical, precisó la especialista.



Los huesos crecen y se reparan fracturas



Desde Barcelona, Joan García, director del Centro de Tejidos y Terapia Celular, confirmó hace unos días que la terapia en que se hace crecer el hueso a partir de células madre de la médula ósea del propio paciente da resultado en la cura de fracturas óseas en que la cirugía fracasa.



Las células madre adultas también han resultado útiles en la reconstrucción maxilofacial, tal como explicó en el marco del XI Congreso Dental Ibero-Latinoamericiano Oscar Sarnachiaro, de la Academia Nacional de Odontología de Argentina. Los dientes pueden regenerarse por sí solos, aseguró el especialista.



Mientras se siguen sucediendo los avances terapéuticos con células madre adultas, nos llegan dos noticias, desde Estados Unidos e Italia, que cuestionan, una vez más, la destrucción de embriones para obtener células madre.



Hospitales católicos por la vida




En Nueva Jersey (EE.UU.), legisladores que apoyan la investigación con células embrionarias y representantes de la comunidad católica se han unido para promover la investigación con células madre adultas en 15 hospitales católicos del estado. Estos hospitales, que apuestan por la vida, se comprometen a promover las donaciones de sangre procedente del cordón umbilical y de la placenta a uno de los dos bancos de sangre de Nueva Jersey.



“Los principios morales de nuestra tradición sanitaria reclaman que animemos esta donación”, comentó Joseph W. Kukura, presidente del Catholic Health Care Partnership de Nueva Jersey.



Prodi, a favor de la ‘declaración ética’



Por otra parte, el primer ministro italiano, Romano Prodi, se ha visto obligado a llamar al orden por cuarta vez a uno de sus ministros en relación a temas éticos. En esta ocasión, Fabio Mussi, ministro de Universidades e Investigación, realizó unas declaraciones en las que afirmaba que “Italia ha cambiado su posición y no quiere cerrar totalmente la puerta a la experimentación y la investigación”. Se refería Mussi a la posibilidad de que el nuevo Gobierno progresista retirara su apoyo a la ‘declaración ética’ firmada por varios países de la Unión Europea, entre ellos Italia, contraria a la investigación con células madre embrionarias.

Josu de la Varga



Adopcion Espiritual

ONU: ¿SALUD O IDEOLOGÍA? (II).



Por Juan C. Sanahuja


Mentiras: ideología y dinero. Cifras del fracaso. Profundizar el fracaso. “Es prioritaria la salud reproductiva”. De castidad: ni hablar. Día de la Población: debemos neutralizar el mensaje de la ONU.

A raiz de un “encuentro de alto nivel” celebrado en Ginebra (20/21-06-06), entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo para la Población de Naciones Unidas (FNUAP), ambas agencias de la ONU coordinaron acciones para “revertir las tendencias de deterioro a nivel global de los niveles de salud reproductiva y sexual”, (que incluye el aborto farmacológico y el quirúrgico) y “reducir su impacto adverso en madres, los niños y los jóvenes”.

Mentiras: ideología y dinero

Las Naciones Unidas y las ONG’s del sistema tienen una bien lograda fama de manipular y exagerar las cifras no sólo con el fin de implantar un pensamiento único universal, sino porque así obtienen aumentos sustanciales en los presupuestos para mantener su burocracia. Un buen ejemplo es la conclusión de Thoraya Obaid, Directora Ejecutiva del FNUAP, en este encuentro “es claro que las Metas del Milenio para el Desarrollo 5 y 4, para reducir las muertes maternas e infantiles para el 2015, no podrán ser aplicadas sin invertir más en la salud reproductiva y sexual”.

Sin embargo, a pesar de su redituable propaganda ideológica -mentir para vivir y para vivir muy bien-, ahora confirman lo que las revistas médicas de primer nivel vienen afirmando desde hace años. Las agencias de la ONU hablan de “deterioro” de las políticas y servicos de salud reproductiva (aborto encubierto), un nuevo eufemismo para no decir fracaso. Nunca reconocerán que el “deterioro” es la lógica consecuencia del ambiente erotizado, de promiscuidad sexual, que ellas mismas han fomentado. Por ejemplo, la ONG abortista británica Marie Stopes International (MSI) reconoce que 90.000 jóvenes menores de 19 años quedan embarazadas anualmente en Inglaterra; 7.700 tienen menos de 16 años y 2.200 menos de 14 años, y nunca como ahora se le ha dado tanta “información” y tantas facilidades a las menores para conseguir anticonceptivos (muchos de ellos abortivos). Y el fracaso ha llegado a la aberración de facilitarles el aborto quirúrgico y, para peor, sin que sus padres se enteren. (Vid. NG 231, 351, 386, 512, 518, 560, 569, 576, 617, 756, 766, entre otros).

Cifras del fracaso

A pesar de la presión sobre los gobiernos y las ingentes sumas de dinero invertidas para imponer las llamadas políticas de “sexo seguro y educación sexual”, la OMS estima que anualmente se producen 340 millones de nuevos casos de enfermedades de trasmisión sexual, como la clamidia y la gonorrea. La edad de los nuevos infectados oscila entre los 15 a los 49 años.

Según la OMS “los jóvenes son particularmente vulnerables”. Entre los “adolescentes sexualmente activos entre los 10 a 19 años” aumentan los embarazos inesperados, los abortos inseguros y la violencia sexual -lógicas consecuencias de la animalización del sexo-. “Una gran proporción de los 4.1 millones de nuevas infecciones de HIV-SIDA, ocurren entre los 15 a 24 años”, declaró la OMS que también reconoció que 490.000 mujeres al año se contagian del virus del papiloma humano (siglas en inglés; HPU), que está íntimamente asociado con el cáncer cervical.

El Fondo para la Población repitió su cantinela: “anualmente se estima que 529.000 mujeres mueren en el mundo por causas relacionadas por el embarazo y el pauperio, la mayoría de ellas en los países en desarrollo”, para justificar su empeño a favor del “aborto seguro”.

Profundizar el fracaso

La decisión del encuentro de expertos fue la esperable: “mejorar” los servicios de salud reproductiva (aborto encubierto), extender la educación sexual, insistir en el “sexo seguro” en base a la divulgación del preservativo e impulsar todas las otras las medidas que ya han fracasado. La OMS, el PNUD, el FNUAP, el Banco Mundial, etc. se proponen estimularlas a través de la aplicación de la Estrategia Global de Salud Reproductiva incorporada oficialmente a todas las políticas de la Organización Mundial de la Salud por resolucion de su 57ª Asamblea Mundial. Esas políticas incluyen todos los acuerdos internacionales de salud y las Metas del Milenio para el Desarrollo, que involucran a todo el sistema de Naciones Unidas.

Es prioritaria la salud reproductiva

A modo de ejemplo, Antonio Pagés Piñeiro, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Argentina, declaraba en Córdoba, “sigue constituyendo una prioridad la salud de la mujer, particularmente la salud reproductiva (...) Se deben incorporar contenidos educativos desde edades tempranas de la vida” y como no podía ser menos Piñeiro recalcó que dentro de ese marco es prioritario también evitar “la violencia contra la mujer”. Recordemos que violencia contra la mujer es el nuevo nombre del aborto, ya que la ONU considera que constituye una agresión contra ella cualquier límite -legal, familiar, social- a su autonomía reproductiva, es decir el pseudo derecho a elegir -aborto, anticoncepción, esterilización- (vid. La Voz del Interior, 15-06-06). Recordemos que la OPS está dirigida por la médica abortista argentina Mirta Roses Periago (vid. NG 528, 534, 701, 746).

De castidad: ni hablar

Priscilla Smith, representante del Centro para los Derechos Reproductivos (Center for Reproductive Rights), una de las ONG’s del sistema de la ONU que actúa con más eficacia para imponer el llamado derecho al aborto en Iberoamérica, arremetió en marzo pasado, contra Estados Unidos en la última reunión de la Comisión de Derechos Humanos. En la desaparecida Comisión, que ha sido sustituida por el Consejo de Derechos Humanos, Smith declaró que los programas de educación sexual norteamericanos que promueven la abstinencia aumentan el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual. "Los Estados Unidos exportan estos programas dañinos a países como Uganda, con una alta tasa HIV-SIDA", afirmó. Lo cierto es, sin embargo, que gracias a estos programas, ese país pasó de una tasa de infección del 15% en 1991 al 4% registrado al final de 2003.

Día de la Población: neutralizar el mensaje

El 11 de julio se conmemorará el Día Mundial de la Población, el Fondo ya publicó sus indicaciones: buscar declaraciones de políticos y personas influyentes, publicar artículos en la prensa, organizar concursos de posters, certámenes literarios, etc. Los temas serán: los jóvenes y la salud reproductiva; apoyo a los adolescentes y jóvenes para conseguir sus “derechos” reproductivos; los jóvenes, salud reproductiva y las Metas del Milenio para el Desarrollo, etc. Entre otros objetivos: los colegios y todos los institutos de enseñanza.

De Escandinavia a Tierra del Fuego leeremos los mismos artículos y seremos sometidos a la presión de los mismos tópicos de propaganda. Con audacia y empeño debemos tratar de contrarrestarlos cada uno en su nivel de influencia, por reducido que éste nos parezca. FIN, 26-06-06

Fuentes: UN NEWS Service, 21-06-06; News Release WHO-UNFPA, 20-06-06; OMS, FNUAP; PNUD-Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas), Estrategia Global de Salud Reproductiva; PNUD, FNUAP, OMS, Banco Mundial, Levonorgestrel para anticoncepción de emergencia.


Adopcion Espiritual

lunes, junio 26, 2006

Industrias biotecnológicas frenan la investigación con células madre adultas




Un experto afectado de parálisis denuncia la presión de “científicos e investigadores enamorados de la experimentación con embriones”



Es ya un secreto a voces que las células madre embrionarias no han conseguido obtener ni un sólo resultado positivo en aplicaciones terapéuticas. Como también lo es que las obtenidas de los propios pacientes, es decir, las células estaminales adultas, son las únicas que, hasta ahora, se han llevado ‘el gato al agua’ en ese terreno. Ahora, un experto biotécnico que padece parálisis viene a confirmar estos datos y, además, asegura que poderosas industrias biotecnológicas frenan la investigación con células madre adultas.



El investigador James Kelly, que podría beneficiarse de los experimentos con embriones para curar su parálisis, en el caso de que éstos condujeran a alguna parte, ha publicado una serie de artículos sobre el tema en el The Seoul Times. En la cuarta de sus entregas, el científico explica detalladamente algunos resultados prácticos obtenidos a partir de la investigación con células adultas, sobre todo si provienen del propio paciente, a diferencia de lo que él califica como “inmoral investigación con embriones”.



Kelly asegura que el verdadero potencial de las células adultas es sacrificado por científicos más interesados en las “posibilidades” que ofrecen las células estaminales embrionarias y la clonación.



Insiste el investigador en la incompatibilidad que muestra el uso de células embrionarias cuando se aplican a un cuerpo ‘extraño’, el del paciente. Causan rechazo inmunológico e incluso formación de tumores, al ser “genéticamente inestables”.



“Enamorados de la clonación”


Sin embargo, toda esta información es sistemáticamente silenciada o ‘amortiguada’, de cara a los medios de comunicación, por parte de los poderosos investigadores que están detrás de las técnicas para aplicar las células embrionarias.



El biotécnico explica que existe una tendencia a la experimentación en humanos en lugar de buscar terapias clínicas que funcionen. El potencial de las células madre adultas, así, es víctima de los “científicos e investigadores enamorados de la posibilidad de experimentar con embriones y con la clonación”. Tanto es así que, según este experto, sólo en California, más de tres mil millones de dólares han sido utilizados ya para la investigación con células madre embrionarias y clonación humana.



Por otra parte, el profesor de ingeniería biológica James Sherley asegura que “muchos científicos que no apoyan las investigaciones con embriones humanos tienen temor de expresar sus opiniones por las posibles represalias y las consecuencias negativas que esto puede acarrear en la publicación de investigaciones, promociones y oportunidades laborales”.



Las adultas, reprogramables


Cabe señalar que uno de los últimos descubrimientos sobre las bondades de las células adultas, del cual nos hicimos eco en una anterior información, es que éstas se podrían llegar a reprogramar, mediante una molécula que acaban de identificar, para que adoptaran las propiedades de las embrionarias.



Este hecho invalida muchos de los anuncios hechos a bombo y platillo por los partidarios de la llamada ‘clonación terapéutica’, que aprovechan la mínima oportunidad para lanzar a los cuatro vientos las supuestas excelencias de las células madre obtenidas con embriones.



Es el caso del reciente anuncio hecho por un equipo de investigadores, comandados por el científico norteamericano Douglas Kerr, que parece haber logrado en ratas parapléjicas devolverles la movilidad con este tipo de investigaciones. Si se valoran de forma objetiva los avances en ambas líneas de investigación, no será necesario, pues, destruir embriones para obtener el ‘mana’ terapéutico del futuro y conseguir los mismos resultados.


Adopcion Espiritual

lunes, junio 19, 2006

Ted Atkinson, prisionero de conciencia


Fuentes: Propias. Por Juan C. Sanahuja

En circunstancias como las actuales para los cristianos la heroicidad es moralmente exigible. El ejemplo de Ted Atkinson, un católico inglés. Las nuevas formas de martirio.

Edward Atkinson de 75 años, envió fotos de un bebé abortado a Ruth May, directora del Hospital Queen Elizabeth de Kings Lynn en Norfolk, intentando llamar la atención de los directivos del hospital sobre el crimen abominable del aborto. A consecuencia de eso, Atkinson fue condenado sucesivamente por tres tribunales, entre enero y abril de este año, “por enviar literatura o material ofensivo”.

Arrastran a un viejo lisiado

Atkinson fue denunciado a la policía por los directivos del hospital. La policía informó a la Fiscalía Pública que mandó arrestarlo. Como Atkinson está casi lisiado, con dificultades para caminar, cuando lo arrestaron prácticamente lo sacaron arrastrando de su casa y fue a parar a prisión hasta que su caso se trató en la corte. Además, el hospital de Norfolk lo borró de la lista espera para un posible transplante de cadera.

El cinismo abortista

En la corte, la secretaria de Ruth May, Christine Rogers, dijo que ella se “trastornó” cuando abrió la carta de Atkinson que contenía el folleto en el cual se mostraba un bebé abortado; y el director de quejas y reclamos del Hospital, Karl Perryman declaró que: “Como padre de dos hijas, se había sentido totalmente perturbado”, por las imágenes que le habían mostrado.

“Está trastornando a todos”, dijo la directora del hospital refiriéndose al anciano: ”Yo pienso que los miembros del National Health System, y particularmente en el Hospital Queen Elizabeth, proveen un cuidado excelente a sus pacientes”. (Es decir los niños no-nacidos destripados, no son pacientes para esos médicos y enfermeras).

El último proceso a Atkinson fue en Swaffham por “enviar comunicaciones maliciosas”. La audiencia se atrasó una hora porque el acusado se negó a prestar juramento sobre la versión protestante de la biblia -King James Bible-, y tuvieron que conseguir especialmente una versión católica del texto sagrado. Atkinson dijo que el propósito de enviar las imágenes de bebés abortados fue para “educar”, y agregó, “acepto que la documentación es altamente perturbadora. Es horrendo, monstruoso y enfermante pero representa la verdad. Todos y cada uno de los que está en esta sala sabe que el aborto es un asesinato y nadie tiene el valor suficente para decirlo".

Al dictarle sentencia el juez dijo: “Está claro que Ud. intentó golpear y tengo la certeza que su propósito fue causar ansiedad y angustia”.

Las nuevas formas de martirio

Y así por haber ejercido su derecho a la libertad de expresión en la protección de los niños no nacidos:

-Atkinson, el 05-04-06, fue encarcelado por 28 días. Más un extra de 14 días en prisión por no pagar la multa de 650 libras impuesta en el 2002, por un “delito” similar.

-Del monto de su jubilación se le restaron automáticamente 500 libras de las 700 que fue condenado a pagar por los costos del juicio. Además, se le condenó a cinco (5) años de prisión en suspenso por “conducta antisocial y alterar el orden”. El juez le dijo que si “desobedecía al enfrentaba cinco años de cárcel”, a lo que el anciano católico replicó, “entonces Usted puede encerrarme ya, y tirar lejos la llave”.

A su vez, el hospital hizo pública la decisión formal de negarle todo tipo de tratamiento, de por vida, para cualquier enfermedad, aunque ésta sea mortal; y también lo sacó de la lista de espera para la cirugía de cadera que necesita. Para justificar su decisión el hospital hizo la siguiente declaración: "Nuestros abogados fueron consultados y su opinión fue que las acciones de este hombre contravinieron la política de Tolerancia Zero en casos de abuso y de conducta inaceptable hacia nuestros directivos". El 12 de mayo, The Times comentaba que la medida del hospital era equivalente a aplicar la eutanasia por creencias religiosas o ideas políticas.

Algunas conclusiones:


-La ley positiva intenta hacer olvidar que el aborto es un crimen abominable.

-No escatimemos esfuerzos para mostrar con imágenes lo que significa el aborto. Con acciones mal llamadas “positivas” -que no muestren el horror- no se consigue absolutamente nada, y el mal sigue avanzando.

-Intentar “quedar bien con todos” o “no quedar mal con nadie” es cobardía.

-Recordemos que la heroicidad es para los católicos, en circunstancias como las actuales, moralmente exigible.

(Para comunicarse con Edward Atkinson nos han enviado la siguiente dirección: c/o HMP Norwich, Knox Road, Norwich, NR1 4LU, Inglaterra).

Adopcion Espiritual

viernes, junio 16, 2006

¡Dejad a los embriones!: las células adultas se pueden reprogramar




Identifican una molécula que permite a las células del propio paciente adoptar las propiedades de las embrionarias


Cada vez son más débiles los argumentos de aquellos que siguen empecinados en sacrificar embriones humanos para obtener células madre con fines terapéuticos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) han identificado una molécula que permite a las células adultas adoptar las propiedades de las embrionarias.



El descubrimiento, publicado este jueves, 15 de junio, en la edición digital de la revista científica NATURE, viene a dar la razón a quienes se han decantado por la línea de investigación con células madre adultas, del propio paciente, que son las únicas que han obtenido resultados terapéuticos, y también a los grupos pro vida que defienden los derechos de los embriones desde el mismo instante de su concepción.



Según los científicos de la Universidad de Edimburgo, las moléculas identificadas dotan a las células madre embrionarias de la capacidad para regenerarse y aplicar su pluripotencialidad, es decir su habilidad para producir numerosos tipos de células diferentes. Asimismo, moléculas como éstas podrían ser utilizadas para convertir las células normales somáticas de un paciente en células madre con las propiedades de las embrionarias.



Nanog, juventud eterna


La molécula causante de este importante descubrimiento ha sido bautizada con el nombre de Nanog, en honor a la mítica tierra celta de la juventud eterna, Tir Nan Og. Los especialistas fusionaron células madre embrionarias de ratones con células cerebrales adultas y, al sumarles Nanog, lograron aumentar el número de células híbridas que se comportaron como células madre de embriones después de la fusión celular. Estas células híbridas, además, desarrollaron la capacidad de transformarse en diferentes tipos de células.



“El efecto de Nanog es extraordinario. Todas las células híbridas se convierten completamente en células madre embrionarias”, afirmó el doctor José Silva, uno de los científicos participantes en la investigación.



Por su parte, el doctor Peter Mountford, de la compañía biotecnológica Stem Cell Science, propietaria de la tecnología que ha permitido el descubrimiento, aseguró que el estudio muestra que Nanog puede desempeñar un papel central en los aspectos éticos de la investigación con células madre. “Representa un avance importante hacia la reprogramación de las células adultas, sin la necesidad de fabricar embriones humanos” para luego destruirlos.



El Parlamento Europeo no se entera



Al mismo tiempo que se hizo público este importante descubrimiento, el Parlamento Europeo respaldó este jueves el séptimo Programa Marco de Investigación, con un presupuesto de 50.000 millones de euros para el periodo 2007-2013, e introdujo una enmienda para que se puedan financiar con fondos comunitarios proyectos con células madre embrionarias en aquellos países que sea legal.



Tras la decisión, que viene a evidenciar que el Europarlamento no se entera de los avances en esta materia, los obispos europeos manifestaron su preocupación y oposición a una medida que atenta contra la vida de los embriones. “Muchas personas no aceptan que la investigación instrumentalice la vida humana y la utilice como materia prima. No se trata simplemente de una posición católica”, dijo monseñor Noel Treanor, secretario general de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE).



“Toda vida humana comienza con la concepción y necesita una particular protección si ha sido creada fuera del seno de la madre. La vida humana nunca debe ser instrumentalizada. Por eso, mantenemos la oposición de principios ante la destrucción de cualquier embrión y ante el uso de células madre embrionarias”.



Así, a la vista de avances como los de la Universidad de Edimburgo, todos aquellos que dedican sus esfuerzos y dinero a la investigación con células madre embrionarias, o sea, científicos clonadores, industrias biotecnológicas que les pagan y administraciones que subvencionan a ambos, deben replantearse la continuidad de esa línea de investigación y dejar de destruir embriones.


Adopcion Espiritual

sábado, junio 10, 2006

Divorcio, maternidad o paternidad en solitario y bienestar de los hijos



Los estudios muestran la importancia de una estructura familiar estable

NUEVA YORK, sábado, 10 junio 2006 (ZENIT.org).- Los cambios en las estructuras familiares han puesto a muchos niños en dificultades. En apoyo de este argumento el Institute for American Values ha publicado dos estudios el 30 de marzo. Los estudios, de los que son autores Norval Glenn y Thomas Sylvester, se basan en el examen de los artículos publicados en el Journal of Marriage and Family desde 1977 al 2002.

En la introducción al primer estudio, «The Shift: Scholarly Views of Family Structure Effects on Children, 1977-2002», los autores comentan que las opiniones académicas pueden dividirse en dos campos. El primero puede denominarse pro-matrimonio, y sostiene que el declive del matrimonio ha sido una tendencia preocupante, especialmente para los niños.

El segundo, denominado «pro diversidad familiar», mantiene que el divorcio y la crianza de hijos sin matrimonio no han debilitado a las familias, sino que sólo han cambiado la forma. Los cambios en las estructuras familiares, sostiene esta opinión, no han tenido un efecto tan negativo en los niños después de todo.

En los años 70, justo después de que se liberalizasen las leyes del divorcio, prevaleció el punto de vista más optimista. A finales de los 80, aumentó la preocupación y muchos comentaristas se mostraron preocupados por el aumento del divorcio y de la paternidad en soltería.

La investigación y el debate sobre los efectos en la estructura familiar han continuado en las revistas académicas en los años siguientes. Hace poco, el debate sobre el divorcio y las madres solteras ha pasado a un segundo plano detrás del tema de las uniones del mismo sexo y su posible legalización.

Mejor con los dos

Glenn y Sylvester afirman que la investigación sobre los efectos de los cambios en la estructura familiar, que comenzó hace varias décadas, está ahora más clara. «La mayoría de los expertos en familia», comentan, «están al parecer de acuerdo en que la preponderancia de las evidencias indican que a los niños les va mejor cuando crecen con sus dos progenitores casados, siempre y cuando el matrimonio no se vea afectado por violencia o conflicto grave».

En muchos casos, las divergencias de opinión se centran ahora más sobre si la sociedad puede compensar los cambios en las estructuras familiares, de forma que se reduzcan los efectos negativos en los hijos.

Para dar una opinión más clara de la investigación sobre temas familiares, Glenn y Sylverster examinaron todos los artículos relevantes – 266 en total – publicados en el Journal of Marriage and Family durante un periodo de 26 años. Esta publicación, observaban, es la revista más influyente de sociología familiar de Estados Unidos.

Glenn y Sylvester consideraron tres estructuras familiares principales: niños viviendo con padres casados biológicos o adoptivos; niños viviendo con un solo progenitor; y familias de acogida.

Encontraron un cambio sustancial en los estudios, en el sentido de que expresaban preocupación por los cambios en las estructuras familiares, en el periodo 1977-1982, y otras vez entre 1983-1987. Los puntos de vista de preocupación se hicieron más frecuentes, pero no se trató de un cambio firme.

Un estudio importante citado es el meta análisis de 1991 de Paul Amato y Bruce Keith, que apuntaba que una serie de resultados negativos se asociaban con el divorcio de los padres. Amato y Keith escribían: «Los resultados conducen a una conclusión pesimista: el argumento de que el divorcio de los padres presenta pocos problemas para el desarrollo a largo plazo de los hijos... es simplemente inconsistente con la literatura sobre el tema».

No han estado ausentes, sin embargo, puntos de vista contrarios (y más positivos). Glenn y Sylvester citaban ejemplos de algunos estudios que niegan problemas significativos ligados al divorcio.

La dureza de los datos

Hay, no obstante, un importante factor a considerar. Los puntos de vista que expresan preocupación tienden a basarse en investigaciones cuantitativas, mientras que el acercamiento menos alarmante tiende a expresarse en artículos teoréticos. «Una importante razón de esta diferencia», concluyen Glenn y Sylvester, «es probablemente, aunque no ciertamente, en que los puntos de vista de los autores de los documentos cuantitativos se ven más constreñidos por la ‘dureza de los datos’ que los otros autores y así sufren menos el efecto de preconcepciones y bases ideológicas».

Sin embargo, añaden una nota de advertencia sobre los estudios cuantitativos. La evidencia de que los efectos negativos sobre los hijos sean resultado de los cambios en las estructuras familiares no es conclusiva. Esto se debe, en teoría, a que la evidencia tendría que basarse en estudios al azar; esto no puede hacerse porque es imposible dividir a las familias en grupos e imponerles artificialmente el divorcio a las parejas de un grupo y usar el otro como grupo de control.

De ahí que Glenn y Sylvester adviertan que los métodos estadísticos usados pueden fallar. No es posible probar estadísticamente una relación estricta de causa y efecto entre el divorcio y sus consecuencias negativas para los hijos, sostienen. No obstante, la mayor parte de las evidencias «indica que la estructura familiar importa, y que importa en alto grado, para los hijos», concluyen.

Desacreditado

El segundo documento de Glenn y Sylvester se titula: «The Denial: Downplaying the Consequences of Family Structure for Children». Considera algunos de los argumentos utilizados por los autores de los artículos publicados en el Journal of Marriage and Family para justificar un punto de vista más optimista sobre las consecuencias de los cambios en la familia.

En los primeros estudios, algunos académicos sostenían que el aumento de ausencia de padres no era un hecho nuevo, puesto que en el pasado la muerte del padre solía ser bastante frecuente. Esta tesis, sin embargo, se ha visto desacreditada en los últimos años como consecuencia de la investigación que muestra que la muerte del padre y el divorcio tienen consecuencias diferentes para los hijos. De hecho, los resultados de los niños que perdieron a su padre por muerte son sustancialmente mejores que los niños cuyos padres se divorciaron.

Otros estudios más recientes mantienen que, en el caso de ausencia del padre, otra figura masculina (como el abuelo, el padrastro o el novio de la madre) pueden servir como modelos masculinos alternativos o sustitutivos del papel paternal perdido. Las evidencias que apoyen este punto de vista son, no obstante, escasas. «La esperanza de que otros hombres puedan sustituir fácilmente la ausencia de un padre biológico ha recibido poco sino ningún apoyo empírico», según Glenn y Sylvester.

Una tendencia más reciente es sostener que el divorcio en sí mismo no condena necesariamente a los niños a sufrir. Pero esta postura es simplemente exagerada, puesto que los expertos en familia serios nunca han sostenido que todos y cada uno de los niños tocados por el divorcio se verán afectados negativamente.

Un argumento más serio presentado por algunos expertos que se muestran relativamente tranquilos en cuanto al divorcio es que muchos problemas asumidos como resultado del divorcio surgen realmente del conflicto de los progenitores antes del divorcio.

Una revisión de las evidencias examinadas por Glenn y Sylvester revela que algunos estudios indican, de hecho, que una parte de los alegados efectos del divorcio están presentes antes de que ocurra el divorcio. No obstante, no hay un acuerdo sobre las dimensiones de estos efectos.

La investigación lleva a la conclusión de que poner fin a un matrimonio altamente conflictivo parece que normalmente mejora los resultados de los niños, liberándolos como hace de una vida en un hogar de enfrentamientos e inestable. Pero el divorcio que disuelve matrimonios con pocos conflictos parece tener una fuerte influencia negativa en los hijos. Lo que es realmente importante, observa el documento, es que un estudio representativo a nivel nacional estima que cerca de dos tercios de los divorcios son de matrimonios con pocos conflictos.

Un bien auténtico

Benedicto XVI, en una alocución el 11 de mayo a los miembros del Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, observaba: «El matrimonio y la familia están arraigados en el núcleo más íntimo de la verdad sobre el hombre y su destino».

Y continuaba: «La comunión de vida y de amor, que es el matrimonio, se convierte así en un auténtico bien para la sociedad». Además, el Papa insistía en que debemos evitar confundir el matrimonio con otros tipos de uniones, que se basan en un tipo de amor más débil.

«Sólo la roca del amor total e irrevocable entre el hombre y la mujer es capaz de fundamentar la construcción de una sociedad que se convierta en una casa para todos los hombres». La investigación especializada respalda ampliamente esta conclusión.
Adopcion Espiritual

viernes, junio 09, 2006

Los «bebés medicina», práctica «éticamente inaceptable»; afirma una comisión episcopal suiza


«Eugenismo vergonzoso, envuelto con buenos sentimientos».

ZURICH, jueves, 8 junio 2006 (ZENIT.org).- Los «bebés medicina» constituyen una práctica éticamente inaceptable, afirma una nota publicada este miércoles por la Comisión de Bioética de la Conferencia Episcopal de Suiza ante el primer caso conocido en la confederación helvética.

En enero de 2005 nació, en Ginebra, el primer «bebé medicina» de Suiza: una niña concebida a través de fecundación artificial, fue seleccionada en un laboratorio de Bruselas para convertirse en donante (compatible) de médula ósea de su hermano, enfermo de 6 años.

«Si bien no es prudente criticar la intención subjetiva de los padres que han sufrido y que se han alegrado con la curación de su hijo, hay que reconocer que la técnica de los "bebés medicina", constituye una forma inquietante de eugenismo», considera el documento.

«Para que naciera esta niña "bebé medicina" --aclara la nota-- el laboratorio de Bruselas de la señora Hilde van de Velde ha producido deliberadamente entre 20 y 30 embriones humanos con el objetivo de seleccionarlos. Uno de ellos ha tenido la suerte de sobrevivir. Pero los demás han sido eliminados y destruidos como vulgar mercancía».

El documento explica que esta práctica es intolerable por dos motivos.

En primer lugar porque nos encontramos ante «embriones humanos producidos y eliminados voluntariamente».

«Un fin noble (curar un enfermo) no justifica matar embriones, que son individuos de la especie humana --señala--. Aquí el embrión ya no es tratado como un fin: es instrumentalizado y considerado como una mercancía. Esta práctica constituye un regreso de humanismo, particularmente insidioso pues se camufla con la emoción suscitada por el niño enfermo y con el sufrimiento de los padres».

En segundo lugar, explica, la selección de seres humanos constituye un acto de «eugenismo».

«El eugenismo --aclara-- es una práctica odiosa, que consiste en seleccionar a los niños que van a nacer en función de criterios utilitarios que no respetan su dignidad intrínseca».

«En este caso, una instancia exterior, médica y técnica, decide quien merece vivir y quien merece morir. Este embrión ha merecido vivir porque es genéticamente compatible con el receptor de la médula ósea, mientras que los otros embriones, numerosos, son asesinados por el único motivo de no contar con las características requeridas».

«¿No causa escalofríos el saber que algunos individuos humanos son aceptables y otros no?», pregunta la nota. «La práctica del "bebé medicina" es un eugenismo vergonzoso, envuelto con buenos sentimientos».
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Adopcion Espiritual

¿Es posible conseguir células madre embrionarias humanas o biológicamente similares sin tener que destruir al embrión del cual se obtienen?

Por Justo Aznar

I. Introducción

Aunque ya se ha abordado este tema con anterioridad en Próvida Press (nº 181 y 199), a la vista de las nuevas posibilidades que se han abierto en este campo, parece de interés realizar una actualización del tema que permita a nuestros lectores estar al día sobre un tema de tan extraordinario interés biomédico y ético.

El problema ético fundamental para poder utilizar células madre embrionarias humanas es que hay que destruir al embrión del cual se obtienen (Journal of Clinical Investigation 114; 1184, 2004). Esto hace que cualquier experiencia que se pueda realizar con ellas merezca una valoración ética negativa. Pero como estas experiencias pueden ser, desde un punto de vista biomédico, de interés, se está intentando buscar alternativas para poder disponer de células madre embrionarias o de células de similares características biológicas, sin tener que destruir embriones humanos.

Desde este punto de vista son varias las posibilidades que se han propuesto para conseguir células madre embrionarias o similares sin tener que destruir embriones: 1) obtenerlas de embriones congelados, y posteriormente descongelados, sobrantes de técnicas de fecundación in vitro, a los que se considerara técnicamente muertos, pero que aun pudieran conservar células vivas útiles para experimentaciones biomédicas; 2) extraerlas de embriones en fase muy temprana de su desarrollo, normalmente de menos de 16 células, lo que no requeriría la destrucción del embrión del cual se obtienen; 3) crear estructuras biológicas no embrionarias, por transferencia nuclear somática, a partir de material cromosómico genéticamente modificado obtenido de células somáticas adultas, de las cuales se pudieran obtener células de características biológicas similares a las células madre embrionarias; 4) reprogramar directamente célula somáticas adultas hasta un estadio de indiferenciación similar al de las células pluripotentes; 5) reprogramar células somáticas adultas fusionándolas con células madre embrionarias; 6) obtenerlas de pseudoembriones, como pueden ser los embriones aneuploides, los partenotes o los y androgenotes; 7) obtenerlas de células germinales del propio paciente que requiere el trasplante celular y 8) otras posibilidades.

La gran mayoría de estas soluciones plantean objetivas dificultades éticas y todas ellas problemas técnicos de importancia suficiente para que puedan constituir, en el momento actual, una posibilidad real para obtener células madre o similares. Sin embargo, lo que parece indudable es que se está empezando a entreabrir una puerta para solucionar el problema de la consecución de este tipo de células por procedimientos éticamente válidos, aunque dicha posibilidad, en cualquiera de sus variantes, haya que valorarla con todas las cautelas de una investigación biomédica incipiente.

Antes de seguir adelante conviene remarcar que, desde un punto de vista ético, varias de estas soluciones presentan una importante dificultad moral añadida, derivada del hecho de que los embriones humanos a utilizar, sean destruidos o no, tienen que ser generados por fecundación in vitro, técnica que en si misma conlleva objetivas dificultades morales.

II. Obtención de las células madre o similares a partir de embriones descongelados muertos

Entrando ya a analizar cada una de las posibilidades anteriormente enumeradas, la primera era obtener las células madre embrionarias a partir de embriones descongelados muertos. Esto se puede conseguir utilizando embriones congelados sobrantes de fecundación in vitro, de los que actualmente hay más de un millón y medio en todo el mundo.

En este caso se estaría ante una situación similar a que se plantea con la donación de órganos de cadáveres humanos para transplantes. Sin embargo, entre ambos casos existe una diferencia técnica sustancial, al ser muy diferente el procedimiento requerido para determinar la muerte del ser humano adulto o de los embriones utilizados.

En el primer caso, en el del ser humano adulto, se admite que el cese de la actividad cerebral es legalmente equiparable a la muerte del individuo, por lo que cuando esta circunstancia se da, determinada según los procedimientos técnicos actualmente existentes para ello (Neurology 45; 1912, 1995), se puede considerar al individuo que se encuentra en esta situación como un cadáver, por lo que podría donar legalmente sus órganos. Pero cuando nos referimos al embrión, establecer su muerte es más dificultoso, al no poder utilizarse el criterio neurológico, pues como es sabido, en ese momento evolutivo del embrión humano aún no se ha desarrollado el sistema nervioso. Por tanto, habrá que utilizar otros parámetros.

Tratando de certificar si un embrión descongelado de 4 a 8 células, que es el estadio evolutivo en el que los embriones sobrantes de fecundación in vitro suelen congelarse, está muerto, Landry y Zucker (Journal of Clinical Investigation 114; 1184, 2004) proponen seguir los siguientes criterios: los embriones congelados que no se dividen a las 24 horas de su descongelación, tras el subsiguiente caldeamiento, son desechados para fines reproductivos por considerarlos inviables. Estos embriones deberán ser observados con intervalos de pocas horas, durante las 24 siguientes. Los embriones que no se han dividido en este periodo de tiempo adicional, ya nos se dividirán más, por lo que se les puede considerar orgánicamente muertos. Además en estos embriones se podría determinar si expresan marcadores celulares que indiquen que se ha producido una parada del crecimiento celular, pero estos marcadores aún no son bien conocidos, pero cuando estén bien determinados será ésta otra posibilidad más para determinar que un embrión está muerto. A estos embriones muertos se les podrían extraer las células que pudieran tener hipotéticamente vivas para experimentaciones biomédicas.

Pero, a nuestro juicio son muchas las preguntas que todavía quedan por responder antes de concluir que se ha encontrado una solución éticamente correcta, científicamente válida y socialmente adecuada, para la obtención de células madre a partir de embriones humanos muertos. Entre ellas las siguientes: a) ¿es en el momento actual científicamente posible determinar que un embrión está verdaderamente muerto, pero que conserva algunas de sus células (blastómeros) vivas?; b) ¿en caso de que así sea, existen garantías científicas de que dichas células serán realmente útiles para iniciar costosas y difíciles investigaciones biomédicas?; c) ¿aceptarán los científicos estas células para sus experiencias o darán preferencia a las generadas a partir de líneas celulares de calidad técnica reconocida?; d) otro aspecto importante a considerar es que en todas las experiencias a que nos estamos refiriendo se parte de embriones de 4 a 8 células, pues, como ya se ha comentado, este estadio de división celular suelen tener los embriones sobrantes de fecundación in vitro, pero dado que es sabido que las células embrionarias útiles para obtener células madre se consiguen de la masa granulosa interna de los blastocistos, es decir cuando el embrión tiene entre 64 y 200 células aproximadamente, difícilmente pueden servir las células de un embrión humano de 4 a 6 células para los fines experimentales que se persiguen, por lo que estos embriones descongelados habría que cultivarlos hasta la fase de blastocisto, procedimiento que indudablemente conlleva la revitalización del embrión, por lo que las células embrionarias serían ineludiblemente obtenidas de un embrión vivo que hay que destruir.

Estas y otras preguntas, son las que habría que responder antes de proponer como éticamente correcto y científicamente válido el uso de células embrionarias humanas obtenidas de embriones muertos para experimentaciones biomédicas.

Pero, en caso de que se pudieran obtener células vivas de embriones descongelados muertos, su uso tendría además objetivas incertidumbres biológicas (The Lancet 364; 115, 2004), fundamentalmente debidas a que se obtendrían a partir de embriones que indudablemente son de baja calidad, pues no hay que olvidar que los embriones que se congelan son los desechados tras la primera tentativa de implantación. Por ello, no se puede asegurar que estas células tengan la misma calidad que tienen las conseguidas a partir de embriones frescos, por lo que es improbable que los investigadores que trabajan en este campo estuvieran dispuestos a iniciar costosas y difíciles experiencias biomédicas a partir de un material celular de dudosa calidad, cuando hoy día pueden adquirir en el mercado líneas celulares de absoluta garantía. En este sentido, uno de los miembros del Consejo de Bioética que asesora al Gobierno norteamericano, la doctora Janet D Rowley, mostraba recientemente grandes dudas sobre la posibilidad de utilizar células madre embrionarias obtenidas a partir de embriones muertos, y en esa misma dirección, un investigador español que trabaja en este campo, el doctor Carlos Simón, manifestaba recientemente que no entendía que se utilicen embriones muertos de los que sobran de la fecundación in vitro, cuando se pueden usar embriones frescos generados por esta misma técnica, con el dato adicional de que los donantes podrían ser seleccionados de entre los más válidos.

Una última dificultad, es que la eficiencia de la técnica es muy baja, pues solamente un 3% de los embriones descongelados parece que pueden ser útiles para investigaciones biomédicas (The Lancet 364; 115, 2004). Por ello, si actualmente se utilizaran todos los embriones congelados existentes en Estados Unidos para la obtención de células madre, solamente se podrían conseguir 275 líneas celulares, número absolutamente insuficiente para las demandas de investigación de ese país.

En resumen, parece que todo lo anteriormente referido indica que el uso de embriones descongelados muertos no es actualmente una posibilidad real para obtener células madre embrionarias.

III. Obtención a partir de embriones muy jóvenes

La segunda posibilidad referida es obtener las células madre de embriones generados por fecundación in vitro que estén en una fase muy temprana de su desarrollo evolutivo, pues en este caso las células a partir de las que se pueden generar las células madre se podrían conseguir sin tener que destruir al embrión que las dona, ya que estos embriones, después de extraerles el correspondiente blastómero podrían ser implantados. Esto ya fue conseguido por un equipo de investigadores del Instituto de Genética Reproductiva de Chicago, dirigido por el Dr. Verlinsky (Reproductive BioMedicine Online; htp:// www.rbmonline.com/Article 1558), los cuales obtuvieron líneas celulares a partir de una célula pluripotente extraída de un embrión de 4 días (de 60 a 70 células), es decir inmediatamente antes de alcanzar el estadio evolutivo de blastocisto, generado por fecundación in vitro. En estas circunstancias, la mayor parte de las veces, la extracción de esta célula no conllevaba la destrucción del embrión. Pero recientemente se ha dado un paso más cuando Robert Lanza y colaboradores, sin duda uno de los grupos pioneros en este tipo de investigaciones, han conseguido obtener blastómeros a partir de embriones de ocho células, y de ellos generar líneas celulares, que posteriormente pudieron diferenciarse a células de distintos tejidos (Nature 493;217,2006). En dichas experiencias, los embriones, que sólo tienen siete células después de habérseles extraído el blastómero en cuestión, se implantaron en hembras (ratonas) subrogadas pseudogestantes, consiguiendo que nacieran ratones aparentemente normales, con una eficiencia similar a cuando se generaban a partir de embriones de 8 células. Es decir, parece que habrían conseguido generar líneas celulares de distintos tejidos a partir de blastómeros, sin que ello requiriera la destrucción del embrión que los dona.

Pero esta técnica, si se trata de utilizarla en humanos, tiene además de la dificultad moral de que los embriones deben ser generados por fecundación in vitro, la dificultad social de que es muy improbable que una pareja con problemas de infertilidad y que desee tener un hijo, por lo que acude a la fecundación in vitro, acceda a que el embrión generado sea manipulado, con los riesgos que esto presupone para dicho embrión (New England Journal of Medicine 353; 2321, 2005). Por tanto, no parece que esta posibilidad, por el momento, sea factible. Además, el uso de las células así obtenidas, por proceder de otro individuo distinto al que se le va a practicar el trasplante celular, conllevaría problemas de rechazo inmunológico, similarmente a lo que ocurre con los trasplantes de órganos procedentes de donantes.

Pero además de todo lo anteriormente referido, esta técnica tiene otra dificultad ética más y es que hay que congelar los embriones de 7 células que se producen tras la extracción del blastómero durante el tiempo requerido para comprobar que dicho blastómero está en adecuadas condiciones para ser utilizado para generar células de distintos tejidos, lo que presupone otra manipulación más de esos seres humanos vivos incipientes.

Adicionalmente a todo ello, para garantizar la idoneidad ética de está técnica, siempre haciendo la salvedad moral de que los embriones generados lo son por fecundación in vitro, habría que asegurar que cada embrión generado y utilizado para extraerle el consabido blastómero fuera después implantado, lo que, por el momento, no parece factible, pues con esta metódica se genera un elevado número de embriones a los que no es posible garantizarles su implantación.

Pero a todo lo anteriormente referido, aún se puede añadir una última incertidumbre ética y es la manifestada por algunos autores que consideran que destruir un blastómero, del cual hipotéticamente podría generarse un ser humano adulto ¿no es lo mismo que destruir un embrión humano desarrollado?

IV. Creación de estructuras biológicas no embrionarias por transferencia nuclear somática

La cuarta posibilidad, sería conseguir las células madre o similares a partir de estructuras biológicas no embrionarias creadas experimentalmente, de las que se pudieran obtener líneas celulares útiles para reproducir muchos de los procesos que ocurren en las primeras etapas del desarrollo embrionario o para otros fines experimentales (Blood 106; 150, 2005).

En este campo se encuadra la denominada transferencia nuclear somática alterada (ANT), propuesta por William B Hurlbut, de la Universidad de Stanford, en California. Según comenta Maureen L Condic (First Things 155; 12, 2005), esta metódica se desarrolla en tres etapas. En la primera, se toma una célula somática adulta del paciente que requiere el trasplante celular y se altera su ADN cromosómico para dirigir la expresión genética de su núcleo hacia un objetivo biológico determinado, que en este caso, tiene como finalidad que el embrión creado no sea viable. Después, este núcleo alterado se fusiona con un ovocito enucleado, lo que da lugar a un híbrido que exhibe las propiedades génicas programadas en el núcleo alterado de la célula somática adulta. Finalmente, la célula ANT, tras estimularla adecuadamente, puede desarrollarse hasta dar lugar a un blastocisto biológicamente alterado que es incapaz de implantarse y del cual se podrían extraer las células madre que serían genéticamente idénticas a las del paciente del que se tomó la célula original, células que podrían usarse, tanto para investigaciones biomédicas en general, como terapéuticamente para tratar al paciente que donó la célula somática adulta.

Esta posibilidad teórica ha sido recientemente llevada a la práctica por Meissner y Jaenisch (Nature 439; 213, 2006), este último, como se sabe, uno de los máximos expertos actuales en técnicas de clonación y experimentación con células madre.

Pues bien, dichos autores proponen crear, blastocistos alterados a partir de un tipo de células somáticas adultas, los fibroblastos, cuyo material cromosómico se ha modificado para que no puedan expresar un gen, el Cdx2, necesario para que el blastocisto generado pueda implantarse. Así pues, estos embriones serían prácticamente inviables al carecer de un trofoblasto funcionalmente activo, que les impediría implantarse en el útero. Sin embargo, si que podrían ser fuente de células madre embrionarias pluripotenciales.

Sin embargo, el método ANT, además de tener todavía importantes incertidumbres biológicas, tiene también concretas objeciones morales. En efecto, aunque por este procedimiento técnico se pudiera producir un blastocisto alterado incapaz de implantarse en el útero, por el momento no es posible descartar que este ente embrionario en alguna etapa de su desarrollo no haya tenido las características de un embrión humano vivo, circunstancia ésta que por el momento es experimentalmente imposible de comprobar. En efecto, una cosa es que el entre biológico creado no pueda implantarse y otra que previamente a la implantación no haya tenido en ningún momento el carácter biológico de embrión humano. Como afirma Solter (New England Journal of Medicine 335, 2321, 2005), no se puede tener la certeza absoluta de que cada una de las entidades biológicas creadas sea incapaz de desarrollar un embrión viable. A lo que nosotros añadimos que, probablemente, durante sus dos o tres primeros días de vida la entidad biológica creada no sería diferente de un embrión humano creado in vitro por transferencia nuclear somática. Además de ello, no se puede descartar que el gen Cxd2 tenga la misma función en humanos que en ratones, ya que, por el momento, es solamente en estos últimos animales en donde se han realizado estas experiencias.

V. Reprogramar directamente células somáticas adultas

A nuestro juicio, una de las más prometedoras posibilidades para conseguir células similares a las embrionarias, sin tener que destruir un embrión humano, sería poder desdiferenciar (rejuvenecer) células madre de tejidos adultos de la persona que debe recibir el trasplante celular, para así, tras reprogramar su genoma, obtener de las células generadas, las correspondientes líneas celulares.

Por el momento este método no parece técnicamente posible. Sin embargo, según comenta ML Condic (First Things 155; 12, 2005), un nuevo camino se ha abierto para conseguir este fin con la introducción de la denominada Transferencia Nuclear Alterada- Reprogramación Asistida del Ovocito (ANT-OAR). Esta propuesta, según Condic, ha sido refrendada por un número significativo de científicos y bioéticos de prestigio en un documento denominado “Creation of Pluripotent Stem Cell by Oocyte Assisted Reprogramming”.

A diferencia de la ANT que propone suprimir del genoma de la célula adulta la información expresada por algún gen necesaria para que el embrión generado sea viable, en la ANT- OAR lo que se propone es una modificación genética del material cromosómico de la célula somática adulta para que ésta sólo se pueda desdiferenciar hasta un estadio evolutivo de célula pluripotente, pero sin llegar nunca a un estadio de célula totipotente. En este caso, a partir de la célula generada sólo se podrían derivar células de diversos tejidos, pero nunca un embrión humano. De esta forma se habrían solventado las dificultades inherentes a la necesaria destrucción de un embrión para obtener células madre embrionarias.

Para conseguir que la célula somática adulta se reprograme, en este caso se utiliza la capacidad que para ello tiene el citoplasma de los ovocitos. Así pues, al transferir el núcleo genéticamente modificado de la célula adulta a un ovocito enucleado, no se pretende generar una célula totipotente, como se consigue en la transferencia nuclear somática, sino únicamente reprogramar la célula somática adulta a célula pluripotente. Sin embargo, la posibilidad de poner la técnica ANT-OAR a disposición de la clínica humana, exigirá primero una amplia experimentación con células animales, para delimitar mucho mejor todo el procedimiento técnico, pero si la técnica ANT-OAR pudiera estar disponible se tendría la posibilidad de obtener células madre embrionarias por un método éticamente aceptable al no requerir éste la destrucción de embriones humanos.

Sin embargo, esta técnica tiene la grave dificultad social de que para practicarla requieren ovocitos humanos, lo que presupone la utilización de un gran número de mujeres donantes de sus óvulos, cosa no fácil de conseguir, especialmente por el peligro que para cada una de esas mujeres puede suponer la importante estimulación hormonal que sufren, que en ocasiones, puede incluso desencadenar en ellas el grave síndrome de hiperestimulación ovárica.

VI. Fusión de las células somáticas adultas con células madre embrionarias

Para solventar el problema del uso de ovocitos humanos, se acaba de abrir una nueva posibilidad para obtener células madre embrionarias o similares, a partir de células madre de tejidos adultos, consistente en fusionar estas últimas con células madre embrionarias, las cuales producen en el genoma de la célula somática adulta el mismo efecto desdiferenciador que produce el citoplasma de los ovocitos en la transferencia nuclear somática. De esta forma las células somáticas adultas pueden llevarse a un estado de indeferenciación genómica similar al embrionario.

En relación con este proceso desdiferenciador conviene recordar que en la transferencia nuclear somática (clonación terapéutica), el núcleo de la célula somática debe reprogramarse hasta un estado cromosómico más indiferenciado, parecido al embrionario, cosa que se consigue por la acción del citoplasma del ovocito. Los mecanismos que rigen este proceso son todavía poco conocidos, pero se sabe que en este proceso desdiferenciador juega un papel decisivo el citoplasma del óvulo que recibe el material cromosómico de la célula adulta (Nature 415; 1035, 2002).

Por este procedimiento se consigue una célula con un estado de indiferenciación genómico similar al de las células embrionarias pluripotentes, y con una identidad génica similar a la de la célula somática que ha donado el núcleo. Por ello, si las células de distintos tejidos generadas a partir de estas células son trasplantadas al paciente donante del núcleo de la célula somática adulta, no sufrirán rechazo, por lo que hipotéticamente serían de gran utilidad en terapia celular.

Pues bien, esta hipotética posibilidad ha sido recientemente llevada a la práctica por Cowan y col (Science 309; 1369, 2005), quienes comprueban, que si las células somáticas adultas se fusionan con células madre embrionarias, se puede conseguir la reprogramación del material cromosómico de las células somáticas adultas hasta un estadio de células indiferenciadas de tipo pluripotente. En su experiencia concreta, los autores, fusionan fibroblastos, un tipo de célula somática adulta, con células madre embrionarias y tras cultivar ambos tipos de células, en un medio que facilita la fusión de sus membranas celulares, obtienen una célula híbrida dotado de un único núcleo. El principal inconveniente de esta técnica es que como la nueva célula procede de dos células, fibroblasto y célula madre embrionaria, que tienen un núcleo diploide (núcleo de 46 cromosonas), la célula resultante tendrá el doble de dotación cromosómica que las células adultas normales, es decir, será una célula tetraploide, con 92 cromosomas. Las células tetraploides así obtenidas se comportan de forma muy similar a como lo hacen las células madre embrionarias, pues tienen marcadores protéicos propios de dichas células; ofrecen el mismo carácter de “inmortalidad” (de hecho, en estas experiencias concretas las células sufrieron más de 50 pases de cultivo); se activa en ellas la expresión del gen OCT-4, que está reprimida en los fibroblastos y que únicamente se detecta en las células similares a las embrionarias; pueden generar cuerpos embrioides, como hacen las células madre embrionarias y también desarrollar teratomas, pudiendo ambos, teratomas y cuerpos embrioides expresar actividad de las tres capas germinales (endodermo, mesodermo y ectodermo). Es decir, parece que las células somáticas adultas, cuando se fusionan con células madre embrionarias humanas, pueden reprogramar su núcleo y transformarse en células pluripotentes similares a las embrionarias, lo que ya se había conseguido experimentalmente en ratones (Current Biology 11; 1553, 2001).

Los resultados aquí comentados parecen confirmar que las células madre embrionarias contienen los factores de reprogramación que existen en el citoplasma de los ovocitos necesarios para modificar el núcleo de las células somáticas adultas llevándolas a un estado de pluripotencialidad (Cell, DOUI 10.1016/j:cell.2005.08.023).

Por ello, este procedimiento podría servir para obtener células madre similares a las embrionarias conseguidas a partir de blastocistos generados por fecundación in vitro o por transferencia nuclear somática. Incluso, según comenta M Azim Surani en el artículo de Cell anteriormente referido, es posible que las células madre embrionarias sean incluso más eficientes para reprogramar el material cromosómico de las células somáticas adultas que el propio citoplasma de los ovocitos.

Pero a pesar de estas esperanzadoras posibilidades, uno de los autores del grupo de Cowan, también firmante del trabajo, Kevin Eggan, según recoge un reciente editorial de la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine (353; 1646, 2005), manifiesta que ellos aún no han podido poner a punto la metodología necesaria para generar células madre similares a las que se obtienen de los blastocistos, aunque sin duda, sus estudios, pueden ser la base para futuras experiencias que permitan conseguir dicho objetivo al ir conociendo mejor los complicados mecanismos de la reprogramación cromosómica de las células somáticas adultas.

Sin embargo, un aspecto negativo de esta metódica es que los híbridos así generados, al ser tetraploides su posible potencial terapéutico es prácticamente nulo, por lo que podrían utilizarse para experiencias biomédicas, pero no para terapia celular.

Por ello, como comentan los propios autores (Science 309; 1369, 2005), y también recoge un editorial de JAMA del pasado mes de octubre (294; 1475, 2005), para hacer terapéuticamente útiles estas técnicas habría que desarrollar un método para eliminar el ADN sobrante, que proporciona la célula madre embrionaria, para así convertir la célula tetraploide obtenida en diploide, circunstancia, que como el propio Eggan reconoce, por el momento parece técnicamente difícil de conseguir.

Además, de las incertidumbres técnicas biológicas anteriormente comentadas, desde un punto de vista ético, dado que para la obtención de este tipo de células tetraploides, hay que utilizar células madre embrionarias, que se obtienen de embriones humanos que hay que destruir, tampoco se habría resuelto la dificultad ética que la utilización de células embrionarias tiene.

VII. Obtención de células madre a partir de pseudoembriones

Otra posibilidad es obtener las células madre a partir de pseudoembriones, es decir, de estructuras biológicas que no pudieron dar lugar a un embrión viable. Entre ellos se encuentran los embriones aneuploides, los androgenotes y los partenotes.

Como se sabe, los cigotos normales tienen dos pronúcleos, uno procedente del padre y otro de la madre. Sin embargo, tras la fecundación in vitro se pueden obtener accidentalmente cigotos que tienen uno o tres pronúcleos, a estos cigotos se les denomina aneuploides y parece que son inviables. Pues bien, recientemente se ha comprobado que de blastocistos de embriones aneuploides se pueden obtener células madre de tipo embrionario normales (Human Reproduction 19; 670, 2004). En la experiencia concreta que se describe en este artículo de Human Reproduction, los autores utilizaron 9 blastocistos obtenidos de cigotos aneuploides, de los cuales pudieron obtener una línea de células madre embrionarias. Si estas experiencias se confirmaran se tendría otra posibilidad más de conseguir células madre embrionarias sin tener que destruir un embrión viable. De todas formas la valoración ética positiva de esta técnica hay que realizarla con prudencia, pues con anterioridad ha sido demostrado (Human Reproduction 10; 132, 1995 y 12; 321, 1997) que tras la fecundación de ovocitos por inyección intracitoplasmática de espermatozoides, entre un 10% y un 30% de los cigotos aneuploides obtenidos pueden generar blastocistos normales, que por tanto podrían dar lugar a embriones asimismo normales.

Se denominan androgenotes a embriones a los que les faltan los genes maternos, como se sabe necesarios para un adecuado desarrollo del embrión. Son, por tanto, cuerpos embrioides con un cariotipo 46, YY. A partir de estos pseudoembriones, debido a la ausencia del cromosoma X y de la impronta genómica materna, no se puede generar un individuo adulto y sí en cambio una mola hidatiforme completa.

Los partenotes, en cambio se forman por duplicación del material cromosómico del ovocito y su posterior activación en ausencia de espermatozoides. En ellos, por tanto, faltan los genes de origen paterno, necesarios, al igual que los maternos, para el adecuado desarrollo del embrión. En la reproducción natural los partenotes se pueden generar por una alteración de la impronta masculina, al igual que los androgenotes por la alteración de la femenina. A partir de los partenotes no se puede generar un individuo normal. Por ello, para algunos expertos, desde un punto de vista ético, no habría dificultad para obtener células madre de tipo embrionario a partir de androgenotes y partenotes, aunque ello conllevara su destrucción. Sin embargo, otros afirman que, tanto androgenotes como partenotes, son simplemente embriones anormales, como se demuestra porque pueden recuperar la normalidad por técnicas de ingeniería genética, lo que ya se ha conseguido, tanto en ratones como en humanos, por lo que no estaría garantizada la bondad ética de destruir un embrión que se puede considerar enfermo, pero que con un adecuado tratamiento podría recuperar la normalidad.

VIII. Obtención a partir de células germinales

Una posibilidad muy interesante que se acaba de descubrir es la de obtener células madre similares a las embrionarias a partir de células madre testiculares de ratones adultos, las cuales son pluripotentes y, por tanto, pueden comportarse como células madre embrionarias. Esto lo han conseguido Guan y col (Nature, DOI: 10.1038/nature, 4697; 24-III-2006) al confirmar la pluripotencialidad y plasticidad de las espermatogonias (células germinales masculinas inmaduras) de ratones adultos, que utilizando las condiciones adecuadas de cultivo, pueden adquirir propiedades biológicas similares a las de las células madre embrionarias. A estas células, los autores del trabajo, las denominan “multipotent adult germline stem cells (ma GSCs). A partir de las maGSCs los autores obtienen células de las tres capas germinales, además de producir teratomas, característica propia de las células madre embrionarias. Es decir, que a partir de ellas pueden generar células nerviosas, de corazón, epiteliales hepáticas e epiteliales intestinales.

Con respecto a las células de corazón comprueban asimismo que las células germinales tienen muchas de las características bioquímicas propias de las células cardiacas, como puedan ser la existencia de a-actina, troponina t y troponina b. Además también presentan una proteína, la conexina 43, que facilita la unión intercelular, lo que da al conjunto celular generado el aspecto de tejido cardiaco funcionante. Sin duda, a partir de las células maGSC, y utilizando como fuente biopsias testiculares, se podrían obtener células de diversos tejidos útiles para ser trasplantados a ese mismo paciente, sin problemas inmunológicos, ni por supuesto éticos, a la vez que células similares a las células madre embrionarias que se pudieran utilizar para experimentaciones biomédicas. En opinión de George Q Daley, profesor de la Escuela Médica de Harward, en declaraciones realizadas el pasado mes de abril, “si estas experiencias funcionaran sería un excitante avance de cara a la medicina regenerativa”. Asimismo, a juicio de P Tadens, del National Bioethics Center de Filadelphia, “es este un importante avance que se desarrolla en la dirección adecuada”. Sin embargo, hasta el momento esta tecnología, con fines terapéuticos, sólo podría aplicarse a varones, lo que significa una importante limitación, que sin duda habrá que tratar de resolver en un futuro próximo.

IX. Otras posibilidades

Obtención de células troncales a partir del blastema. Como se sabe, alrededor de las lesiones o amputaciones se forma una capa celular denominada blastema. Estas células al diferenciarse pueden generar células del órgano lesionado en cuestión, contribuyendo así a recuperarlo orgánica y funcionalmente. “Conocer que mecanismos biológicos regulan la funcionalidad de estas células, es, en opinión de Juan Carlos Izpisua (I Conferencia Internacional sobre Terapia Celular y Medicina Regenerativa.

Instituto de Salud Carlos III. 7-III-2006. Madrid), un área de más proyección biológica que la búsqueda de los factores que permiten diferenciarse a una célula madre adultas.

X. Conclusión

De todas formas, en el mundo de las cosas reales, todo el debate aquí comentado, encaminado a obtener células madre embrionarias sin tener que destruir embriones humanos, parece un tanto artificial, pues a la gran mayoría de los investigadores que trabajan en este campo no les preocupa cual puede ser el origen y el método para conseguir las células madre embrionarias que utilizan, sino que lo único que exigen es que éstas sean de buena calidad, y esto, de momento, lo pueden conseguir bien obteniéndolas de los bancos de embriones actualmente congelados procedentes de fecundación in vitro o simplemente comprándolas en los bancos comerciales actualmente existentes. Además, hay que recordar que la utilidad de estas células madre embrionarias o similares a las embrionarias así obtenidas sólo tienen utilidad para fines experimentales, pues para fines terapéuticos son las células madre de tejidos adultos la única posibilidad real.

Adopcion Espiritual


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sábado, junio 03, 2006

COLOMBIA: AFILIADA A VHI AYUDA A MUJER QUE DESISTIÓ DE ABORTAR


Debido al abominable fallo abortista que emitió la Corte Constitucional de Colombia el pasado 10 de mayo del 2006, las mujeres embarazadas en ese país se sienten más tentadas que nunca antes a abortar. Así le ocurrió a Yolanda Mulcué, una señora indígena de líder de cabildo en Santander de Quilichao.

Según informó el diario colombiano El Tiempo, el pasado 20 de mayo del 2006, Yolanda Mulcué, una señora indígena paez, “se estremeció cuando escuchó ese ‘lab dap’ que emite el corazón del hijo en el vientre. Los cinco doctores del Hospital Universitario del Valle (HUV) que la escuchaban, entendieron que era la fuerza de la maternidad. Ella, que a comienzos de semana anunció que sería la primera colombiana en acudir al aborto, tras los casos especiales autorizados por la Corte Constitucional, dio el reversazo a pesar del riesgo. Sabe que si hay una hemorragia podría morir con su bebé. Pensó en un aborto porque tiene otros dos hijos, Andrés, de 10 años; y Juanita Andrea, de 15 meses. Y un esposo, Germán Alberto Isnos, que la quiere viva.

El director de Ginecobstetricia del HUV, Hoover Canaval, dijo que el bebé, de 19 semanas, es ya un ciudadano colombiano. Su desarrollo anatómico es normal, pero es un embarazo de alto riesgo... El Hospital Universitario del Valle acompañará el embarazo de la paciente indígena hasta la semana 28, cuando se adelantarán las acciones de madurez fetal. Los médicos tendrían que proceder a un parto por cesárea y el niño quedaría en incubadora... el equipo médico trabajará por salvar la vida de ambos. Para los especialistas es claro que ninguno podrá descuidarse... Después del nacimiento la atención se centrará en la madre, que necesita trasplante de médula. La esperanza es que alguno de sus cinco hermanos sea compatible. Su esposo Germán Isnos dice que no tienen los 6 millones de pesos que cuestan los exámenes, que no cubre su servicio médico.”

Ante este dramático cuadro, Fundación Cultura de la Vida Humana (FCVH), organización que está afiliada a VHI en Colombia, se ha lanzado a prestar toda la ayuda posible a la señora y a su hijito no nacido. A continuación reproducimos la carta que FCVH ha enviado a los medios:

Informe a los medios de comunicación

Bogotá, 24 de mayo del 2006

Después de leer este maravilloso testimonio de amor a la vida de su hijo, quisiera decir que la señora Yolanda Mulcué es digna colombiana, tiene la certeza del valor de la vida, del amor verdadero que entrega su vida para darla a su hijo. Esta es Colombia. La apoyamos.


Quisiera hacer un convocatoria a todos los padres y defensores de la vida para que ahora sepamos compartir lo que tenemos, con ella, para que pueda hacerle frente a los gastos ocasionados por su dificultad de salud. Ya comenzamos la recolección de fondos con este objetivo y será permanente la ayuda que la Fundación Cultura de la Vida Humana, y el Centro de Apoyo a la mujer, La Fundación Provida Digna seguirán dando a las mujeres que esperan un hijo y están en crisis por salud, falta de afecto, capacitación laboral, empleo y otros.

Hago también un llamado a nuestro gobierno, para que si se van a dar $5.000.000.000 que solicita el Ministerio de Salud y Protección, para implementar el aborto, se otorgue por lo menos otro tanto, para la salud y atención de las mujeres que desean conservar su hijo.

Ahora me dirijo a todas las madres que han sufrido un aborto por ignorancia, falta de medios, o cualquier otro motivo, que también necesitan ayuda para hacer frente a las consecuencias médicas, psicológicas, sociales, económicas y morales. Pueden también acudir a la Fundación.


“Marta Saiz de Rueda y Margarita Gnecco de Forero
Adopcion Espiritual