viernes, diciembre 27, 2019

Morir a plazos


Agustín Altisent

Hay dos formas de morir: al contado y a plazos; por desplome prematuro y por desgaste gradual. Cada uno recibe la más adecuada. La mía, de momento, es una muerte a plazos, un atardecer más bien apacible. ¿Se lo explico?

Abandoné hace muchos años mi juventud; vengo perdiendo ahora la buena flexión de mis rodillas que crujen de modo muy notable; subo y bajo pesadamente las escaleras; y los cambios de tiempo me atropellan. Pero, a fin de cuentas, no pasa nada. Me siento cómodo en mis setenta años y todo lo que abandono lo recoge quien me lo dio y quiere devolverme nuevo y definitivo. Morir es como perder los primeros dientes: los segundos son los valiosos.

La muerte por entregas me abre también una nueva faceta de la vida moral porque trato de darle el sentido de una gradual capitulación en manos de Dios. Y los percances son divertidos como experiencias nuevas. Seré decrépito físicamente, en especial para los jóvenes, pero ¡qué saben ellos de los sabores interiores!

He de aceptar, claro está, molestias, pero son nada si las miro sin tensión ni lamentos. Cojeo, pierdo el oído... ¿Y qué? No solo lo efectivo es fértil: el perdulario que envejece y muere con dignidad es un príncipe.

Pierdo algún trozo de mi memoria: busco un nombre y no está; un tema, y otro agujero; a veces no sé quién es esa persona a la que conozco y saludo. ¿Y qué? Cierto, no estoy pasivo: reacciono haciendo ejercicio para mejorar mi circulación y evitar más desgaste; y me aplico mejor a recordar los nombres. ¿Llegaré, con todo, a tener la mente estancada? Yo lucho en contra, pero si estuviera en el menú... La clave es aceptarse de manos de Dios como se es a cada instante; y vivir lo que toca con obediencia de fe. No sin antes haber intentado evitar, por obediencia de fe, las pérdidas. Pero, si las hay ¡primero perder las piernas que la paz!

Estamos en manos de quien nos quiere tan completos y dichosos como nos soñó en su sagrado designio. Si eso exige aceptar ahora esta desmembración, sea. ¿Acaso antes de nacer esperaba yo esta fiesta? ¿No fue con trepidante sorpresa que me vi lanzado a la aventura de vivir? Nací “en lágrimas y caca” como Quevedo y todos, pero una ternura femenina me tuvo junto a su corazón. Luego crecí, alcancé algo de saber e independencia; leí, estudié, trabajé, caí, me levanté (me levantaron), reflexioné, me desvié, me rectificaron... Con pequeños tributos de humildad, entereza y paciencia tuve, amplié, cobré y recobré fuerzas para vivir cada vez más ancha la fiesta de la vida. Llegó la plenitud, esa gran meseta plateada. Y luego comencé a ganar envejeciendo: porque envejecer modela, si uno ni se deja vencer ni se empecina en contra. Cuando el día declina para rendir sus armas, muestra a veces sus resplandores más bellos.

Se mueren seres queridos, algunos tan humanos que parece imposible. Es muy triste. Pero, curiosamente, se pasa. Entregaré una a una mis facultades más elementales.

Como las creía mías, lo sentiré. Finalmente tendré que entregar mi voluntad de vivir aquí y así. Me costará. Pero siempre he pedido que se haga su voluntad, aun contra la mía y me ayudarán tirando de mí ni que salga sangrando. Ya en el otro lado, acaso unas lenguas de fuego -¡qué sé yo!- consumirán las adherencias que me crispan, me deforman y me impiden ser libre y estar disponible y entregado. Eso va a doler, pero me aliviará del peso de mí mismo.

Y todo vendrá por sus pasos contados. De momento, morirme poco a poco se me va dando fácil. Me voy desmoronando pero expío mi arrogancia, todo el bien que no hice, lo que no agradecí. “La muerte es la victoria de Dios sobre mi egoísmo”, el triunfo de la santa agonía de Jesús sobre mi replegada desconfianza.

Borradas ya todas las pesadillas, moriré para despertar en el seno donde he estado siempre sin sentirlo; para abrir los ojos de par en par y caer postrado rompiendo en llanto ante la Inmensa Faz: para hallar felices a los seres queridos, sentir que de mí surgen todos los poemas, los grandes paisajes y las bellas ciudades, ser yo toda la música, bailar todos los valses... Y vibrar al unísono de todos los valores. En su fuente sagrada.


Agustín Alisent, monje de Poblet


Extraído de la hemeroteca de La Vanguardia  17.1.94


portada del libro

Para leer más artículos y conocer mejor al monje de Poblet, pueden adquirirlo aquí. Conocerán más detalles del monje y de su influencia en el autor, Paco Segarra, conocido como Pakez o Coronel Pakez, que tuvo la suerte de tratarlo y de tener correspondencia con él y que se incluye en el libro. 










jueves, diciembre 19, 2019

Argentina: inauguran una parcela para inhumar a los niños que nacen muertos


Hasta ahora los bebés son considerados residuos patológicos

El 25 de diciembre será bendecida en el cementerio parque «Tierra de Paz» de Posadas, una parcela especial para la inhumación de los niños que nacen muertos y que en la actualidad son tratados como residuos patológicos.



18.12.19 

(AICA/InfoCatólica) Como está ocurriendo en otras partes del mundo, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, bendecirá una parcela especial dedicada a dar inhumación digna a los restos de los niños que nacen muertos. Será el 25 de diciembre, Natividad del Señor, a las 16 en el cementerio parque «Tierra de Paz».

Actualmente, en centros médicos y hospitalarios son tratados como residuos patológicos, por lo que este lugar en el cementerio se convertirá para muchas familias, en un sitio donde comenzar el duelo que sufren ante la pérdida de un niño o niña.

Ante el «descarte fetal» que implica que los fetos que no superen los 500 gramos no sean considerados seres humanos sino meros desechos, un grupo de científicos y cristianos en la ciudad de Posadas han estado trabajando en su conjunto, desde diferentes áreas científicas y humanas, en el quehacer de esta problemática creciente en encontrar un lugar de inhumación para los cuerpos de estos fetos.

Hace seis años en Alemania el matrimonio Martin fue a inscribir en el Registro Civil a sus hijos fallecidos se encontró con que a Tamino, que sólo llegó a los 290 gramos, no se le podía nombrar ni enterrar. Comentó su padrino:

«Lo horrible es que, visto jurídicamente, este niño no existe. Uno se queda estupefacto por esta cruel burocracia. El pequeño era perfecto, tenía todo, era muy bonito, y saludable»

En este caso el obispo de Posadas se ha adelantado a las necesidades de los feligreses. Así, de forma libre y voluntaria se pueda con las madres y padres que hayan atravesado esta situación particular, dar cristiana inhumación a estos seres humanos en desarrollo menores de 500 gramos que no lograron vivir por causas naturales o provocadas, otorgándoles un espacio de tierra, a título gratuito, dentro de un cementerio, para que reposen con el merecido respeto humano como un ser íntegro con cuerpo y alma de acuerdo a las creencias religiosas cristianas.

Para ello se dispondrá de un espacio, «parcela de los angelitos», para que los interesados en hacer uso de tal bien logren el contacto de referencia para concretar dicha inhumación en forma gratuita, voluntaria y anónima. Esta parcela o lugar de descanso es uno de los pocos que existe con este fin en la región y en el país

martes, diciembre 17, 2019

Las pesadillas de elección

Los efectos psicológicos de realizar abortos



“Tengo sueños de feto, todos lo hacemos aquí: sueños de abortos uno tras otro; de cubos de sangre salpicados en las paredes; árboles llenos de fetos que se arrastran”, informó Sallie Tisdale de su tiempo como enfermera en un centro de abortos. Al escribir en la revista Harper, contó que había soñado que dos hombres la agarraron y la arrastraron.

"Hagamos un aborto", dijeron con una mirada repugnante, y comencé a gritar, sumido en una visión de succión, dolor punzante, de ser extendido y desgarrado por instrumentos imparciales que solo hacen lo que se les ordena. Me desperté de este sueño apenas capaz de respirar y pensé en mesas de cocina y perchas, agujas de tejer rayadas con sangre y mujeres solas agarrando una almohada entre los dientes para evitar que los gritos penetraran las paredes de los apartamentos.

No es un trabajo alegre ni fácil. "Hay momentos cansados ​​y sombríos en los que creo que no puedo soportar otra cuenca de restos sangrientos, pronunciar otra amable frase de tranquilidad", escribió. ". . . Me preparo para otra cuenca, otra pérdida breve y irritante. '¿Cómo puedes soportarlo?' Hasta los clientes preguntan...  Veo el abdomen hinchado de una mujer hundirse en suavidad en unos pocos momentos de tartamudeo y mi propio vientre se sacude de dolor ” 1.

¿Cuál es el impacto emocional de hacer abortos en las personas que los hacen? Quienes los hacen han escrito y dicho lo suficiente como para demostrar que no es un procedimiento médico ordinario. Algunos, como Tisdale, sufren pesadillas. Otros sufren muchos de los otros síntomas asociados con el trastorno de estrés postraumático (TEPT), una vez llamado "shock de concha" y "fatiga de batalla". 2 La práctica de la medicina, de la curación, no debería causarle pesadillas, no debería dejarlo conmocionado. .

A continuación, solo se citarán médicos y enfermeras proabortistas y publicaciones médicas oficiales, a excepción de los dos médicos citados al final. Su creencia de que lidiar constantemente con el aborto era una fuente inusual y significativa de estrés, más que la medicina ordinaria, de ninguna manera provenía de la oposición al aborto.

Su trauma

Se ha hecho un estudio notablemente escaso de los médicos, enfermeras, consejeros y otro personal en centros de aborto. Solo dos estudios científicos que analizan a un gran número de personas han sido realizados por investigadores que no trabajaron en el campo del aborto. Uno (por M. Such-Baer) apareció en Social Casework en 1974 y el otro (por KM Roe) en Social Science and Medicine en 1989.

Ambos estudios fueron realizados por personas a favor del aborto legal, pero ambos notan la alta prevalencia de síntomas que se ajustan a la condición ahora llamada trastorno de estrés postraumático (TEPT). El estudio publicado en 1974, antes de que se adoptara el término, señaló que "el pensamiento obsesivo sobre el aborto, la depresión, la fatiga, la ira, la baja autoestima y los conflictos de identidad eran prominentes". El complejo de síntomas se consideró un 'trastorno reactivo transitorio', similar a 'fatiga de combate' ” 3.

El otro estudio enumeró síntomas similares: “Los períodos ambivalentes se caracterizaron por una variedad de sentimientos y comportamientos poco característicos, que incluyen la retirada de los colegas, la resistencia al trabajo, la falta de energía, la impaciencia con los clientes y una sensación general de inquietud. Pesadillas, imágenes que no podían ser sacudidas, y la preocupación se informó comúnmente. También era común la privacidad profunda y solitaria dentro de la cual los practicantes habían lidiado con su ambivalencia ” 4.

El caso de que las practicantes de aborto sufren de TEPT porque realizan abortos aún no se puede hacer. Es algo difícil de probar: puede ser difícil determinar quién es y quién no está haciendo abortos; los que más han sufrido pueden haber abandonado el campo; puede ser que las personas que ya han pasado por eventos traumáticos ya estén más inclinadas a participar en abortos; y finalmente, el debate político actual puede afectar la forma en que las personas se sienten acerca de su trabajo.

Sin embargo, la evidencia acumulada hasta el momento muestra que ciertamente se necesita más investigación.

American Medical News, una revista publicada por la Asociación Médica Estadounidense, informó que las discusiones en un taller de la Federación Nacional del Aborto "iluminan un lado rara vez escuchado del debate sobre el aborto: los sentimientos conflictivos que afectan a muchos proveedores...  La noción de que las enfermeras, los médicos, los consejeros y otras personas que trabajan en el campo del aborto tienen dudas sobre el trabajo que realizan es un secreto bien guardado ”. Entre las historias:

Una enfermera que había trabajado en una clínica de abortos durante menos de un año dijo que sus momentos más problemáticos no fueron en la sala de procedimientos sino después. Muchas veces, dijo, las mujeres que acababan de abortar se acostaban en la sala de recuperación y gritaban: “Acabo de matar a mi bebé. Acabo de matar a mi bebé. ”“ No sé qué decirles a estas mujeres ”, dijo la enfermera al grupo. "Una parte de mí piensa: 'Tal vez tengan razón'".

Un médico en Nuevo México admitió que  a veces le sorprendió la ira que un aborto tardío puede provocar en él. Por un lado, dijo el médico, está enojado con la mujer. "Pero paradójicamente", agregó, "tengo sentimientos de enojo conmigo mismo por sentirme bien al agarrar la calvaria [la parte superior de la cabeza del bebé], por sentirme bien por hacer un procedimiento técnicamente bueno que destruye un feto, mata a un bebé". 5 5

Casi todo negativo

El estudio de Such-Baer, ​​realizado en 1974, un año después de que Roe v. Wade legalizó el aborto en todo el país, informó que "casi todos los profesionales involucrados en el trabajo de aborto reaccionaron con sentimientos más o menos negativos". Aquellos que tienen contacto con los restos fetales tienen más sentimientos negativos que aquellos que no lo hacen, y su respuesta varió poco: "Todas las reacciones emocionales fueron unánimemente extremadamente negativas" 6.

El mayor estudio publicado incluyó entrevistas con 130 trabajadoras del aborto en San Francisco entre enero de 1984 y marzo de 1985. Los autores no esperaban encontrar lo que encontraron. "Particularmente sorprendente fue el hecho de que las molestias con los clientes o procedimientos de aborto fueron reportadas por profesionales que apoyaron firmemente los derechos de aborto y expresaron un fuerte compromiso con su trabajo", señalaron. "Este hallazgo preliminar sugiere que incluso aquellos que apoyan el derecho de una mujer a interrumpir un embarazo pueden estar luchando con una tensión importante entre sus creencias formales y la experiencia situada de su trabajo de aborto".

En respuesta, los investigadores decidieron "entrevistar solo a los profesionales que se identificaron como proabortistas y se comprometieron a continuar su trabajo de aborto durante al menos seis meses". Pensaron que estas personas, "como la mayoría libres de anti-elección preexistente sentimientos y más resistentes a su influencia potencial, proporcionarían una visión rica de los dilemas y dinámicas actuales del trabajo de aborto legal ”. Esto redujo la muestra a 105 trabajadores.

El setenta y siete por ciento de los que mencionaron el tema del aborto como un acto destructivo, como la destrucción de un ser vivo. En cuanto al asesinato: “Este tema fue inesperado entre los practicantes proabortistas, sin embargo, el 18 por ciento de los encuestados habló sobre la participación en el aborto de esta manera en algún momento de la entrevista. Este tema tendía a surgir lentamente en las entrevistas y siempre se presentaba con una evidente molestia ". 7

Incluso Tisdale, que todavía creía en el aborto, admitió la ambigüedad de realizarlos. El aborto, dijo, "es el límite más estrecho entre la amabilidad y la crueldad. Hecho tan bien como puede ser, sigue siendo violencia, violencia misericordiosa, como matar a un animal que sufre...  Es una dulce brutalidad la que practicamos aquí, una cruda y amorosa desaparición ” 8.

El estrés parece crecer a medida que se desarrolla el feto. "A medida que avanza el embarazo, la idea del aborto se vuelve cada vez más repugnante para muchas personas, incluido el personal médico", señaló un médico especialista en aborto llamado Don Sloan en un libro que afirma enérgicamente la necesidad del aborto legal. En respuesta, "los médicos intentan divorciarse del método". Después de describir el procedimiento en detalle gráfico, incluida la necesidad de verificar las partes del cuerpo para asegurarse de que cada parte del feto se haya extraído del útero, concluyó: "Querer hacer el aborto? Paga el precio. Hay un viejo dicho en medicina: si quieres trabajar en la cocina, es posible que tengas que romper un huevo. La estufa se calienta. Prepárate para quemarte. ” 9

Los abortos tardíos representan "un dilema inusual", dijo Warren Hern, especialista en abortos, en un documento entregado a la Asociación de Médicos de Planificación Familiar. Los médicos y enfermeras que lo hacen tienen "fuertes reservas personales sobre participar en una operación que consideran destructiva y violenta". Explicó sus reacciones de esta manera:

Parte de nuestro patrimonio cultural y quizás incluso biológico retrocede en una operación destructiva en una forma similar a la nuestra, incluso aunque podamos saber que el acto tiene un efecto positivo para una persona viva. Nadie que no haya realizado este procedimiento puede saber cómo es o qué significa; pero habiéndolo realizado, estamos desconcertados por las posibilidades de interpretación. Hemos llegado a un punto en esta tecnología en particular donde no hay posibilidad de que el operador niegue un acto de destrucción. Está ante los ojos de uno. Las sensaciones de desmembramiento fluyen a través de las pinzas como una corriente eléctrica...  Cuanto más parecemos resolver el problema, más intratable se vuelve. 10

Sueños malos

Pero son los sueños de los practicantes los que más nos pueden decir. Los malos sueños son tan comunes que puede esperarse una mención de ellos, aunque sea leve, en casi todas las presentaciones sobre el tema de las reacciones emocionales del personal de un centro de abortos al realizar abortos. Muchas de las personas que dejaron de abortar porque se convencieron de que el aborto era incorrecto informan que soñaban con el aborto.

Los informes varían con respecto al número de trabajadores que sufren pesadillas relacionadas con el aborto: un estudio realizado por el Dr. Hern dijo que solo dos de 23 trabajadores informaron que soñaban con el aborto, mientras que una noticia sobre los abortos tardíos en ObGyn News dijo que una cuarta parte de los trabajadores soñaba con el aborto. 11 Tisdale dijo que todos en sus instalaciones tenían esos sueños, pero que probablemente era una licencia poética.

¿Cómo son los sueños? Tisdale habló de soñar con "sangre salpicada en las paredes" y "árboles llenos de fetos que se arrastran", así como de su propia violación. Otro escritor habló de una enfermera que soñó que "estaba metiendo un bebé en la boca de un jarrón [antiguo]. El bebé la miraba con una expresión suplicante. Alrededor del florero había un anillo blanco. Ella interpretó esto como la representación de las otras enfermeras mirando su acto con condena ".

Llegó a la conclusión de que su sueño "muestra que inconscientemente el acto de aborto se experimentó como un acto de asesinato. Cabe señalar que esta enfermera estaba fuertemente comprometida intelectualmente con la nueva ley de aborto. Su reacción fue típica. Independientemente de la orientación religiosa o filosófica, la visión inconsciente del aborto sigue siendo la misma. Esto fue lo más significativo que se aprendió como resultado de estas sesiones. ” 12 (Esta historia apareció en un editorial en Obstetrics and Gynecology, que argumentó que el personal de los centros de aborto debería ser alentado a hablar sobre sus sentimientos como una forma de mantenlos haciendo el trabajo.)

American Medical News informó esto desde el taller de la Federación Nacional del Aborto: “Ellos [quienes realizan o ayudan a realizar abortos] se preguntan si el feto siente dolor. Hablan sobre el alma y hacia dónde va. Y sobre sus sueños, en los que los fetos abortados los miran con ojos antiguos y manos y pies perfectamente formados y preguntan: '¿Por qué? ¿Por qué me hiciste esto? '” 13

Un documento presentado a la Asociación de Médicos de Planned Parenthood describió los sueños de dos personas que habían soñado "con vómitos fetos junto con una sensación de horror". Los escritores concluyeron: "En general, parece que cuanto más directa es la participación física y visual (es decir, enfermeras, médico), más estrés experimentado. Esto es evidente tanto en el estrés consciente como en las manifestaciones inconscientes como los sueños. Al menos, ambos individuos que informaron varios sueños significativos estaban en estos roles ". 14

Explicaciones alternativas

¿Cómo podemos explicar los problemas de los practicantes, especialmente sus sueños? Puede ser que así es como la mente humana responde al asesinato, como se ha sugerido de otros grupos de personas que matan. Aquellos que creen que el aborto es matar, y que matar a otro ser humano es algo que pocas personas pueden hacer naturalmente, encontrarán esta explicación plausible.

Pero los científicos sociales han ofrecido otras dos explicaciones. Una es simplemente que las personas están sufriendo agotamiento, al igual que muchos en las profesiones de ayuda. Por lo tanto, es un problema más fácil de resolver, que requiere solo vacaciones y rotación de tareas. Teniendo en cuenta la naturaleza de gran volumen y alta velocidad de la mayoría de las prácticas de aborto, de hecho pueden estar sufriendo de agotamiento, pero también pueden sufrir de conciencia o TEPT. Más importante aún, el agotamiento no explica sus sueños.

La otra explicación es que las personas responden negativamente debido a un malentendido primitivo o infantil de los hechos. El editorial en Obstetrics and Gynecology recién citado argumentó que "el niño inevitablemente mezcla los hechos con la fantasía". Incapaz de conceptualizar todo el proceso en términos sofisticados, el niño piensa en términos concretos. Visualizó un 'huevo' en 'el estómago' y cree que un bebé formado se desarrolla desde el principio, creciendo durante nueve meses hasta convertirse en un bebé de tamaño completo ”.

El autor cree que esta es la forma de dar cuenta de los sueños. Aunque los adultos entienden la reproducción, “las fantasías primitivas permanecen en el inconsciente...  Por lo tanto, incluso aquellos que se comprometen intelectualmente con el aborto tienen que lidiar con su propia visión inconsciente de un feto como un bebé real. El trauma emocional observado en estas enfermeras fue el resultado del conflicto psíquico entre su compromiso intelectual, por un lado, y sus puntos de vista inconscientes, por el otro. Interiormente, se ven a sí mismos participando en un acto de asesinato ” 15.

Si ver al feto como un bebé es simplemente un producto de la imaginación, un símbolo, una simplificación excesiva, la solución es simple. La mejor manera de contrarrestar una fantasía es mostrar la realidad. La tecnología moderna ha proporcionado fotografías de embriones y fetos en cada etapa de desarrollo, y los sonogramas muestran sus movimientos en tiempo real. Sin embargo, esta técnica parece no funcionar para reducir los síntomas que sufren los trabajadores del aborto, como argumentó en 1986 otro editorial, titulado "Advierte sobre el impacto psicológico negativo de la ecografía en el aborto".

Una advertencia

Los defensores del aborto creen que es una forma de medicina. Los opositores creen que es matar. Si el aborto es quitarle la vida a una persona, algunos o muchos de los que practican abortos deberían sufrir ciertas consecuencias psicológicas asociadas con el trauma causado por lastimar a otros. Si no encontramos tales consecuencias, se fortalece el caso de que el aborto no es violencia en absoluto. Si los encontramos, se fortalece el caso de violencia. La evidencia anecdótica y los estudios que hemos sugerido sugieren que algunas de las personas que realizan abortos sufren daños psicológicos, que la realización de abortos tiene tales consecuencias.

Quizás los sueños son una advertencia. Si es así, estas pesadillas pueden ser una bendición. Bernard Nathanson, hablando de la época en que fue pionero en la creación de instalaciones de aborto, recordó haber sido acorralado por la esposa de un médico en un cóctel. “Ella me hizo a un lado y habló de una manera decididamente agitada de las pesadillas cada vez más frecuentes que su esposo había tenido. Le había confesado que los sueños estaban llenos de sangre y niños, y que más tarde se obsesionó con la idea de que pronto se infligiría una justicia terrible a sus propios hijos en pago por lo que estaba haciendo ". Estos sueños y estos Los sentimientos pueden haber sido una advertencia de su conciencia para parar. dieciséis

El exmédico especialista en abortos McArthur Hill ha contado cómo trataba de salvar a los bebés prematuros y descubrir luego que los bebés que había abortado eran más grandes que los prematuros que había salvado.

Fue en este punto que comencé a tener pesadillas...  En mis pesadillas, daría a luz a un bebé recién nacido sano. Y tomaría a ese bebé recién nacido sano, y lo sostendría. Y me enfrentaría a un jurado de personas sin rostro y les pediría que me dijeran qué hacer con este bebé. Debían ir con el pulgar hacia arriba o hacia abajo, y si hacían una indicación de pulgar hacia abajo, entonces debía dejar caer al bebé en un balde de agua que estaba presente. Nunca llegué al punto de dejar caer al bebé en el balde, porque siempre me despertaba en ese punto. 17

El Dr. Hill finalmente se despertó con la realidad de lo que estaba haciendo. Otros también lo tienen. Si es cierto que las pesadillas de los practicantes y otros síntomas son el resultado de su trabajo, como lo sugiere la evidencia, habrá muchos otros practicantes de abortos que serán impulsados ​​por sus sueños a escuchar la voz de la conciencia y dejar de ayudar a matar a los no nacidos.

"Nadie sabe qué es esto"
Una mujer que trabajó para un médico en Louisiana durante unos meses contó un incidente en una conversación telefónica. “Lo único que más me recuerda, que realmente me molestó, fue que había abortado, tenía un feto envuelto dentro de un papel azul. Lo metió dentro de un guante quirúrgico y le puso otro guante. Estaba de pie en el pasillo, hablando conmigo y con dos de sus asistentes. Estaba lanzando al feto al aire y atrapándolo. Como si fuera una pelota de goma. Acabo de mirarlo, y es como, doctor, por favor. Y se rio. Él dice: 'Nadie sabe qué es esto' ".

Tal adormecimiento de las emociones es un fruto de realizar abortos, un síntoma importante del estrés postraumático que los practicantes de aborto parecen sufrir. El médico que se ríe mientras arroja al niño muerto al aire parece sufrir el síntoma llamado "alejamiento" o "desapego de los demás".

- Rachel MacNair

Notas:

1. Tisdale, Sallie, "Hacemos abortos aquí", Harper's, octubre de 1987.

2. Para obtener una lista de los síntomas del TEPT, consulte la Tabla 1 en mi "Práctica del aborto como un trauma inducido por la penetración", que se encuentra en http://www.uffl.org/vol10/macnair10.pdf . Para un tratamiento más completo de este tema, vea mi Estrés traumático inducido por perpetración: las consecuencias psicológicas de matar (Praeger, 2002).

3. Such-Baer, ​​M., "Reacción del personal profesional ante el trabajo de aborto", Social Casework, julio de 1974.

4. Roe, KM, "Problemas privados y asuntos públicos: proporcionar aborto en medio de definiciones competitivas", Social Science and Medicine (1989) 29: 1197.

5. Gianelli, DM, "Los proveedores de aborto comparten conflictos internos", American Medical News, 12 de julio de 1993.

6. Tales-Baer, ​​op cit.

7. Huevas, op cit.

8. Tisdale, op. Cit.

9. Sloan, Don & Hartz, P., Abortion: A Doctor's Perspective, A Woman's Dilemma (Nueva York: Donald I. Fine, Inc., 1992).

10. Hern, WM y Corrigan, B., “¿Qué hay de nosotros? Reacciones del personal al procedimiento D&E. ”Presentado en la reunión de 1978 de la Asociación de Médicos de Planificación Familiar, San Diego, 26 de octubre de 1978.

11. Hern y Corrigan, op cit; Jancin, B., "La agitación emocional de los médicos, el personal llevó a cabo el mayor problema de D&E", ObGyn News (1981) 16: 15–31.

12. Kibel, HD, "Editorial: Reacciones del personal al aborto", Obstetrics and Gynecology (1972) 39 (1).

13. Gianelli, op. Cit.

14. Hern y Corrigan, op cit.

15. Kibel, op. Cit.

16. Nathanson, Bernard, Aborting America (Toronto: Life Cycle Books, 1979).

17. Prolife Action League, 1989.

Rachel M. MacNair, Ph.D., es la directora del Instituto para el Análisis Social Integrado en Kansas City, el brazo de investigación de Consistent Life , y la autora de Estrés traumático inducido por perpetración: las consecuencias psicológicas del asesinato (Praeger, 2002 ), que examina varios grupos que matan, incluidos veteranos y verdugos.

Este artículo es una versión resumida del capítulo seis de ese libro. Una versión anterior, presentada en la décima conferencia de la Facultad Universitaria de la Vida y que relaciona los síntomas de los practicantes de aborto con los síntomas del trastorno de estrés postraumático, se puede encontrar en http://www.uffl.org/vol10/macnair10.pdf

lunes, diciembre 09, 2019

El Dúo Seals & Crofts y su canción provida


Fue compuesta en  1973 coincidiendo con plena aprobación del aborto por el caso Roe vs Wade 
Esta aprobación contradecía las convicciones personales de Jim y Dash, de Seals & Crofts. Pero quizá no hubiesen tomado partido artísticamente si no fuera porque Lana Day Bogan, esposa de su ingeniero de grabación, vio un documental sobre la realidad del aborto, quedó impresionada y escribió un poema. Se lo enseñó a Jim Seals y le pidió que le pusiese música. Así lo hizo, y nació Unborn child [Niño no nacido], que habría de marcar la senda del dúo.

La Warner presionó a Seals & Crofts. Así lo reveló Dash en una entrevista de 1993 al crítico musical Bill de Young: "Warner Brothers nos advirtió de que no lo hiciéramos. Dijeron: 'Es un asunto enormemente controvertido, os aconsejamos no hacer esto'. Nosotros les dijimos: 'Pero vosotros estáis en este negocio por dinero, nosotros lo hacemos para salvar vidas. No nos importa el dinero'.


La correción política impidió que se difundiera a tope y salvara vidas, pero estamos a tiempo de seguir difundiéndola



       Pulsa la imagen para redirigir al vídeo en ventana nueva.



Letra en inglés
Oh unborn child, if you only knew just what your momma was plannin' to do
You're still a-clingin' to the tree of life, but soon you'll be cut off before you get ripe
Oh unborn child, beginning to grow inside your momma, but you'll never know
Oh tiny bud, that grows in the womb, only to be crushed before you can bloom

Mama stop! Turn around, go back, think it over
Now stop, turn around, go back, think it over
Stop, turn around, go back think it over

Oh no momma, just let it be. You'll never regret it, just wait and see
Think of all the great ones who gave everything
That we might have life here, so please bear the pain

Mama stop! Turn around, go back, think it over
Now stop, turn around, go back, think it over

Stop, turn around, go back think it over

Letra en español "Oh, pequeño, nunca llorarás ni oirás cantar una dulce canción de cuna.
Oh, niño no nacido, ¡si supieras lo que tu madre está planeando!
Tú todavía te aferras al árbol de la vida, pero pronto serás cortado antes de madurar.
Oh, niño no nacido, que estás empezando a crecer dentro de tu madre pero nunca lo sabrás.
Oh, pequeño brote que creces en el vientre solo para ser aplastado antes de florecer.
¡Mamá, detente! Da media vuelta, regresa, piénsatelo.
Detente ahora, da media vuelta, regresa, piénsatelo.
Detente, da media vuelta, regresa, piénsatelo".

Datos de REL

viernes, noviembre 29, 2019

La vida de Berta floreció cuando dijo la verdad

La vida de Berta floreció cuando dijo la verdad pidiendo perdón a Dios y a su hijo mayor


La vida de Berta floreció cuando dijo la verdad pidiendo perdón a Dios y a su hijo mayor


"«Madre yo la perdono, pero no llore más». Yo le dije: «¡No mi amor! déjame llorar porque tengo mucho que reparar, algún día no lloraré más»".

“No hay nada imposible para Dios porque Él llega a lo profundo del corazón cuando uno se deja amar y se deja seducir por Él. Hace maravillas con uno. Lo digo yo que soy una pobre mujer…”

Es la certeza que comparte Berta Alarcón, una madre de 59 años, residente en Popayán (Colombia), quien decidió dejar registro en Portaluz del proceso y las consecuencias benéficas que atrajo a su vida el enfrentar y sincerar la verdad, de la mano de Dios.

“En mi vida hice muchos disparates”

A fines de la década de los ochenta, con casi 30 años, Berta era madre soltera y apenas si había alcanzado a terminar el Bachillerato. Vivía allegada en casa de sus padres, ocupada en las labores de casa y el cuidado de sus dos hijos, de padres distintos, que los chicos ni siquiera conocían de nombre.

“De verdad que en mi vida yo hice muchos disparates” comenta Berta y recuerda que por entonces seguía equivocando el rumbo de su vida pues mantenía una relación afectiva con un hombre casado. “Me duele haber puesto los ojos en un hombre casado, para que me diera cualquier peso, para comprarle los zapatos o lo que mis hijos necesitaran”, sincera.

Pero pronto la vida de Berta sería remecida al fallecer su madre y hoy está convencida que aquél inmenso dolor fue una oportunidad para ella y en la que Dios tomaría el protagonismo. “Dios, como buen papá y pedagogo que es, me causó el dolor más grande de mi vida quitándome a mi madre, pues ya había perdido a mi padre. Aun así, no dejé a ese hombre casado. Entonces, al mes de morir mi mamá, se enfermó mi hijo menor y lo internaron en la clínica…” En este momento crítico, estando el hijo en riesgo vital, Berta suplicó a Dios y decidió, dice, “arrancar a ese hombre casado del corazón e irme de la mano de Dios con lo que fuera, sacar adelante mis hijos, con las deudas con todo lo que tenía encima me puse en las manos de Dios”.

No hay nada oculto que no haya de saberse

La conciencia y voluntad de cambio eran un primer paso. Pero aún faltaba reconciliar de forma efectiva su historia y para ello decidió sincerar a su hijo mayor un doloroso secreto. Recibió las gracias necesarias para esto, cuenta Berta, en un retiro espiritual predicado por la hermana Blanca Ruiz, de las Religiosas de la Comunidad Hijas e Hijos del Fiat (pulse aquí para conocerles). “Ella fue a dar un encuentro sobre sanación de la familia, entonces habló sobre el perdón y Dios me dio esa fuerza de ir donde mi hijo y pedirle perdón…”.

El hijo mayor tenía 17 años cuando Berta le explicó el por qué no podía dar respuesta a la pregunta que por años había estado haciendo: a saber, quién era su padre. Con la angustia apretada en el pecho pudo finalmente decirle que cuando tenía 16 años quedó embarazada luego de ser violada.

Pero había algo más, agregó, y por lo cual quería pedirle perdón. “Desde el momento que me violaron pasé tres meses intentando abortar por todos los medios… gracias a Dios y a la Santísima Virgen María no sucedió, hijo”, cuenta Berta que logró expresar, rompiendo luego en llanto.

Sanada para dar gloria a Dios



Hoy Berta Alarcón (imagen adjunta) recuerda nuevamente emocionada la reacción del primogénito… “Fue ese momento muy lindo porque mi hijo es muy noble; él me abrazó y me dijo: «Madre yo la perdono, pero no llore más».  Yo le dije: «¡No mi amor! déjame llorar porque tengo mucho que reparar, algún día no lloraré más»”.

Con esta reconciliación vino un renacer de la fe en Berta, conversión que además generó otras buenas nuevas. Se casó con un hombre que asumió un rol protector hacia sus hijos a quienes apoyó en la educación; superó un cáncer; ha logrado sobrellevar el fallecimiento trágico en un accidente de su esposo; también pudo ver agradecida el desarrollo profesional y espiritual de sus hijos; y es una católica activa en su parroquia.

“Yo aprendí -destaca Berta- a descubrir a Jesús, el amor de Dios (…) No encuentro palabras para dar gracias a Dios porque mi vida es una alegría; yo me siento libre, y voy donde el Señor me quiere llevar”. 


Portaluz. Ana Beatriz Becerra.  



Elizabeth Peters cuenta el sufrimiento que produce el Síndrome post-aborto



Fue presionada para abortar: «Es fácil juzgar un pecado hasta que conoces a quien lo ha cometido»

“En mis pesadillas, veo como asesinan a un hombre. Siempre es un hombre. Yo sabía que mi hijo iba a ser un niño”, eso es lo que Elizabeth Peters ha estado contando durante años a su psicólogo. El recuerdo del aborto al que se sometió la ha perseguido durante mucho tiempo en forma de pesadillas y traumas.



Es lo único que podemos hacer
Peters había sido criada en el catolicismo. Cuando tenía 20 años, tuvo un aborto, según ha contado al CatholicSentinel. Su novio le decía que eran demasiado jóvenes para ser padres. “Es lo único que podemos hacer”, le decía. Pidieron cita y él pagó la factura. Ella no quería abortar.

Cuando intentó cancelar la cita, la clínica abortista le dijo que era difícil conseguir una y que, si no aprovechaba la oportunidad ahora, tendría que seguir adelante con el embarazo. Además, el reembolso del dinero no sería completo. “Era un miedo tras otro”, recordaba Peters.

Tras ver una ecografía de su bebé, Peters no quería tomar la pastilla abortiva que le ofrecían. “Pero eran tres personas presionándome. Solo quería acabar con aquello, así que me tragué la pastilla”, ha contado.


Pesadillas, cambios de humor y estrés post-traumático
Entonces comenzó el estrés post-traumático. Las pesadillas no la dejaron dormir durante años. Padeció una enfermedad mental que ni siquiera aparece en los códigos de medicina, el Síndrome post-abortivo.

“Las mujeres que han sufrido un aborto pueden llegar a tener depresión, problemas de autoestima, dificultades para sentir afecto hacia otros hijos que tengan en el futuro,ansiedad e incluso cambios bruscos de humor”, ha dicho Emily Noack, psiquiatra del Catholic Charities of Oregon (catholiccharitiesoregon.org), que dirige el Proyecto Rachel (projectrachel.ca). Este proyecto también tiene presencia en España (Proyecto-raquel.com).

Ayuda profesional y espiritual personalizada
Noack y el equipo de Proyecto Rachel han abierto una cuenta de correo electrónico y una línea de teléfono para que tanto hombres como mujeres que hayan pasado una experiencia traumática relacionada con el aborto puedan pedir ayuda. El equipo colabora con otras parroquias, y ofrece una ayuda espiritual personalizada. El paciente puede elegir hablar con un compañero de oración, un sacerdote, una monja… etc.

“Esa colaboración entre las parroquias es clave”, ha explicado Hether Zarrilli, directora de Familia y Apoyo dentro de Catholic Charities of Oregon.  “Los sacerdotes no tienen ninguna clase de formación médica, y nosotros no tenemos ninguna formación espiritual. Cuando juntamos ambas disciplinas, el apoyo al paciente es total”.

Es muy fácil juzgar, hasta que conoces a la persona
Cuando Peters volvió a quedarse embarazada, dio a luz a su hija, pese a que el padre las abandonó. “Yo iba a querer a mi hija, pasara lo que pasara. Quería que ella supiera lo importante que era”, ha dicho Peters. También se quedó con su segundo hijo, que, al igual que la primera, llegó de forma inesperada.

Peters también tuvo que enfrentarse al rechazo social de su comunidad. Aunque ahora se siente bienvenida, su familia y amigos la juzgaron muy duramente tras tomar esta decisión. “Es muy fácil juzgar un pecado hasta que compruebas que tiene una historia y una cara”, ha dicho Peters.

Ahora Peters está casada. Su marido ha acogido a los dos hijos de Peters como suyos, y esperan un tercero. 




El médico que almacenaba abortos: se veía a menudo con un sacerdote y un provida


Ulrich Klopfer guardaba en el sótano de su casa los restos de más de 2.200 bebés abortados


Ulrich Klopfer guardaba en el sótano de su casa los restos de más de 2.200 bebés abortado








J. Lozano / ReL
El pasado día 12 de septiembre las autoridades encontraron en la casa de Ulrich Klopfer, médico abortista que había fallecido días antes, los restos de más de 2.200 bebés abortados “preservados médicamente”. Ahora la Fiscalía tanto de Illinois, donde vivía este abortista, como de Indiana, donde se encontraban sus abortorios, investigan este extraño suceso y por qué trasladó, vulnerando numerosas leyes, estos restos humanos de un estado a otro hasta su sótano.
Sin embargo, pese a lo llamativo del caso y los enormes interrogantes que genera la actitud de Ulrich Klopfer, la cobertura mediática ha sido escasa o nula por parte de los grandes medios estadunidenses. Así lo refleja y denuncia David Mastio en Usa Today, que recuerda que ya ocurrió algo parecido con Kermit Gosnell, condenado ahora por el asesinato de bebés que habían sobrevivido al aborto.
Unas preguntas para que los medios no buscan respuestas
Y además, lanza varias preguntas a estos grandes medios que hacen de una anécdota un mundo mientras silencian historias como esta: ¿Cómo se mete un médico en problemas en cinco estados y puede seguir practicando abortos en otros estados que dicen preocuparse por las mujeres? ¿Cómo acumula un médico tantos cadáveres en su garaje para hacer una imitación aceptable de una fosa común de la Segunda Guerra Mundial? ¿Sus empleados no se dieron cuenta de que se llevaba a casa restos de bebés? ¿Cómo una historia tan sensacional, que en parte tuvo lugar en la ciudad natal del candidato presidencial Pete Buttigieg, donde él es alcalde, no recibe más que la atención superficial de los medios de comunicación nacionales?
El padre Scheidt se reunió en varias ocasiones con el médico abortista 
El sacerdote que conoció al médico abortista
Quien sí puede ofrecer más datos sobre este médico abortista que ha practicado más de 30.000 abortos es el sacerdote Daniel Scheidt, que durante su homilía dominical el pasado 15 de septiembre habló sobre Klopfer, al que tanto él como un voluntario católico de la parroquia San Vicente de Paúl en Fort Wayne conocieron y se reunieron antes de que muriera y se descubriera su horrorosa colección.
Este asesino era, según dejó entrever el sacerdote, un hombre muy herido, lleno de frustraciones, que no tenía amigos ni a nadie con quien hablar, y que era consciente del mal que había realizado durante tantos años. Por ello, solo como estaba, no dudó en hablar y reunirse cada semana con estos activistas provida y católicos.
El sacerdote recordó que Klopfer tuvo una clínica en Fort Wayne, en South Bend y en otros lugares. “Durante años, cada vez que él estaba en la ciudad, e incluso cuando no lo estaba, muchas personas iban y rezaban en ese lugar. Había un feligrés de San Vicente que durante muchos años hizo esto mismo. Y al final conoció personalmente a George Klopfer. Y George a él”, reveló.
Un encuentro cada jueves
Tal y como recoge Our Sunday Visitor, el sacerdote contó que cuando el estado de Indiana retiró la licencia médica a este abortista, Klopfer siguió yendo a su clínica para salir de su automóvil y sentarse en el asiento de copiloto de este católico provida de la parroquia para conversar. De hecho, todos los jueves este abortero conducía desde Chicago a Fort Wayne (270 kilómetros) para estar con su ‘amigo’.
“Lo sé porque su ‘amigo’ me invitó a unirme junto a George Klopfer en el coche. Hasta en dos ocasiones me senté junto a ese hombre que es responsable del final de más de 30.000 vidas humanas”, señaló.
Resultado de imagen de Daniel Scheidt father fort wayne
Imagen de la que fue clínica abortista de Ulrich Klopfer en Fort Wayne (Indiana)
Lo primero que este médico suspendido dijo al sacerdote tras conocerlo fue sobre el abuso que sacerdotes y obispos habían perpetrado contra niños. Para el religioso, “esta acusación fue en realidad una revelación de su corazón. Era un hombre que conocía el sufrimiento interno”.
Qué había en su corazón
El padre Scheidt le preguntó en uno de estos dos encuentros sobre su infancia. Le contestó que creció durante la II Guerra Mundial y que vio la guerra en primera persona con muchos cadáveres. “Tenía el recuerdo grabado en su mente de las tropas rusas ametrallando pequeños animales, no para comer, sino sólo por crueldad”, explicó.
Otra de las preguntas que realizó a este médico es qué le llevó a especializarse en abortos. Les habló de un fallo en una operación cardíaca en la que él participaba y en la que acabó falleciendo el paciente.
Bernard Nathanson, uno de los principales médicos abortistas de EEUU en la década de 1970 que se convirtió al catolicismo y se hizo provida, explicó que muchos médicos que acaban dedicándose a matar bebés han fracasado en otros ámbitos de la medicina previamente, encontrando su lugar en los centros abortistas.  Poner fin a una vida humana es menos complicado, médicamente, que tratar de salvarla, afirmaba Nathanson.
"Al cielo de Hitler y Stalin"
Igualmente, Klopfer les confesó que no tenía ningún amigo, y que las personas más cercanas en ese momento a él eran precisamente este activista provida y el sacerdote, motivo por el cual conducía tantos kilómetros para encontrarse con ellos.
En uno de estos encuentros, este médico abortista les dijo: “Creo que iré al cielo de Hitler y Stalin”. Había interiorizado el sufrimiento que provocaba. Sabía lo que era y lo que había hecho. Incluso les llegó a hablar de sus pecados y todos sus fracasos.
Resultado de imagen de Ulrich Klopfer
Una situación surrealista
La última vez que el sacerdote vio a este médico abortista vivió una situación difícil de creer. En el coche estaban el religioso, el voluntario provida y el médico abortista. Este último vio entonces que un coche estacionaba y de él bajaba una mujer y su hijo. Sabía cómo se llamaba la mujer, que para colmo estaba abriendo un centro de la organización provida Right to Life en ese lugar.
Entonces Klopfer les dijo de bajarse del coche y saludar a esta mujer. “Fue uno de los momentos más surrealistas de toda mi vida. El sacerdote, el abortista, la mujer  que trabajaba en Rigth to Life, su hijo y un feligrés que intercede por un médico abortista”.
Una "oveja perdida" que hay rescatar
¿Qué sacó en claro el sacerdote de todo esto? El padre Scheidt dijo a los feligreses durante aquella homilía que “debemos ir en busca de la imagen divina de cada persona. Vi en George Klopfer no sólo a una persona que asesinó, sino una oveja perdida, alguien infinitamente más valioso que una moneda, alguien que necesitaba conocer su filiación". Precisamente, aquel domingo el Evangelio era el de las tres parábolas.
La última vez que el feligrés se encontró con el abortista le dijo: “George, no es demasiado tarde. Eres como el ladrón que está en la cruz al lado de Jesús. Perteneces a Jesús. Acepta a Jesús, aunque sea ahora a última hora”. Y este católico que tangas veces abandonaba sus encuentros con el médico frustrado por no ver cambios en él se despidió aquel día creyendo que esto le había llegado a su corazón.
Por ello, este sacerdote recordó que “sólo Dios sabe que ocurrió a última hora” y que “Dios posee la capacidad de transformar y sanar la vida humana”. Para ello, cuenta con instrumentos como este voluntario que dedicó su esfuerzo, tiempo e ilusión para intentar rescatar a un gran asesino
.

martes, abril 02, 2019

Los anticonceptivos hormonales causan abortos

Los anticonceptivos hormonales causan abortos,
    según confirma un estudio

Martín M. Barillas

WASHINGTON, D.C., 29 de marzo de 2019 (LifeSiteNews.com). En una revisión de la bibliografía científica disponible, tres investigadoras médicas han hallado evidencia de que las mujeres que usan anticonceptivos hormonales sí conciben bebés, los cuales luego son destruidos por las sustancias químicas en abortos tempranos.

Las investigadoras Donna Harrison, Cara Buskmiller y Monique Chireau publicaron sus hallazgos en el artículo “Systematic Review of Ovarian Activity and Potential for Embryo Formation and Loss during the Use of Hormonal Contraception” (Revisión sistemática de la actividad de los ovarios y formación y pérdida potencial de embriones durante el uso de la anticoncepción hormonal”, traducción libre). El estudio fue publicado en la edición de enero de 2019 de la revista de medicina Linacre Quarterly, una publicación revisada por colegas de la Asociación de Médicos Católicos de EEUU (CMA, por sus siglas en inglés).

Las investigadoras examinaron estudios científicos que habían sido publicados desde 1990. Estos estudios investigaron el uso de los anticonceptivos hormonales. Dichos estudios arrojaron evidencia de elevados niveles de hormonas de estrógeno y progestina, que circulaban cuando los ovarios producían óvulos. Estas hormonas eran acompañadas por la concepción de bebés en la etapa embrionaria, que luego morían. 

En una respuesta a un correo electrónico enviado por LifeSiteNews.com, la Dra. Harrison explicó que el estudio mostró que los óvulos “son liberados con mucha más frecuencia durante el uso de anticonceptivos hormonales que lo que antes se pensaba”. La científica expresó en su estudio que cuando los óvulos son liberados durante el uso de la anticoncepción hormonal, la progesterona (la hormona que es necesaria para el sostén del embarazo) no se produce muy bien. Y añadió que la anticoncepción hormonal interfiere con la “capacidad de la mujer de producir progesterona para sostener al embrión humano”. Aunque reconoció que se necesita mucha más investigación, la Dra. Harrison, expresó preocupación por “la cantidad de embriones que de hecho son producidos durante el uso de los anticonceptivos hormonales y qué les ocurre a esos embriones que son producidos pero que no viven lo suficiente como para producir una prueba de embarazo que dé un resultado positivo al final de un ciclo”.

En el abstracto o resumen del estudio, las autoras expresaron que debido a que [el nivel de] la progesterona producido durante el uso de la anticoncepción hormonal es más bajo que lo que previamente se conoce, ello puede causar la pérdida de embriones. Las autoras recomendaron que esta información deba ser incluida cuando se está estableciendo un consenso informado por parte de las mujeres que están considerando el uso de la anticoncepción hormonal.

En efecto, en el resumen, las autoras expresaron que las mujeres que usan anticonceptivos hormonales (incluyendo la píldora anticonceptiva) puede que experimenten “una ovulación anormal o la liberación de un óvulo seguida de niveles hormonales anormales”. Y añadieron: “Este hecho puede aumentar el número de embriones en una etapa muy temprana que se pierden antes de que la prueba de embarazo dé un resultado positivo. Para las mujeres que están pensando acerca del uso de la anticoncepción hormonal, esta información es importante”.

[Nota del traductor-editor: La ley moral universal o ley natural y la Iglesia Católica enseñan que el uso de cualquier anticonceptivo es un acto intrínsecamente y gravemente malo y los que lo cometen con plena libertad y pleno conocimiento de este hecho incurren en un pecado mortal. Sin embargo, aquí el autor y a quienes él se refiere se concentran en el carácter abortivo de los anticonceptivos hormonales y en que por lo menos las mujeres deben saber este dato. Por supuesto, el carácter abortivo de estos anticonceptivos convierte su uso en un acto aún más grave.]

En un congreso sobre doctrina católica acerca de la anticoncepción y el aborto en 2006, la Dra.  Maria Kraw, especialista en endocrinología, que vive en Toronto, Canadá, describió cómo los anticonceptivos hormonales de hecho actúan de tal modo que pueden destruir la vida de un pequeñito ser humano durante el comienzo del embarazo. En una conferencia titulada “Medical Consequences of Contraception” (“Las consecuencias médicas de la anticoncepción”, traducción libre), la Dra. Kraw dijo que ella se abstenía de utilizar el término “anticoncepción”.

“Esto es así porque implica solamente el impedir la concepción”, dijo la experta. Y añadió que las dosis de hormonas causan abortos y otras consecuencias negativas. Señaló que la anticoncepción hormonal funciona por medio de la introducción de estrógeno artificial y progesterona artificial (progestinas) de 4 a 10 veces la cantidad producida de manera natural por el organismo humano. Estos elevados niveles de hormonas, añadió, hace que el cerebro cause que la ovulación se detenga, ya que dicha detención fue desencadenada por un aparente embarazo.

Es posible que la anticoncepción pueda impedir la concepción impidiendo que los espermatozoides penetren la cérvix y de esa manera imposibiliten que uno de ellos fertilice el óvulo que ha sido liberado por los ovarios a través de las trompas de Falopio. Pero también puede impedir que un embrión (el bebé durante sus primerísimas etapas de existencia) se implante en el útero de su madre. Ello ocurre cuando un nuevo ser humano ya ha sido concebido, declaró Kraw, luego de que las hormonas artificiales hayan adelgazado la capa que recubre el útero. “De manera que, en vez de anidarse en un útero acogedor y lleno de nutrientes para continuar su desarrollo,” explicó la científica, “el útero se convierte en un ambiente hostil y el embrión es descartado”.

[Nota del traductor-editor: Además de la píldora anticonceptiva y la “píldora del día siguiente” (incluyendo el Plan B), los otros anticonceptivos hormonales que actúan de manera abortiva son los siguientes: el Nuvaring o anillo vaginal; el OrthoEvra o “el parche”; el “OrthoTriCyclen Lo, píldoras anticonceptivas, conocidas también como anticonceptivos orales combinados; el. Depo-Provera o “la vacuna”; “El acetato de medroxiprogesterona; el Implanon, método que dura tres años y que se inserta en el brazo; la píldora de solo progestina o “la mini-píldora”, “ORTHO MICRONOR®; el “Ella” o “EllaOne” (ulipristal).  Aunque su mecanismo es distinto, los dispositivos intrauterinos también pueden actuar de manera abortiva: el Mirena y el Paragard, que es de cobre.]

Fuente LFN