lunes, julio 04, 2011

Al norte de la India: 774 niñas por cada 1.000 varones

El aborto selectivo de niñas en países como India o China no solo provoca un desequilibrio demográfico: también secuestros de mujeres para hombres solteros y venta de niños.

Lo cuenta en ALBA



Y dijo Dios en la Biblia: “No es bueno que el hombre esté solo”. Pues millones de chinos y de indios lo están por motivo del aborto selectivo. India y China son dos potencias políticas, ambas con armamento nuclear, ambas decididas a hacerse con una esfera de influencia, ambas empeñadas a convertirse en las economías más grandes del mundo, a la altura de Estados Unidos; pero uno de los factores que puede impedirlo es su desequilibrio demográfico, el mismo que está hundiendo Europa.

Los comunistas no son capaces de alimentar a sus súbditos y entonces, en vez de aumentar la producción y la cosecha de alimentos, recurren a lo más sencillo: disminuir la población.


Después, la dictadura la aplicó a toda la población nacional. A las incumplidoras se les sanciona con multas y se les llega a someter a abortos forzados. Este horror ha sido elogiado por numerosos directivos de la agencia de la ONU el Fondo para la Población. Aunque en los años siguientes, sobre todo a partir del gran crecimiento económico, las excepciones, como la de permitir a los campesinos que tenían una hija concebir otro niño, y la corrupción ablandaron en algo la ley, los efectos de tres décadas de ingeniería social ya están a la vista.

En 1982 nacían 108 chinos varones por cada 100 chinas, de acuerdo con la asombrosa proporción que se ha mantenido en todas las épocas y todos los países hasta que los hombres pudieron alterarla mediante la medicina, que oscila en torno a 105 varones de media por 100 mujeres. En la década de 1990 la proporción se desequilibró hasta 111 niños por 100 niñas; en 2000 subió a 116 frente a 100; y en 2005 119 por 100. Parece que ya se ha superado la proporción de 120 niños por cada 100 niñas.

De acuerdo con las proyecciones estadísticas, puede ocurrir que en 2020 haya 24 millones de solteros en el país más poblado del mundo

Las consecuencias no se limitan a cientos de miles de abortos e infanticidios de niñas, sino también al secuestro de niños y la organización de bandas que secuestran mujeres en Corea del Norte y Vietnam para venderlas a hombres solitarios. En los últimos años, la policía china ha rescatado más de 13.000 niños secuestrados y 23.000 mujeres. Algunas organizaciones occidentales asentadas en China sostienen que se producen unos 20.000 secuestros al año por estos motivos.

La reencarnación de un niño

Otra de las consecuencias es el envejecimiento de la población. El número de mayores de 65 años, que era de unos 80 millones en 1979, era a mediados de la década de los 2000 de 97 millones y podría alcanzar los 200 millones en el 2025.

India, el segundo país más poblado del mundo (junto con China suman 2.500 millones de personas), también padece políticas de ingeniería social, como las campañas de esterilización más o menos voluntarias aplicadas en los años setenta.

El crecimiento económico, la reducción de la miseria y las hambrunas y el aumento de la educación no han erradicado el desprecio a las niñas, a las que se considera una desgracia y una pérdida de dinero, ya que sus padres deben pagar una dote para casarlas y cuando esto ocurre, abandonan la casa familiar. Según los censos de población de la India, por cada 1.000 hombres había 929 mujeres en el de 1991; y en el de 1981 por cada 1.000 varones las mujeres eran 934 mujeres. Y el desequilibrio ha ido creciendo.

Unicef calculó en 2006 que todos los años desaparecen, ya sea por abortos o por infanticidios, en torno a 2,5 millones de niñas. La tasa de mortandad de las niñas es un 40 por ciento superior a la de los niños. Aunque en el 80 por ciento de los distritos del país ha disminuido la población femenina respecto a la masculina desde 1991, el declive es mayor en las zonas más desarrolladas y mejor educadas de la India.

El distrito de Jahjjar, en el estado de Haryana, en el norte de la India, muestra el peor registro del país, con 774 niñas por cada 1.000 varones

En 1996 el Gobierno indio prohibió las pruebas médicas destinadas a conocer el sexo del feto de las embarazadas, pero por una propina se pueden hacer ecografías. El lema es “Gaste 3.000 rupias ahora y ahorre 300.000 mañana”. Ante la persistencia del asesinato de las niñas, en 2008 el primer ministro, Manmohan Singh, lo calificó como “una de las prácticas más inhumanas, incivilizadas y reprensibles”. Pero la barbarie no se ha detenido.

En la religión hindú, la más practicada en India, se establece que debe ser un hijo varón el encargado de encender la pira funeraria del padre. La reencarnación requiere de un niño, no de una niña. La convivencia de los indios y los chinos con la cultura occidental no ha detenido estos asesinatos. Cientos de indias embarazadas de niñas viajan a su país de origen para abortar. Los médicos británicos que se han atrevido a hablar de este asunto calculan, a partir de datos demográficos, que falta un diez por cierto de las niñas.

Toda la información y la fotografía son de Alba


No hay comentarios: