sábado, noviembre 10, 2012

El cuerpo no miente: cómo cambia el aborto el cerebro.



Estudio publicado en Cuadernos de Bioética por la Dra. Natalia López Moratalla.
El cuerpo no miente.Todo lo que ocurre en él con una carga emocional fuerte es recogido en el cerebro.


REDACCIÓN HO / CíViCa.- Por Natalia López Moratalla, Catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra - Presidenta de AEBI– Publicado en Cuadernos de Bioética, XXIII, 2012/2ª, págs.. 565-584.

“La supervivencia de las especies ha exigido proteger la gestación como el proceso más armónico y preciso de toda la Naturaleza”. Es una adaptación “de todo el organismo de la hembra a la simbiosis con la vida de quienes se desarrollan en ella”.

Para ello el cerebro maternal cuenta con dos mecanismos básicos: la eliminación de las consecuencias del estrés, ya que “la hormona del estrés, el cortisol, que se segrega ante estímulos estresantes, daña el desarrollo de los órganos del hijo”. Y el segundo: “la progesterona del cerebro hace que se sintetice la oxitocina, conocida como la hormona de la confianza, que predispone a la madre al cuidado de la prole”.
Con el embarazo, en la mujer esos mismos mecanismos desarrollan el cerebro social, muy sensible a la oxitocina, haciéndolo emocional y cognitivamente maternal. “Es el vínculo de apego más fuerte que se genera en un viviente hacia otro”.
¿Hay una relación causal entre aborto voluntario y problemas psiquiátricos? Tres aproximaciones científicas han podido dar una respuesta que es afirmativa. Las neurociencias empiezan a contestar a la causa del quebranto de la salud psíquica.
Contenido del Estudio de la Catedrática en Bioquímica:
1. Estudios epidemiológicos de los efectos del aborto en la salud mental.
Suicidio.
2. Trastorno de estrés postraumático (TEPT).
El TEPT, una alteración cerebral de los circuitos de la respuesta al estrés ¿Cómo procesa el cerebro el miedo que provoca un evento biológicamente negativo? Miedo condicionado.
3. Estudios de neuroimagen en el TEPT.
4. Estudios genéticos de la vulnerabilidad al estrés y la resilencia.
Mutaciones genéticas 
Vulnerabilidad de las mujeres a los eventos estresantes.




 

Sr. Rajoy a qué espera para derogar le aborto



Carta abierta al Ministro de Justicia

Joven colombiana fue violada por su padre pero rechazó el aborto

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Verónica Cardona, una mujer colombiana de 21 años que quedó embarazada a los 16, tras ser violada por su propio padre, reveló el drama que pasó y cómo Dios le dio fuerzas para continuar, y ahora exhorta a las mujeres que pasan por casos similares a que “¡no tengan miedo de decirle sí a la vida, no tengan miedo de decirle sí al amor!”. 

 Entiendo que usted sufrió una violación y de aquello quedó embarazada. ¿Cuál fue el primer impacto al enterarse del embarazo y cómo llegó a aceptar a la nueva vida que llevaba consigo?

Bueno, el primer impacto fue sentirme totalmente destrozada. Fue un impacto muy grande el darme cuenta de que estaba embarazada. En ese preciso momento sentí que mi vida se había frustrado, más aun porque sabía que el bebé que venía en camino era el “producto” de una violación por parte de mi propio papá. Caí en depresión unos días, no quería matar a un ser inocente pero tenía miedo, quizás el mismo miedo que sienten muchas mujeres al enterarse de que están embarazadas. Miedo a que no fuera capaz de salir adelante, miedo a los prejuicios, miedo a que me vieran con lastima, miedo a afrontar la realidad, miedo a quedarme sola. Naturalmente casi toda mi familia, doctores, jueces, en fin todos querían que abortara y más aún aquí en Colombia, que se acababa de hacer “legal” el aborto en tres casos: por violación, por malformación y por riesgo de la vida de la madre. Yo cumplía con todos los requisitos: violación, una posible malformación por la información genética, y mi vida estaba en riesgo pues era un embarazo de alto riesgo
 Por otra parte, recodaba un día en el cual mi mamá llorando me pedía perdón pues ella había intentado abortarme, no quería que yo viviera, y pensé que yo no tenia el derecho de arrancarle la vida a nadie y menos a una personita indefensa que no podría defenderse, una personita que no me había hecho nada a mí. Y así, aunque en mi familia me dejaron de hablar por unos días, sólo mi mamá me apoyaba en mi decisión, pues me había dicho que fuera cual fuera mi decisión era mía y me iba a apoyar. Y así comenzó a crecer en mí el más grande milagro de amor. Fue una experiencia aunque dura, hermosa, cuando veía las ecografías podía darme cuenta del gran milagro de la vida, sentir sus pequeños pero inofensivos golpecitos en mi estomago. Y luego ver su ternura al nacer. 
  
¿Recibió consejería, o algún auxilio durante este proceso? ¿De quién y cómo fue? 
Para este tiempo mi mamá se encontraba asistiendo a una comunidad católica, y ellos me ayudaron bastante. Me animaban a seguir en mi decisión de traer vida al mundo, ya fuera que al nacer diera a mi hija en adopción, o decidiera quedarme con mi hija y salir adelante. Hablábamos de los muchos niños que han sido abortados. 

  ¿Qué papel jugó Dios para usted durante este tiempo? 
Durante este tiempo quise olvidarme de Dios. Me enojé con Él porque no podía entender cómo un Dios tan bueno y con tanto amor hacia mí podía permitir que me pasara esto, que no había hecho nada malo en la vida, y que desde antes de nacer ya estaba sufriendo bastantes dificultades pues desde el vientre de mi mamá ya no era deseada. No podía entender, mas sin embargo me refugiaba en Él y le pedía fuerzas para continuar adelante, y hoy estoy segura de que Él siempre estuvo conmigo en mis noches y días de llanto. ¡Era Él quien me animaba y me levantaba!  

¿Cómo se animó a compartir su experiencia y participar en marchas en favor de la vida? 
 Después del nacimiento de mi hija, me sentía con muchos vacíos y busque llenar mis vacíos y refugiarme en muchas cosas: amigos, fiestas, trago, trabajo. Por esa época, los papás de mi mejor amiga se iban a separar y los invitaron e ellos a un retiro espiritual de parejas en la comunidad Lazos de Amor Mariano. Ellos asistieron a pesar de haber hablado ya con sus abogados para empezar el proceso de separación, y cuando regresaron de este retiro era impresionante, parecían novios. Se decían amorcito, mi vida, se daban bocados de comida, se cogían de la mano. En los años que llevaba de conocerlos nunca había visto esto y yo soy como parte de la familia, incluso me encontraba trabajando con ellos. Ellos quisieron que yo fuera a un retiro de conversión en la misma comunidad. Tengo que admitir que sentí miedo de ir, porque sabía que me iba a encontrar con Dios, iba a entender muchas cosas. 
Sentía miedo porque hacía un tiempo le había dado la espalda a ese mismo Dios que siempre estuvo a mi lado. ¡Estando en el retiro pude volver a vivir! Pude perdonar a mi papá y a todos los que alguna vez me habían hecho daño. Entendí muchas cosas, me sentí digna nuevamente, ¡volví a nacer!, ¡fue hermoso! Cuando salí del retiro, sentí un gran deseo de pertenecer a esta comunidad, así que empecé un proceso. Por gracia de Dios, empecé a servir y me di cuenta de que la vida es un don. 
 Me indignaban, como me indignan ahora, los argumentos de los abortistas, que se escudan en casos como el mío para matar a un inocente y llenar sus bolsillos con dinero manchado de sangre inocente, diciendo que cada vez que veas a ese niño vas a recordar el momento tan doloroso en que fuiste abusada, o que si tiene alguna malformación va a ser un niño infeliz, o que si mueres quién cuidara de tus hijos. Argumentos tan tontos como el que me dio una feminista ecuatoriana, Diana Rodríguez, estos días por Twitter, donde me decía que en la conquista de la sociedad no participan los que han sufrido las circunstancias, y yo digo que absurdo es esto. Y al preguntarle que entonces quiénes participaban, me responde que es un insulto a su inteligencia debatir conmigo y bloqueó mi cuenta en su Twitter. Sentí la necesidad enorme de gritar la verdad al mundo, que es que un hijo nunca te recordará las circunstancias, porque es una persona absolutamente diferente, por el contrario te ayudará a sanar las heridas, le dará alegría y sentido a tu existir
Lo digo desde mi propia experiencia y no como los abortistas que hablan sin siquiera conocer o haber pasado por una experiencia de estas, porque la mayoría que apoyan el aborto no han abortado, pues las mujeres que, engañadas, abortan después son defensoras de la vida. No son infelices los niños con malformación. Además, la mayoría de diagnósticos médicos en estos casos se han equivocado. Según ellos, mi hija iba a ser un ogro y bueno, hoy es el más bello ogro. No tiene ninguna dificultad, no tiene ninguna enfermedad, no tiene ningún retraso. Y si lo tuviera, como una primita mía, no sería infeliz, por el contrario ella es absolutamente feliz. Y eso de que se puede abortar por riesgo de vida de la mamá, pues mueren mas mujeres abortando que mujeres dando vida. 

  ¿Qué opina de que casos como el suyo sean usados como bandera por quienes promueven el aborto? 
 A los abortistas no les importa la mujer como quieren aparentar. Si les importara verdaderamente, no ofrecerían un aborto sino, por el contrario, ayuda para salir adelante con su hijo, aceptarían realidades como el síndrome post- aborto, aceptarían que la vida comienza en la fecundación del óvulo como lo dicen los científicos. Reclaman “derechos” de la mujer y ellos son los primeros en pasar por encima de ellos, pues las mujeres tenemos derecho a saber la verdad, algo que ellos no hacen. Las mujeres tenemos derecho a una maternidad, y ellos pasan por encima de este hermoso don, convirtiendo el vientre de las mujeres en la tumba de su propio hijo. ¡El aborto no desembaraza a nadie! Matar no es una opción, es la peor decisión. La vida engendra vida, la muerte, por el contrario, engendra muerte, dolor, llanto, desesperación, angustia y una culpa que muy difícilmente se borrara de tu mente, de tu alma, de tu ser. Los abortistas no deben jugar con el dolor de la mujer y de muchos hombres también que son victimas de una aborto. Por último, quiero invitar a todos los católicos, cristianos, evangélicos, ateos y a todos los que están a favor de la vida, a que no nos cansemos de ser la voz de aquellos, que aunque tienen voz y derechos, han querido callarlos desde el vientre. ¡No tengan miedo a decirle sí a la vida, no tengan miedo de decirle sí al amor! Quisiera terminar con una frase de nuestro fundador, Rodrigo Jaramillo, “quien aborta a un niño de su vientre, aborta a Jesús de su corazón”. Y añado yo: “pues Jesús es la misma Vida”. 

 ¿Lograste perdonar a tu padre? Por gracia de Dios pude perdonar a mi papá, mirarlo a los ojos y darle las gracias por haberme dado la vida. Tu hija ¿sabe lo que ha pasado? o ¿eventualmente se lo explicarás? Mi hija aún no sabe bien todo lo que pasó, pero poco a poco le iré contando. Ella tiene derecho a saber la verdad. 

 Aciprensa.com

viernes, noviembre 09, 2012

Extrabajadores de la industria del aborto narran conversión a la causa pro-vida




WASHINGTON D.C., 04 Oct. 12 / 06:05 am (ACI).- En una reciente conferencia en Illinois (Estados Unidos), antiguos trabajadores de la industria del aborto recordaron cómo era su trabajo, con el que pensaban estar ayudando a las mujeres, y luego cómo se convirtieron a la causa pro-vida.

"Quisimos entender mejor la mente de las personas que trabajan en la industria del aborto", dijo la organizadora de la conferencia, Ann Scheidler, vicepresidenta de la Liga de Acción Pro-vida.

En diálogo con ACI Prensa, Scheidler dijo que el propósito de la conferencia "Convertido: De proveedor de abortos a activista pro-vida" fue escuchar lo que antiguos trabajadores abortistas tenían que decir sobre por qué entraron a la industria del aborto y qué los llevó a abandonarla.

Mientras que los médicos abortistas y trabajadores de las clínicas son a veces vistos por los pro-vida como gente sin corazón, en realidad algunos son "gente extremadamente compasiva", que es mal aconsejada y cree que "están ayudando a las mujeres", explicó.

"Es muy bueno para nosotros entender de dónde vienen estas personas", dijo Scheidler.

La conferencia, realizada el 22 de septiembre, tuvo lugar en el Hotel Crowne Plaza O’Hare, y presentó a ocho antiguos trabajadores abortistas, que contaron sus historias de conversión.

Scheidler dijo que cada uno de ellos tenía una historia diferente, pero compartían la experiencia común de darse cuenta de que el aborto "no es lo que pensaron".

La decisión de dejar la industria del aborto puede ser "difícil", indicó. A menudo ellos encuentran que "todos los que conocen son pro-aborto", así que dejar su trabajo significa encontrar una comunidad enteramente nueva.

"Eso es pedir mucho", dijo. "Es algo difícil de hacer".

Mientras que la carencia de recursos ha hecho esta transición especialmente difícil en el pasado, un nuevo ministerio comenzado por la exdirectora de Planned Parenthood, Abby Johnson, está ayudando a aquellos que desean abandonar la industria abortista.

Uno de los participantes, el Dr. John Bruchalski, actualmente líder pro-vida en el norte del estado de Virginia, realizaba abortos en sus primeros dos años de residencia.

Pese a que Bruchalski creció en un hogar católico, perdió la fe entre las décadas de 1970 y 1980. Al querer ser un "gran" doctor, pensó que necesitaba hacer abortos, lo que creyó que ayudaba a las mujeres a ser "más felices" y "más saludables".

Bruchalski dijo a ACI prensa que fue una combinación de factores lo que cambió su forma de pensar. Parte de eso fue la experiencia de realizar abortos.

"Cuando haces el procedimiento, comienzas a matar a otro ser humano de cerca", dijo, describiendo la experiencia de ver "la vida desangrarse de ellos", desde sólo unos centímetros de distancia.

"La realidad va a través de tu mano y dentro de tu corazón", dijo.

Realizar abortos, señaló, "endurece cada vez más tu corazón", porque tienes que continuamente justificarte a ti mismo tus actos, explicó.

Además, dijo que cada vez hay más infrmación que muestra que los abortos y la anticoncepción no son saludables para las mujeres, sino que tenía "muchos efectos laterales significativos", tanto física como psicológicamente.

Había también un aspecto relacional a su conversión, ya que un neonatólogo que trabajaba con él lo retó a repensar sus ideas.

Finalmente, dijo que experimentó una renovación espiritual que experimentó tras participar en dos peregrinaciones.

"Todas esas piezas se juntaron en 1989", dijo, explicando que tuvo que "ajustar mi corazón y toda mi perspectiva".

Ahora él trata de compartir su testimonio con otros, ayudándoles a ver la realidad del aborto. En 1994, encontró al Centro de Familia Tepeyac, un centro pro-vida en Virginia.

"Si es tan bueno, ¿por qué tan pocos médicos realizan abortos?", pregunta Bruchalski a sus estudiantes de medicina cuando da charlas.

Bruchalski dijo que él conoce a otros antiguos médicos abortistas que se han convertido y cada uno tiene una historia diferente. Él cree que Dios le habla a cada persona a su propia manera.

"Él me habló en mi lenguaje, que intrínsecamente entendí", dijo.


viernes, noviembre 02, 2012

Obama dice que Planned Parenthood hace mamografías… otra vez



 Más de 1.000 personas provida llamaron a los centros locales de Planned Parenthood para pedir citas de mamografías. Pero les respondieron lo que ya sabían: que Planned Parenthood no ofrece mamografías.
Por John Jalsevac
BURBANK, California, 25 de octubre, 2012, (LifeSiteNews.com) – La agencia del gobierno de EEUU que se ocupa de regular la comercialización de fármacos y alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), la página de Internet FactCheck.org (“Corroboracióndedatos.org”, traducción libre) y la propia Planned Parenthood (“Paternidad Planificada”, traducción libre) afirman que esta organización no hace mamografías. 
Sin embargo,parece que el Presidente Obama no recibió el mensaje.
El 24 de octubre pasado [2012], el presidente acudió al programa televisivo “The Tonight Show”, del humorista Jay Leno. Durante la entrevista, Obama dijo otra vez que la organización, conocida por cometer abortos y proporcionar anticonceptivos [incluyendo los que son abortivos], ofrece este procedimiento para detectar el cáncer de seno. El presidente se refirió a Planned Parenthood como un tema clave en las ya próximas elecciones generales, diciendo: “Esa organización proporciona a millones de mujeres pruebas para detectar el cáncer cervical, mamografías, y toda clase de servicios básicos de salud”.
El mantra de la mamografía siempre ha sido el favorito de los políticos proaborto que siempre están dispuestos a defender el financiamiento público de Planned Parenthood, pero que al mismo tiempo se muestran cautelosos al mencionar el carácter controversial de esta organización como la que más abortos comete en el país. Los líderes provida reaccionaron sin poderlo creer. “¡Obama acaba de estar en el programa de Jay Leno y otra vez ha dicho que Planned Parenthood proporciona mamografías!”, escribió Abby Johnson, ex administradora de una “clínica” de Planned Parenthood que se ha convertido en provida, en su página de Facebook.
Johnson le dijo a LifeSiteNews.com que ella no se traga la afirmación de que Obama simplemente se “equivocó” otra vez. “Está claro que esta es una mentira calculada y repetitiva que el presidente está sembrando en la mentalidad pública”, dijo la líder provida, indicando que la presidente de Planned Parenthood, Cecile Richards, participa en la gira de campaña de Obama a tiempo completo. “Podría pensar que ella corregiría al presidente por este error, pero está claro que no lo ha hecho”, puntualizó Abby.
De hecho, la propia Richards ha dicho que su organización realiza mamografías.
La semana anterior, Johnson ayudó a organizar un campaña de llamadas telefónicas, por parte de miles de mujeres, para pedir citas en los centros de Planned Parenthood para realizarse mamografías. La campaña fue parte de un esfuerzo por desmentir, de una vez por todas, la afirmación de que el gigante abortista realiza mamografías. El evento surgió como respuesta a la declaración de Obama, durante su segundo debate presidencial, de que Planned Parenthood ofrecía mamografías. Más de 1.000 personas provida llamaron a los centros locales de Planned Parenthood para pedir citas de mamografías. Pero les respondieron lo que ya sabían: que Planned Parenthood no ofrece mamografías
El día anterior a la entrevista con Leno, Planned Parenthood había respondido al creciente descontento en relación con este asunto, por medio de una declaración confirmando que la organización solamente remite a otros lugares donde hacen mamografías.
Los estadounidenses necesitan “saber la verdad acerca de una organización que recibe casi medio millar de millones de dólares de sus impuestos. Les han dicho tantas mentiras una y otra vez, que se les hace  difícil determinar cuál es la verdad”, dijo Johnson. 
La líder provida está organizando ahora una segunda campaña de llamadas a Planned Parenthood.
Luego de esta reciente metedura de pata de Obama, Marjorie Dannenselfer, presidente de [la organización provida] Susan B. Anthony List (“La Lista de Susan B. Anthony”, traducción libre), le pidió al presidente que “parara de engañar al pueblo estadounidense dejando de repetir la falsedad de que Planned Parenthood proporciona mamografías”. 
El presidente y sus aliados están usando tácticas de infundir miedo con respecto a la salud de las mujeres para obtener el voto femenino”, dijo Dannenselfer por medio de una declaración. Y añadió: “El Presidente Obama debe ser puesto al descubierto por promover estas falsedades”.
La revista First Things (“Las Primeras Cosas”, traducción libre) ha publicado un artículo, en el cual afirma que lo más probable es que Planned Parenthood no decida ofrecer mamografías en un futuro próximo, porque el aborto es de 125 a 165 veces más lucrativo que la mamografía.
Durante el año fiscal 2009-2010, Planned Parenthood informó que recibió ingresos netos de más de mil millones de dólares. 
Al respecto, Dannenselfer señaló: “Planned Parenthood es el proveedor de abortos más grande de EEUU – comete 392 abortos por cada caso de adopción que remite – y no proporciona atención médica completa a las mujeres, ni tampoco mamografías. Planned Parenthood es un negocio, cuyo objetivo principal es el aborto y el lucro, y, además de ello, recibe financiamiento de contribuyentes que se oponen a sus prácticas”.
Nota de VHI: Planned Parenthood es la asociación miembro en EEUU de la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF, por sus siglas en inglés). La IPPF es la federación de organizaciones no gubernamentales (ONGs) más abortista del mundo. Tiene asociaciones miembros en toda América Latina. Véase aquí  

Fuente: John Jalsevac, “Obama claims Planned Parenthood performs mammograms…again”, LifeSiteNews.com, 25 de octubre, 2012, 



sábado, junio 23, 2012

¿Qué sucede con los niños fallecidos sin el Bautismo?


Él puede salvar también por vías extraordinarias, cuando la persona, sin culpa suya, es privada del bautismo. Lo ha hecho, por ejemplo, con los Santos Inocentes, muertos también ellos sin bautismo. La Iglesia siempre ha admitido la posibilidad de un bautismo de deseo y de un bautismo de sangre


Celebramos la Natividad de San Juan Bautista. Se trata de una fiesta antiquísima; se remonta al siglo IV. ¿Por qué la fecha del 24 de junio? Al anunciar el nacimiento de Cristo a María, el ángel le dice que Isabel, su pariente, está en el sexto mes. Por lo tanto el Bautista debía nacer seis meses antes que Jesús y de este modo se respeta la cronología (el 24, en vez del 25 de junio, se debe a la forma de calcular de los antiguos, no por días, sino por Calendas, Idus y Nonas). Naturalmente estas fechas tienen valor litúrgico y simbólico, no histórico. No conocemos el día ni el año exacto del nacimiento de Jesús y por lo tanto tampoco del Bautista. Pero, ¿esto qué cambia? Lo importante para la fe es el hecho de que ha nacido, no cuándo ha nacido.

El culto se difundió rápidamente y Juan Bautista se convirtió en uno de los santos a los que están dedicadas más iglesias en el mundo. Veintitrés papas tomaron su nombre. Al último de ellos, al Papa Juan XXIII, se le aplicó la frase que el Cuarto Evangelio dice del Bautista: «Hubo un hombre enviado por Dios; se llamaba Juan». Pocos saben que la denominación de las siete notas musicales (Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si) tienen relación con Juan Bautista. Se obtienen de la primera sílaba de los siete versos de la primera estrofa del himno litúrgico compuesto en honor al Bautista. 

El pasaje del Evangelio habla de la elección del nombre de Juan. Pero es importante también lo que se escucha en la primera lectura y en el salmo responsorial de la festividad. La primera lectura, del libro de Isaías, dice: «El Señor desde el seno materno me llamó; desde las entrañas de mi madre recordó mi nombre. Hizo mi boca como espada afilada, en la sombra de su mano me escondió; hízome como saeta aguda, en su carcaj me guardó». El salmo responsorial vuelve sobre este concepto de que Dios nos conoce desde el seno materno: 

«Tú mis vísceras has formado,
me has tejido en el vientre de mi madre...
Mi embrión tus ojos veían». 

Tenemos una idea muy reductiva y jurídica de persona que genera mucha confusión en el debate sobre el aborto. Parece como si un niño adquiriera la dignidad de persona desde el momento en que ésta le es reconocida por las autoridades humanas. Para la Biblia persona es aquél que es conocido por Dios, aquél a quien Dios llama por su nombre; y Dios, se nos asegura, nos conoce desde el seno materno, sus ojos nos veían cuando éramos aún embriones en el seno de nuestra madre. La ciencia nos dice que en el embrión existe, en desarrollo, todo el hombre, proyectado en cada mínimo detalle; la fe añade que no se trata sólo de un proyecto inconsciente de la naturaleza, sino de un proyecto de amor del Creador. La misión de San Juan Bautista está toda trazada, antes de que nazca: «Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos...». 

La Iglesia ha considerado que Juan Bautista fue santificado ya en el seno materno por la presencia de Cristo; por esto celebra la festividad de su nacimiento. Esto nos ofrece la ocasión para tocar un problema delicado, que se ha convertido en agudo a causa de los millones de niños que, sobre todo por la terrible difusión del aborto, mueren sin haber recibido el bautismo. ¿Qué decir de ellos? ¿También han sido de alguna manera santificados en el seno materno? ¿Hay salvación para ellos? 

Mi respuesta es sin vacilación: claro que hay salvación para ellos. Jesús resucitado dice también de ellos: «Dejad que los niños vengan a mí». Según una opinión común desde la Edad Media, los niños no bautizados iban al Limbo, un lugar intermedio en el que no se sufre, pero tampoco se goza de la visión de Dios. Pero se trata de una idea que no ha sido jamás definida como verdad de fe por la Iglesia. Era una hipótesis de los teólogos que, a la luz del desarrollo de la conciencia cristiana y de la comprensión de las Escrituras, ya no podemos mantener. 

Cuando expresé hace tiempo esta opinión mía en uno de estos comentarios dominicales, recibí diferentes reacciones. Algunos mostraban gratitud por esta toma de posición que les quitaba un peso del corazón; otros me reprochaban que entrara en la doctrina tradicional y disminuyera la importancia del bautismo. Ahora la discusión está cerrada porque recientemente la Comisión Teológica Internacional que trabaja para la Congregación [vaticana] para la Doctrina de la Fe ha publicado un documento en el que afirma lo mismo. 
Me parece útil volver sobre el tema a la luz de este importante documento para explicar algunas de las razones que han llevado a la Iglesia a esta conclusión. Jesús instituyó los sacramentos como medios ordinarios para la salvación. Son, por lo tanto, necesarios, y quien pudiéndolos recibir, contra la propia conciencia los rechaza o los descuida, pone en serio peligro su salvación eterna. Pero Dios no se ha atado a estos medios. Él puede salvar también por vías extraordinarias, cuando la persona, sin culpa suya, es privada del bautismo. Lo ha hecho, por ejemplo, con los Santos Inocentes, muertos también ellos sin bautismo. La Iglesia siempre ha admitido la posibilidad de un bautismo de deseo y de un bautismo de sangre, y muchos de estos niños han conocido de verdad un bautismo de sangre, si bien de naturaleza distinta... 

No creo que la clarificación de la Iglesia aliente el aborto; si así fuera sería trágico y habría que preocuparse seriamente, no de la salvación de los niños no bautizados, sino de los padres bautizados. Sería burlarse de Dios. Tal declaración dará, al contrario, un poco de alivio a los creyentes que, como todos, se cuestionan consternados por la suerte atroz de muchos niños del mundo de hoy. 

Volvamos a Juan Bautista y a la fiesta del domingo. Al anunciar a Zacarías el nacimiento de su hijo, el ángel le dijo: «Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan; será para ti gozo y alegría, y muchos se gozarán en su nacimiento» (Lucas 1, 13-14). Muchos en verdad se han alegrado por su nacimiento, si a la distancia de veinte siglos seguimos aún hablando de ese niño. 

Desearía hacer de esas palabras la expresión de un deseo a todos los padres y madres que, como Isabel y Zacarías, viven el momento de la espera o del nacimiento de un niño: ¡que también vosotros podáis gozaros y alegraros en el niño o en la niña que Dios os ha confiado y os alegréis de su nacimiento por toda vuestra vida y por la eternidad!


viernes, junio 22, 2012

Después del aborto


Paula Vandegaer, LCSW

Karen tiene 23 años. Terminó la universidad el año pasado y consiguió el trabajo de sus sueños en artes gráficas. El trabajo es creativo e implica muchos desafíos. Karen es bonita y tiene muchos amigos, y en el trabajo con frecuencia la incluyen en el círculo de fiestas. Debería estar feliz y entusiasmada. Después de todo, su vida está comenzando justamente como lo planeó cuidadosamente. Pero en cambio, se siente muerta y apagada por dentro. Mantiene su empleo, pero no le da la alegría que creía que le iba a dar. Se siente distante de sus recompensas. No se siente tan creativa como antes, ni comprende el oscuro y distante dolor que siente a pesar de sus logros.

Karen tuvo un aborto cuando estaba en la universidad. Creía tener una relación seria comprometida con su novio, pero cuando le dijo que estaba embarazada,  se mostró muy descontento con la noticia. Le dijo que la decisión dependía de ella, pero si ella quería abortar, él lo pagaría. Ella sintió su falta de compromiso para con ella y su bebé y decidió abortar. Dos de sus compañeras de cuarto habían abortado, y parecían estar bien después del aborto. ¿Qué es lo que hizo mal que se siente tan deprimida por el aborto?

La historia de Karen se repite día a día en universidades y escuelas secundarias del país. Desde 1973 cuando la resolución de Roe v. Wade legalizó el aborto, se estima que 28 millones de mujeres en Estados Unidos han tenido uno o más abortos. Estas eran mujeres que se sentían desafiadas y estresadas a causa de las circunstancias que rodeaban el embarazo, y las personas en las que normalmente recurrirían para pedirles apoyo en circunstancias difíciles no podían, no querían o no estaban disponibles para ayudar con un embarazo en crisis. Novios, incluso esposos, decían que no estaban ‘preparados para ser padres’. Una mujer que no tiene el apoyo y la aprobación gustosa del padre para ayudar a criar al hijo tiene más probabilidades de elegir el aborto.

La sociedad les dice a las mujeres jóvenes como Karen que el aborto resolverá su problema. No dice nada sobre los problemas que origina el aborto. Los defensores del aborto aseguran que es un procedimiento simple sin un impacto duradero. Y las mujeres que saben más, no hablan, ciertamente no en forma pública, sobre cómo el aborto empeoró su vida. Se sienten avergonzadas sobre el aborto y sobre su incapacidad de ‘simplemente tratarlo como tal’ como creen que otras mujeres lo hacen. Entonces la desilusión continúa.

Pero si la sociedad niega la pérdida que es para la madre, su cuerpo no. Dios prepara a una mujer psicológica y físicamente para la maternidad. Cuando una mujer está embarazada, se siente diferente. A los pocos días de la concepción, incluso antes que el pequeño embrión se haya anidado en la pared uterina, una hormona denominada ‘factor temprano de embarazo’ se encuentra en el torrente sanguíneo, alertando a las células del cuerpo que hay un embarazo. Su cuerpo ahora puede desear diferentes alimentos, tal vez necesite más descanso. Nuevas células comienzan a crecer en sus senos, células que madurarán y secretarán leche formulada especialmente para las necesidades del recién nacido. Comienza a pensar en ‘bebé’. Nota a los bebés en la calle, en las tiendas, en la televisión. Tal vez sueñe con su bebé a la noche, y fantasee sobre su bebé durante el día. ¿Qué nombre le pondré? ¿A quién se parecerá?

Pero si quiere someterse a un aborto debe tratar de detener este proceso. Debe negar los sentimientos maternales que entran en su conciencia. Debe creer que lo que está dentro suyo no es completamente un bebé. Debe detener el proceso de pensar sobre su bebé como ‘su bebé’.

Pero aunque su cuerpo diga una cosa, su vida emocional y las células de su cuerpo dicen otra. Si se hace el aborto, las mismas células de su cuerpo recuerdan el embarazo y saben que el proceso de cambio que tenía lugar se detuvo de una manera no natural. Su cuerpo y sus emociones le dicen que es una madre que ha perdido un hijo. Y entonces no sorprende que después del aborto, comience a surgir un dolor desde lo profundo de su corazón. Tiene que llorar una pérdida, pero no puede permitirse sentir la pena. Sentir dolor sería admitir que un niño fue asesinado en el aborto y que ella comparte la responsabilidad de la muerte de su hijo. Esta es una carga muy pesada de soportar, y por lo tanto, recurre a las negaciones con el fin de sobrevivir: niega la humanidad del bebé, ‘no era un bebé, entonces no tengo nada que llorar ni sentir culpa’, y niega su dolor emocional. ‘Me debería sentir okay con esto’, razona. ‘Todos se sienten así. No debo sentirme de esta manera ni pensar en el aborto’.

El aborto es una experiencia sumamente antinatural para el cuerpo de una mujer y su instinto maternal. Las reacciones negativas son de esperarse y no dependen de las creencias religiosas de una persona ni de la salud mental general. Es cierto que las mujeres y hombres con problemas psicológicos previos o con fuertes creencias religiosas son más vulnerables a sufrir problemas posaborto, pero hay repercusiones para todas las mujeres que participan en un aborto. En un estudio realizado por Anne Speckhard, Ph.D, el 85% de las mujeres declararon que se sorprendieron por la intensidad de su reacción emocional al aborto. Estas reacciones incluían incomodidad con niños, sentimientos de baja autoestima, culpa, sentimientos de enojo, depresión, dolor, aumento en el uso del alcohol, llanto, incapacidad de comunicarse y sentimientos suicidas. Sin embargo, el 72% de estas personas reportaron no tener ninguna afiliación religiosa identificable al momento del aborto.

Las reacciones posaborto son específicas e identificables. Se originan principalmente desde el problema de negación y supresión de sentimientos. Cuando suprimimos una de nuestras emociones, afecta a todas ellas. Esta es la base del trauma posaborto: la negación del bebé y de nuestros sentimientos. Esto origina síntomas de revivir, eludir y del dolor reprimido.

Revivir: El trauma del aborto se puede revivir de varias maneras. Algunas mujeres tienen recuerdos y escenas retrospectivas del aborto y sueños del niño no nacido. Algunas atraviesan por una intensa angustia ante personas o cosas que les hacen recordar el aborto, como ver mujeres embarazadas o pasar por una clínica de abortos. El intenso sufrimiento y depresión puede ocurrir en los aniversarios del aborto o de la fecha estimada de parto del bebé.

Se pueden dar muchos ejemplos de revivir. Muchas mujeres con las que he trabajado tienen dificultades para tener un examen cervical o para ir al hospital. Estos hechos les causan una ansiedad tal que no pueden tolerarlos. Muchas mujeres que conozco tienen pesadillas sobre el aborto o el bebé. Un extenso estudio de Finlandia que examinó todos los suicidios entre mujeres en un período de ocho años descubrió que la tasa de suicidios en mujeres que tuvieron un aborto era tres veces superior a la tasa de la población general y casi seis veces superior a la tasa de mujeres que habían dado a luz.

Los centros de servicios pro vida para el embarazo en EE. UU. informan que muchas mujeres van a los centros embarazadas de nuevo en la fecha de aniversario del aborto o en la fecha del nacimiento del bebé abortado. Esto puede ser un intento de enfrentarse a la tristeza que tienen en estos días. Una encuesta a 83 mujeres que habían abortado realizada por Kathleen Franco, M.D. del Medical College de Ohio ilustra lo extendido que está el problema de las reacciones en los aniversarios. Treinta de las encuestadas tuvieron reacciones físicas o emocionales el día del aniversario del aborto o la fecha estimada de parto. Estos incluían problemas tales como pensamientos suicidas, dolores de cabeza, síntomas cardíacos, ansiedad, abuso de alcohol y drogas, o más abuso verbal hacia sus hijos.

Las mujeres también muestran síntomas de evasión. Estos incluyen evadir todo lo que esté asociado con el trauma del aborto o entumecer la sensibilidad que estaba presente antes del aborto. Esto incluye esfuerzos para evitar o negar pensamientos o sentimientos asociados con el aborto; esfuerzos para evitar actividades, situaciones o información que pueda hacerles recordar el aborto; incapacidad de recordar la experiencia del aborto o un aspecto importante de este. Otros síntomas importantes incluyen un muy reducido interés en actividades de importancia, sentimientos de desprendimiento o alejamiento de otras personas, abandono de relaciones o menos comunicación. Algunas mujeres han restringido el alcance del afecto, tal como la incapacidad de tener sentimientos de amor y cariño.

Karen, a la cual conocimos al principio de este artículo, es un ejemplo de los problemas causados por la evasión. Aunque tiene un buen trabajo y un estilo de vida feliz, al no permitir salir al consciente sus sentimientos de pena y culpa, no puede sentir todas sus emociones. Tiene que estar alerta para no pensar sobre su aborto. Como comúnmente sucede, muy poco después del aborto la relación con el novio terminó. Ya no podía relacionarse con él. Las mujeres que tuvieron un aborto se pueden agrupar de la siguiente manera: 
1) las que sufren reacciones posaborto de forma aguda o crónica; y
2) las que no tienen problemas identificables ahora pero están en riesgo en un ‘tiempo de estrés’ en el futuro (como por ejemplo, un embarazo, crisis en la vida, muerte de un ser querido). Las reacciones pueden ser severas o leves y pueden variar durante la vida de una persona.
Tristemente muchas mujeres no buscan ayuda por los problemas relacionados con el aborto hasta cinco a doce años después del aborto. Mientras tanto, pueden sufrir profundamente ya que estos síntomas pueden volver a ocurrir de manera periódica. Se pueden intentar diversos métodos para manejar el dolor resultante: alcohol, drogas recetadas y drogas ilegales, promiscuidad, hiperactividad (adicción al trabajo), culparse a sí misma estando en una relación abusiva o desarrollando desórdenes en la alimentación, como por ejemplo. Otras pueden intentar reemplazar al hijo perdido quedando embarazadas nuevamente, y otras recrean el embarazo y el aborto, esperando hacer que la experiencia sea una rutina y no traumática (o para castigarse a sí mismas). Desgraciadamente, cada una de estas estrategias produce más dolor y problemas.

A veces las reacciones al aborto tardan mucho en manifestarse. Al madurar y tener la oportunidad de reflexionar sobre nuestra vida, lamentamos nuestras decisiones pasadas. A veces los consejeros se encuentran con mujeres mayores vencidas a causa del dolor por la pérdida de un hijo abortado que ocurrió muchas décadas atrás, un dolor que ha sido enterrado, más o menos con éxito, hasta ese momento. Una amiga hace poco me contó de una mujer de setenta y cinco años que conocía que sollozaba de forma incontrolable por un aborto ocurrido hacía más de cincuenta años. Nunca pudo tener otro hijo y enfrentaba la posibilidad de vivir su vejez en soledad.

Más del 25% de las mujeres (de 15 años o más) en Estados Unidos ha tenido un aborto. Las mujeres, y todos los que participaron en la decisión de abortar, deben de creer, o tratan de creer, que no había una vida humana presente en el seno materno. Admitirlo es admitir complicidad en el asesinato de un ser humano inocente. Condenar el aborto significaría condenarse a sí mismos o condenar a la esposa, hija, hermana o amiga a quien aman. Y la sociedad se niega a reconocer los hechos indisputables sobre la vida humana antes del nacimiento.

Muchas personas cercanas a una mujer con un embarazo en crisis no se sienten cómodas con la decisión de abortar, pero no saben qué decir. Quieren apoyar y no juzgar, entonces dicen algo como: “Realmente estás en una mala situación y te apoyo en lo que decidas”. La respuesta útil y correcta sería: “No abortes. No te abandonaré. Juntos encontraremos una manera para que tengas a tu bebé”.

Una historia auténtica ilustra cómo el aborto daña a otras personas más allá del bebé y la madre. Joanne y Rob (no son sus nombres verdaderos) estaban casados y tenían hijos. Rob perdió su trabajo y rápidamente se estaban quedando sin ahorros cuando Joanne quedó embarazada y sintió que debería abortar. Rob reiteradamente le suplicaba que no lo hiciera. Joanne tenía sentimientos ambivalentes y decidió buscar el consejo de su madre, la cual era para ella una buena católica y alguien a quien admiraba.

La madre de Joanne la escuchó con consideración y con una voz compasiva dijo: ‘Comprendo lo que sientes y por qué quieres un aborto. En algunos de mis embarazos, pensé en abortar también, y puedo ver por qué sientes que tiene sentido en esta situación. Te apoyaré en lo que decidas’.

Joanne sintió que su madre le daba permiso para abortar y entonces lo llevó a cabo. Poco después, Rob consiguió un nuevo trabajo, su situación financiera mejoró, y Joanne sufrió una severa reacción de dolor, ansiedad y culpa que requirió asistencia psiquiátrica activa. Estaba muy enojada, no con su esposo que se oponía al aborto, sino con su madre, de quien esperaba que le dijera que no lo hiciera. El aborto afectó a toda la familia, la relación de matrimonio, a los otros hijos que sabían que abortaron a un hermano o hermana, su relación con su madre y con otros parientes que sabían o suponían. Rob se había sentido impotente, incapaz de proteger la vida de su hijo y sintió que Joanne había perdido la confianza en su capacidad de mantener a la familia. El aborto les enseñó a todos que su familia no era tan segura ni cercana como creían. Fueron capaces de permitir que un familiar fuera sacrificado antes de ayudarse unos a otros con un préstamo u otra ayuda. El aborto afectó la seguridad de la familia en forma más permanente que los problemas financieros lo hubieran hecho.

La Iglesia Católica desde hace tiempo reconoce el impacto del aborto en las mujeres y sus familias. Mientras la ley y la sociedad por lo general enfrentan los intereses de una madre contra los de su hijo por nacer, la Iglesia reconoce que sus mejores intereses están unidos. Lo que es mejor para el hijo es también lo mejor para la madre.

El Proyecto Raquel comenzó hace quince años como un programa de acercamiento de la Iglesia Católica a las mujeres, hombres y familias que habían sido afectados por el aborto. La Iglesia es un lugar de sanación. Dice la verdad sobre el aborto a hombres y mujeres que consideran realizarlo. ‘¡No lo hagas! Está mal y te va a lastimar a ti y al bebé’, pero también dice toda la verdad: ‘Si has abortado, la misericordia de Dios es lo suficientemente grande para perdonarlo, también”. Jesús ofrece perdón y sanación. Ofrece esperanza y la promesa de la resurrección y la reunión con el hijo que espera a sus padres en el cielo.

Las personas que llaman al Proyecto Raquel son remitidas a consejeros profesionales o a sacerdotes que han recibido una capacitación especial para proporcionar guía espiritual y el Sacramento de la Reconciliación. Pero básicamente cada uno en la Iglesia es parte del  Proyecto Raquel . Cada uno es parte del ministerio de sanación de Cristo. Tal vez conozcas a alguien que crees que haya abortado. Nunca acuses ni enfrentes. Una palabra simple que toque su corazón y los saque del miedo y el aislamiento pueden comenzar el proceso de sanación.

Tal vez digas algo como: ‘Sabes, acabo de leer este artículo sobre el trauma posaborto. Decía que las mujeres y hombres que han pasado por un aborto pueden sufrir durante años con remordimiento, depresión, ansiedad, pesadillas y preocupación por la decisión tomada. Muchas veces creen que algo malo les pasa, pero en realidad están sufriendo el duelo de la pérdida de su hijo’. Puedes continuar explicando que la Iglesia tiene un ministerio, el  Proyecto Raquel  como forma de sanación. Simplemente el dar a la gente esta clase de información puede ayudar. Reza para que finalmente hablen con alguien. En una ‘reflexión especial para las mujeres que han recurrido al aborto’ en el Evangelio de la Vida, el Papa Juan Pablo II explica como su vida puede transformarse mediante el ministerio de sanación de la Iglesia:

Os daréis cuenta de que nada está perdido y podréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podréis estar con vuestro doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida. Por medio de vuestro compromiso por la vida, coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está más necesitado de cercanía, seréis artífices de un nuevo modo de mirar la vida del hombre”.

El Evangelio de la Vida, 99c

La Hermana Paula Vandegaer es trabajadora social clínica certificada, directora ejecutiva de International Life Services y editora de la revista Living World


 

martes, junio 19, 2012

Chiara Petrillo da la vida por su hijo



Por Salvatore Cernuzio

ROMA, lunes 18 junio 2012 (ZENIT.org).- Este sábado, en la iglesia de Santa Francisca Romana de Roma, se celebró el funeral de la joven Chiara Petrillo, tras un sufrimiento de cerca de dos años provocada por un tumor.

Una ceremonia nada fúnebre, una gran fiesta en la que participaron cerca de mil personas que llenaron la iglesia, cantando, tocando, aplaudiendo desde la entrada del féretro hasta su salida.

Es una historia extraordinaria la de Chiara que se ha difundido por la red, tanto que el video en Youtube ha registrado más de 500 visionados en un solo día.

Esta joven romana de solo 28 años, bella, luminosa, con la sonrisa siempre en los labios, murió por retrasar el tratamiento que habría podido salvarla, con tal de acabar el embarazo de Francisco, un niño esperado desde el primer momento de su matrimonio con Enrico.

No era el primer embarazo de Chiara. Los dos anteriores acabaron con la muerte de los niños, con graves malformaciones, nada más nacer.

Sufrimientos, traumas, sentimiento de desánimo, pero Chiara y Enrico nunca se cerraron a la vida, con lo que tras algún tiempo llegó otro embarazo: Francisco.

Esta vez las ecografías confirmaban la buen salud del niño, sin embargo al quinto mes a Chiara los médicos le diganosticaron una lesión de la lengua que tras una primera intervención, se confirmó ser la peor de las hipótesis: un carcinoma.

Desde entonces, una serie de luchas. Chiara y el marido, sin embargo, no perdieron la fe y “aliándose” con Dios decidieron una vez más decir sí a la vida.

Chiara defendió a Francisco sin pensárselo dos veces y aún corriendo un grave riesgo, retrasó su tratamiento llevando adelante la maternidad. Sólo tras el parto la joven pudo someterse a una nueva intervención quirúrgica más radical y luego a los sucesivos ciclos de quimio y radioterapia.

Francisco nació sano y guapo el 30 de mayo de 2011; pero Chiara, consumida hasta perder incluso la vista del ojo derecho, tras un año, no lo superó. El miércoles pasado, hacia mediodía, rodeada de parientes y amigos, acabó la batalla. Contra el “dragón” que la perseguía, como ella definía el tumor, en referencia a la lectura del Apocalipsis.

Como, sin embargo, se lee en la misma lectura –elegida no por casualidad para la ceremonia fúnebre- una mujer ha vencido al dragón. Chiara, en efecto, habrá perdido su combate terreno pero ha ganado la vida eterna y ha dado a todos un verdadero testimonio de santidad.

“Una segunda Gianna Beretta Molla”, la definió el cardenal vicario de Roma Agostino Vallini, que quiso rendir homenaje con su presencia a Chiara, a la que había conocido hace unos meses junto a Enrico.

“La vida es como un bordado del que vemos el revés, la parte desordenada y llena de hilos –dijo el purpurado--, pero de vez en cuando la fe nos permite ver un borde de la parte derecha”. Es el caso de Chiara, según el cardenal: “Una gran lección de vida, una luz, fruto de un maravilloso designio divino que se nos escapa, pero que existe”.

“Yo no sé lo que Dios ha preparado para nosotros a través de este mujer –añadió- pero es seguramente algo que no podemos perder; por ello recojamos esta herencia que nos recuerda dar el justo valor a cada pequeño o gran gesto cotidiano”.

“Esta mañana estamos viendo, lo que hace dos mil años vivió el centurión, cuando viendo morir a Jesús dijo: Este era verdaderamente el hijo de Dios”, dijo en su homilía fray Vito, joven franciscano, conocido en Asís, que asistió espiritualmente a Chiara y a su familia en el último periodo.

“La muerte de Chiara ha sido el cumplimiento de una plegaria”, añadió. La joven, contó el fraile, “tras la diagnosis médica del 4 de abril que la declaraba 'enferma terminal', pidió un milagro: no la curación, sino de hacer vivir estos momentos de enfermedad y sufrimiento en la paz a ella y a las personas más cercanas”.

“Y nosotros –dijo fray Vito visiblemente emocionado- hemos visto morir a una mujer no sólo serena sino feliz”. Una mujer que vivió gastando su vida por amor a los otros, llegando a confiar a Enrico: “quizá la curación en el fondo no la quiero, un marido feliz y un niño sereno sin la mamá son un testimonio más grande respecto a una mujer que ha superado la enfermedad. Un testimonio que podría salvar a tantas personas...”.

A esta fe Chiara llegó poco a poco, precisó fray Vito, “siguiendo la regla asumida en Asís por los franciscanos que tanto amaba: pequeños pasos posibles”. Un modo, explicó, “para afrontar el miedo del pasado y del futuro frente a los grandes eventos, y que enseña a empezar por las cosas pequeñas. Nosotros no podemos transformar el agua en vino, pero sí empezar a llenar las tinajas. Chiara creía en esto y esto la ayudó a vivir una buena vida y por tanto una buena muerte, paso a paso”.

Todos los asistentes se llevaron de la iglesia una plantita –por voluntad de Chiara que no quería flores en su funeral sino que cada uno recibiera un regalo- y en el corazón un “pedacito” de este testimonio, orando y pidiendo la gracia a esta joven mujer a la que quizá un día llamarán beata Chiara Corbella.

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Proyecto Raquel: un ministerio en el corazón de la Iglesia




En respuesta a la legalización del aborto, en 1975 los Obispos Católicos en los Estados Unidos de Norte América comprometieron "los recursos pastorales de la Iglesia" a "las necesidades específicas de... aquellos que han tenido o han participado en un aborto" (Plan Pastoral para las Actividades Pro-Vida [1975], n. 6). Ellos hicieron hincapié en que "es importante que nos demos cuenta de que la misericordia de Dios está siempre disponible y sin límite, que la vida cristiana puede ser restaurada y renovada a través de los sacramentos"(n.24).

El Proyecto Raquel, el ministerio post-aborto de la Iglesia Católica en los Estados Unidos de Norte América y otros países, es una red de consejeros, incluyendo sacerdotes, consejeros laicos, y otros que brindan atención pastoral a los que sufren después de participar en un aborto. El Proyecto Raquel incluye otros recursos, tales como retiros y grupos de apoyo, pero es principalmente una red de sanación que une a los necesitados de consejería  con los sacramentos.

Para la mayoría de las mujeres, las secuelas del aborto no es solo una patología física, sino también de pena y culpa. Estos sentimientos necesitan sanación espiritual y psicológica. Ambos aspectos deben ser abordados en el proceso de curación. El dolor y la culpa son reacciones normales de una mujer que ha perdido a un hijo o hijos. Ella puede experimentar este dolor inmediatamente después de su aborto, o puede no llegar a comprender esto por muchos años, cuando un "incidente desencadenante" de repente la hace consciente de su necesidad de curación. Es entonces cuando y donde la Iglesia tiene que estar preparada para ella. El Proyecto Raquel se encuentra en el corazón de la Iglesia.

La Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos ha desarrollado nuevos recursos para ayudar a iniciar o fortalecer el ministerio del Proyecto Raquel en las diócesis. Un nuevo manual de capacitación describe las consecuencias del aborto para las mujeres, hombres, abuelos del niño abortado, y otros. En él se describe el papel de los sacerdotes en el asesoramiento, y aborda preguntas acerca de la reconciliación sacramental, incluyendo una sección sobre el derecho canónico. El manual también ofrece consejos sobre la selección de personal y los voluntarios, en la prestación de la formación de los sacerdotes, y ayudar a los pastores a alentar a las mujeres y los hombres a superar su miedo de confesar su aborto, y puedan buscar consejería pastoral.

Enlace

Reflexiones sobre la implicación del sacerdote en la sanación espiritual del SPA


 Testimonio de un sacerdote
El Proyecto Raquel como proceso de sanación del SPA es importante para el sacerdote, pues somos ministros de la Reconciliación de los hombres con Dios. El Papa Benedicto nos llamó “apóstoles de la Divina Misericordia”. Y hoy el SPA, es una herida profunda que ha dejado huella no solo en la persona que lo ha realizado, sino en un buen grupo de personas que estuvieron involucrados en este crimen y pecado. Por eso el sacerdote debe conocer estrategias de sanación para sus feligreses, para sus ovejas.

Esta reconciliación y sanación la hace especialmente en el Sacramento de la penitencia o confesión, pero por el carácter traumático psicológico y espiritual que ha dejado un aborto, el sacerdote sabe que si quiere una sanación profunda y que llegue a la persona (s) involucrada (as), debe poner el sacramento dentro de un proceso personal "integral". El hombre no solo es espíritu, sino que tiene dimensiones emotivas y corporales que influyen mucho en la conducta y en una respuesta positiva o negativa a Dios.

El tomar en serio un proceso de sanación frente al SPA, es ir captando con más conciencia el sentido del pecado del aborto. Y por tanto, en sentido positivo, una valoración más cristiana del valor de cada vida humana. Ante una pérdida del sentido del pecado y de este pecado en particular de la conciencia de la gran parte de nuestra gente y a veces de personas de Iglesia, el PR colaboraría a una revalorización de la vida humana en la sociedad.

Un proyecto de sanación profunda de las heridas del aborto hoy es ¡¡¡urgentísimo!!! Por dos razones de peso:
1. Contamos que son miles las personas que sufren este síndrome, pues la cantidad de abortos se han multiplicado incluso en nuestros países donde no es legal el aborto. Qué pasaría si fuese legal. Terrible. Y estas personas son nuestros feligreses. Es un desafío pastoral de primer orden. Impostergable. Y
2. Si queremos reconstruir las familias, célula  básica de la sociedad y de la iglesia (es la Iglesia doméstica), tenemos que reconstruir al matrimonio, al hombre y la mujer. El aborto ha introducido un germen de violencia y corrupción no solo de la mujer sino de toda la familia. Quien conoce algo de las consecuencias que un aborto produce en la mujer y en el hombre, se queda impactado de la herida que constituye en el alma de esta persona. Y el aborto que es la peor violencia a la mujer, engendra violencia. Qué se puede esperar de las familias. El aborto introduce un espiral de violencia muy profunda. Por tanto el sacerdote no puede quedar ajeno a esta realidad.

Como experiencia personal puedo decir que haber dedicado parte de mi tiempo a este ministerio de sanación ha sido para mí como sacerdote de Cristo y de la Iglesia un enriquecimiento en todo sentido. En especial en el espiritual. Un sacerdote que siente este el mal profundo de las personas y por otro lado la gran misericordia de Dios, no queda el mismo. Este camino compartido con estas personas le obliga a uno a tomarse más en serio la santidad personal, la oración más consciente, la pureza de costumbres. Pues, un sacerdote sin espiritualidad profunda, sin compromiso ascético, sin vida de oración no podría afrontar este desafío pastoral. Simplemente no lo haría, no le daría su importancia necesaria. Este ministerio me "OBLIGA" a mostrar el rostro de Dios misericordia; me obliga a orar intensamente por estas personas; a no quedarme impasible e indiferente ante la tragedia del aborto. Me obliga a actuar por la defensa de la vida del bebé y de su madre y por tanto de la salvación del mundo.

Y la experiencia nos dice que, una mujer, un hombre sanados por Dios en su espíritu, especialmente de este pecado y de este trauma, se convierten en defensores de la vida. Es que se dan cuenta de lo que significa el aborto, y éste como pecado de desprecio directo a Dios y a la imagen de Dios que es el niño en el vientre de su madre. Por tanto es una oportunidad para el sacerdote de tener un ejército de personas convencidas de esta Causa de la vida que la han hecho Causa de Dios. Y lo hacen desde un convencimiento más profundo y personal. ¿Acaso no queremos esto los sacerdotes? Creo incluso, que podría devolver la alegría y compromiso sacerdotal a algunos que la pueden estar perdiendo.

Además, la opción de Jesús siempre fueron los pecadores, los pobres, los niños, los desamparados. ¿Quién más desamparado, pobre, indefenso que un bebé en el vientre materno? ¿Quién más desamparada, indefensa (ante los ataques del demonio y del pecado), quién más se siente pecadora que una mujer que ha abortado? Si no hacemos algo para llegar a ellos, para defenderlos, para "buscarlos", para mostrarles el Amor de Dios,  como lo hacía Jesús, estaríamos fuera de su opción.

P. Juan Carlos Chávez
PAST-DIRECTOR REDESSVIDA







viernes, mayo 25, 2012

Testimonio de Inés


Testimonio de Inés reproducido con su permiso "para la gloria de Dios porque da testimonio de Su Misericordia". Es una respuesta a otro testimonio.

(...) «Lo que ella dice es así, una no deja de ser una madre por haber abortado. Yo lo hice hace muchos años atrás. Cuando el Señor me visitó y fui a confesarme por primera vez ya habían pasado treinta de años de la muerte de mi hijo. No podría decir por qué pero en esa primera confesión me olvidé de él sin intención de hacerlo ya que era la principal razón por la que nunca me confesé aún tratando de intentarlo. 

»Unas semanas después fui a una misa, yo estaba atrás de todo parada ya que la iglesia estaba repleta de gente. Entonces escuché al sacerdote decir, como parte de una oración de sanación, “hay una mujer en esta sala que por esas cosas de la vida cometió un aborto….” Y me fui a ver al sacerdote con el que me había confesado anteriormente. El me miró primero enojado pero luego se dulcificó su mirada y me dijo que confesara todos mis pecados de vuelta. Me dio mi penitencia. 

»Un tiempo después de llorar mucho, leí en una revelación privada que Jesús decía “ ¡Ah, cuánto sufro de ver cómo el seno que modela este niño lo rechaza y lo envía a la muerte sin un nombre y sin remordimiento! El seno que lo modeló ya no lo recuerda” . Seguí los consejos de un sacerdote de pedirle a Dios que bautizara a mi hijo que yo había abortado, de darle un nombre: José Francisco. Un día fui a una reunión de oración de la renovación carismática, y la persona que guiaba la oración dijo: “Y El entró al santuario”. Y tuve una imagen mental, era de un útero, y había dos fetos, uno sostenía al otro . Y entonces entró Jesús y dijo: “Dámelo” y se fue con el que era sostenido.

 »Tiempo después en un momento de oración el Señor me hizo ver que debía perdonarme porque no sólo rechazaba su Misericordia sino también el perdón de mi propio hijo. Más tarde advertí que el confesor que me concedió la absolución y al que llegué sin saberlo, pertenecía a una orden misionera y tenía la dispensa para concederme la absolución. La Misericordia de Jesús es así, no perdona en abstracto sino que lo hace pensando aún en los detalles.

Bendiciones en los Dos Corazones.»



 

jueves, mayo 24, 2012

Síndrome post aborto: a las puertas del suicidio



 Los testimonios de quienes se han sometido a un aborto voluntario afirman que, lejos de ser un derecho, es la puerta de entrada a un infierno psicológico de angustia, depresión e ideas suicidas. Es el inicio de una vida bajo el síndrome post aborto.

“Me refugié en el alcohol porque en mi cabeza no paraba de decirme: he matado a mi hijo, lo he matado”. “Esa misma noche lloraba de arrepentimiento y tristeza. ¿Por qué nadie me dijo lo que me pasaría después?”. “Horrible, horrible, horrible”. Este es el adjetivo más pro­nunciado por mujeres que se han sometido a un aborto provocado.

Sus testimonios evidencian no sólo que el síndrome post aborto existe, sino que el sufrimiento que pro­voca en la mujer es mucho mayor del que podría haberles supuesto seguir adelante con el embarazo.
La segunda víctima es la madre  que se ve obligada a acabar con la vida de su hijo. Es fácil encontrar desgarradores testimonios de quienes darían todo por poder volver atrás y escapar de aquella clínica que les iba a 'solucionar un problema' y se convirtió en el principio de un infierno.

“Es horrible todo lo que te pasa. Empecé a maltratar a mi otro hijo, yo misma me hacía daño, me daba asco. Voy a la iglesia, le enciendo velas, rezo y cuando cumple un año mi hijo, le encargo una misa”.      
    
Es mejor tener al hijo y, después, darlo en adopción antes que pasar por la experiencia del aborto, que es lo peor. “En la sala donde yo es­tuve había chicas a las que se les había aplicado anes­tesia general y, cuando despertaban, esta­ban como locas: llorando, se agarraban la tripa... horrible”. Estaban todas las adolescentes llorando, porque les dolía el alma, sabiendo lo que habían hecho. Habían asesinado a su propio hijo

“Yo no quería abortar pero tenía una hipoteca de 1.400 euros y en el trabajo no me renovaron el contrato. Me fui a casa de­sesperada; busqué en Internet y encontré a Red Madre, solicité ayuda y vinieron a mi casa. Me dijeron que no abortara, que ellas me iban a apoyar para que pudiera salir adelante.

“Tenía pocos recursos económicos, antecedentes psiquiátricos de depresiones e intentos de suicidio y mucha soledad. Ahora proclama que se debe abolir la ley del aborto": “Es horrible. No saben lo que las mujeres llegamos a sufrir. Eso sólo lo sabe una madre. Están destro­zando la vida de muchas mujeres. En vez de quitarme un problema, me he echa­do otro más grande sobre la espalda”.






martes, mayo 15, 2012

Criar a un hijo discapacitado es indemnizable si el diagnóstico prenatal fue erróneo



Un juzgado de Toledo ha condenado al Sescam a indemnizar a una familia por no ver la alteración cromosómica de su hijo en un estudio prenatal. El fallo aclara que la crianza de un niño no es indemnizable en circunstancias normales, pero sí cuando hay un error de diagnóstico



El Supremo señala en su jurisprudencia que "no hay nacimientos equivocados o lesivos, ya que el artículo 15 de la Constitución reconoce que toda vida humana es digna de ser vivida". De lo que razona que "los gastos derivados de la crianza de los hijos no constituyen, en principio, un daño, ya que son inherentes a un elemental deber que pesa sobre los padres". Sin embargo, esta doctrina admite excepciones cuando existe un error médico en la valoración de las pruebas prenatales encaminadas a determinar una posible malformación fetal. El avance científico de los diagnósticos genéticos ha hecho que cada vez más enfermedades puedan ser determinadas antes del nacimiento. En consecuencia, el médico tiene más medios para ver estas anomalías, que por ley debe comunicar a los padres.

El juzgado de lo Contencioso número 1 de Toledo ha hecho referencia a esta doctrina del Supremo para condenar al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha a indemnizar con 300.000 euros a los padres de un menor que nació con una malformación cromosómica. La resolución sostiene que el médico que atendió a los demandantes pasó por alto el problema fetal en una primera valoración de los resultados de la amniocentesis a la que se sometió la madre del menor. El error de diagnóstico resulta bastante evidente, "como lo denota el hecho de que el mismo facultativo que realizó el primer análisis hizo un segundo análisis sobre la misma muestra [después de que naciera el niño] y esta vez sí detectó la anomalía" y, por lo tanto, según el juez, "es evidente que esa detección estaba al alcance de la ciencia médica disponible".

Pero ningún error es condenable si no genera un daño. En este caso, la sentencia, en sintonía con la jurisprudencia sobre estos casos, señala que "el daño es la pérdida de la oportunidad de los padres que no pudieron conocer la anomalía cromosómica y se les privó de su derecho a optar por la interrupción voluntaria del embarazo". Ante este razonamiento, la Administración alegó en su defensa que los padres no manifestaron en ningún momento su deseo de abortar. Pero el juez no admite esta observación, aclarando que corresponde a la Administración "la carga de probar de forma indubitada que en el supuesto de conocer la mujer la malformación del feto no hubiera optado por un aborto terapéutico", de modo que da la razón a Carlos Sardinero, abogado de la familia y colaborador de la Asociación el Defensor del Paciente.

Daño económico
En el cálculo de la indemnización el juez asocia al daño moral un daño económico generado por tener que ocuparse de la crianza de un hijo con una incapacidad de por vida. La sentencia hace referencia a un fallo del Supremo que se pronuncia sobre un caso similar admitiendo que sacar adelante a un hijo con un retraso "produce gastos extraordinarios de todo tipo para sus padres que obligan a desatender otros fines ineludibles o muy relevantes mediante la desviación para la atención del hijo de recursos en principio no previstos para dichas finalidades".

En definitiva, la doctrina del alto tribunal matiza su afirmación inicial de que la crianza de los hijos "no constituye un daño en circunstancianormales, pero cuando las circunstancias se separan de lo normal implicando una carga económica muy superior a la ordinaria, esta Sala [la Contenciosa del  Supremo] entiende que puede haber daño y procede la indemnización".


Cada día estamos más locos somos peores... ¿cuándo sentamos las bases para esto? Esto no se improvisa. Se ha infiltrado poco a poco en nuestro tejido social, en nuestras conciencias


jueves, mayo 10, 2012

Para visitar la Casa Blanca es obligatorio registrar a los niños no nacidos



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El lugar de Estados Unidos donde más se reconoce la humanidad del no nacido es, paradójicamente, la residencia del Presidente más abortista de toda la historia del país... Fuera de la Casa Blanca, son abortados hasta el mismo momento de nacer. Para entrar a la residencia presidencial, es preceptivo registrar a los no nacidos


En la Casa Blanca, los niños que aún están en el vientre de sus madres cuentan como un visitante más. El Comité Nacional por el Derecho a la Vida (NRLC, por sus siglas en inglés) ha dado a conocer esta paradoja. La Oficina para los Visitantes obliga a las mujeres embarazadas que quieren visitar la Casa Blanca a inscribir a su hijo todavía no nacido.

Un portavoz del Servicio Secreto explicó al periódico Washington Times que este requisito existe porque, entre el momento en el que un grupo reserva la visita, y la fecha real de la visita, el niño podría haber nacido. El trámite pretende -añadió- agilizar los trámites que habría que realizar en ese supuesto.

El razonamiento parece lógico, si se admite que una mujer embarazada lleva en su interior a un bebé al que únicamente le falta algún tiempo para nacer. Sin embargo, en el Distrito de Columbia, donde se encuentra la Casa Blanca, el aborto es legal, por cualquier motivo, hasta el momento mismo del nacimiento.

«No hay indicación de que el Presidente Obama tenga ningún problema» con esto, denuncia Douglas Johnson, Director legislativo de NRLC. De hecho, durante toda su carrera política, ha destacado por su defensa a ultranza del aborto, incluso del aborto por nacimiento parcial. Como senador en Illinois, votó en contra de evitar que, si un niño nace vivo tras un aborto fallido, se le remate.

La próxima semana, se debatirá en el Congreso norteamericano una ley que prohibiría el aborto, a partir del sexto mes de embarazo. «Si el Presidente quiere proporcionar seguridad a los no nacidos, tanto fuera de las verjas de la Casa Blanca como dentro, debería apoyar este proyecto», añadió el Presidente del NRLC.


Alfa y Omega



 

sábado, abril 28, 2012

Aser y Judith: dos milagros y una madre coraje

He encontrado un blog escrito con el corazón y el alma de una madre maravillosa, Salomé mejor que lo vean ustedes mismos con su historia y su lucha día a día que también seguimos en Twitter
Hoy tiene dos experiencias:






jueves, abril 26, 2012

P. Alfar Antonio a raíz de la despnalización del aborto cuenta la violación de su madre




Hace 42 años, su madre quedó embarazada tras ser drogada y violada por varios hombres en Medellín. Pero no quiso abortar y lo trajo al mundo. Hoy es sacerdote, a cargo de dos parroquias en Comodoro Rivadavia.



Ella era una joven de condición humilde, buena y bonita, llena de ilusiones a sus 27 años, allá por 1968. Había dejado su pueblo, Argelia de María, en la provincia colombiana de Antioquia, para ir a su capital, Medellín, a cursar la carrera de medicina. Trabajaba duro en una empresa para costearse los estudios. Sola en la ciudad, iba relacionándose, buscando hacer amistades en su círculo más cercano. Por eso, un día aceptó inocentemente la invitación a una fiesta que le hicieron sus jefes y compañeros de oficina. Fue una decisión con consecuencias horrorosas. Esos mismos jefes y compañeros le habían tendido una trampa: en la fiesta la drogaron, luego la llevaron a un sitio apartado y -borrachos- la violaron repetidamente. Como consecuencia de ello quedó embarazada. Fiel a sus convicciones, asentadas en una profunda religiosidad, decidió no abortar y salir adelante. Así es que dio a luz a Alfar Antonio, que con el tiempo conocería su tan traumática concepción y se sobrepondría apelando también a la fe. Una fe creciente que lo llevaría a descubrir su vocación sacerdotal, ordenarse y llegar a ser el mayor orgullo de su madre. 

Llevado por su carisma misionero, el hoy padre Alfar Antonio Vélez vive desde hace unos años en Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, donde tiene a su cargo dos parroquias (San Jorge y Santa María Goretti), siendo muy valorada su labor religiosa por sus superiores. A raíz del reciente fallo de la Corte que – al interpretar el artículo 86 del Código Penal- determinó que todos los abortos por violación -no sólo los de una mujer insana- son "no punibles", decidió abandonar su discreción y contar por primera vez, ante el pedido de Valores Religiosos, su conmovedor caso. 

¿Cuándo y cómo se enteró de algo tan dramático?

-Primero debo decirle que la familia de mi mamá era muy moralista y que, cuando se enteraron de que había quedado embarazada, la obligaron a casarse con un viudo para tratar de tapar todo. Pero ese matrimonio no funcionó porque, cuando volvió a quedar embarazada, su marido empezó a tener una doble vida, además de que la golpeaba y se emborrachaba. Como sus padres la presionaban para que no se separara, decidió seguir con su marido y el hijo de ambos, pero para sobrellevar tanta adversidad me entregó a mi abuela.

¿Y entonces?

-Mi abuela empezó a darme todo lo que necesitaba: alimentación, llevarme a la escuela ... y yo fui abriéndome paso un poco por mi cuenta. Ello provocó una relación de cierta distancia con mi madre que, al final, no pudo vivir más con su marido y le tocó sola salir adelante con mi hermano. Un día, como mi abuela me pedía que le diga papá a mi abuelo, le pregunté cómo podía ser él mi abuelo y mi papá a la vez. Ello provocó una reunión con mi madre, que me contó lo que le había pasado. Que mucha gente quería que me abortara, otras que me vendiera y otras que me regalara. Y que, incluso, había mucha gente interesada en mí.

¿Por qué ella no quiso abortar? ¿No temía que su maternidad fuese muy traumática? 

-Mi madre era una mujer de mucha fe, muy practicante y muy santa. Ella decía que, pese a las tan terribles circunstancias, llevaba en su seno el milagro de una nueva vida, una vida que Dios le había dado y que, por sus convicciones, no podía abortar. Y que si Dios se la había dado debía encontrarle el sentido. Para ella lo más duro era no poder mostrarme un padre que me amara, que me enseñara a caminar, pero lo sobrellevaba sintiendo que yo la llenaba totalmente. Y que, tarde o temprano, sería su bastón. De hecho, los tres años que vivió conmigo a raíz de una larga enfermedad hasta su muerte, en 2009, fueron para ella los años más bellos de su vida.

¿Cómo fue su reacción cuando se enteró? ¿Qué edad tenía?

-Para mí fue muy duro. Tenía apenas 10 años. Reaccioné con mucha severidad contra mi madre. Con el paso del tiempo y de una vida muy triste, fui a la iglesia a reclamarle a Dios, a preguntarle por qué a mí. Como yo le hablaba a los gritos, vino un sacerdote y me dijo que estaba formulando mal la pregunta: "No es por qué, sino para qué", señaló. Que creía que Dios, precisamente a raíz de mi situación, me estaba llamando para cosas grandes. En fin, me dijo que Dios escribe derecho sobre renglones torcidos y que iba a ser un instrumento de El. Y me leyó el pasaje de Jeremías, donde Dios lo llama, pero este se resiste y el Señor le dice: "No te preocupes, yo haré todo por ti".

¿A partir de entonces su vida dio un vuelco?

-Si, aquella charla me marcó. Ese sacerdote terminó siendo como un padre. Y fue construyendo en mí la obra de Dios porque el Señor se vale del hombre para salvar al hombre. Empecé a valorar la vida, a integrarme a personas de bien que valoraban mi esfuerzo para superar la situación. Llegué a ser catequista sin darme cuenta de que Dios me estaba preparando para elegir el sacerdocio. Alcancé a tener una novia, aunque la relación no fue realmente seria, hasta que decidí ir al seminario, hablé con el director espiritual y terminé confirmando mi vocación religiosa. Comprendí que Dios había querido que mi mamá no abortara porque confiaba en mí y anhelaba que, aunque fuese fruto de un pecado muy grave, sea su instrumento para llegar a tantas partes con su luz, su gracia y su amor. -¿Tuvo asistencia psicológica? -No. Sólo religiosa, y la amistad muy grande que entablé con todos los sacerdotes de la parroquia. -¿Qué le diría a su padre si tuviera ocasión de encontrarse con él? -Sólo lo abrazaría. Y le daría gracias a Dios por ser mi verdadero padre y darme la oportunidad de vivir, pues sé que los padres de este mundo son una especie de boceto, un borrador. Padre, lo que se dice padre, solo es Dios.

¿Cuál sería su mensaje a la sociedad sobre la punibilidad o no del aborto en caso de violación?

-Que volvamos a leer el Génesis, donde dice que Dios tomó barro, hizo al hombre y le insufló aliento de vida. Dios nos creó a su imagen y semejanza. Mi respiración es la respiración de Dios. Somos lo más bello del mundo. Entonces, no tenemos derecho a quitarle la vida a ningún inocente porque no tiene la culpa de cómo vino al mundo. La culpa las tenemos aquellos que, de pronto, nos equivocamos y no hacemos la voluntad de Dios.

-¿Y qué palabra tendría para una mujer que fue violada?

-Le diría que Dios es el dueño de la vida y que a ella la hizo instrumento de vida. Que la culpa la tiene el violador, no el niño que lleva en su seno. Creo que la decisión de abortar se acabará cuando pensemos que toda vida es un regalo de Dios, más allá de cómo fue concebida, del dolor, o de la alegría. El sabe por qué y con el tiempo uno va descubriendo el para qué.

-¿No puede llegar a ser una carga terrible para la madre

-Para mi madre fue su máximo orgullo haber defendido la vida. Y su máxima satisfacción y alegría fue haber visto en mí a un hombre de bien para la sociedad. Ella pensaba acerca de cuántos hombres y mujeres de bien se privó la sociedad por el aborto. 

-¿Qué hubiera sido de usted sin su fe?

-Siempre digo que la fe es lo más valioso que tenemos. Y que –aunque perdamos todo- no la podemos perder. Dios se vale de mí para hacer obras; yo soy solo su instrumento. Y si el quiere que mi testimonio ayude a hacer recapacitar a una persona y salve una vida, entonces esta entrevista habrá valido la pena.