Aunque no se llenaron en su totalidad los bancos del templo parroquial, cosa a la que ayudo el mal tiempo y el celebrarse en un día laboral, los feligreses de Villalegre se sintieron satisfechos de una Eucaristía en memoria de los niños “no nacidos” que se celebró por primera vez y a iniciativa de la parroquia. Desde el comienzo de la misma, en la que se leyeron algunos párrafos de la última carta del Arzobispo de Oviedo con motivo de la Jornada en defensa de la Vida, se vivió un profundo ambiente de oración con una participación muy activa de los asistentes.
En la homilía, que por su interés reproducimos íntegra a continuación, se hizo una llamada a la defensa de la vida y a poner al servicio de la misma todos los avances científicos y técnicos.
Aunque la vida puede estar rodeada de dificultades no podemos, según proclamó el párroco, dejarnos llevar por el pecado mas viejo de la humanidad, “querer ser Dios” y decidir, según los criterios de la moda, la estética o el deseo de la perfección, quien debe de vivir y quien tiene que morir.
Aunque el recuerdo hacia el último caso de aborto acontecido en Avilés y que tuvo gran repercusión mediática estaba presente en muchos de los asistentes, no hubo ninguna referencia explícita al mismo.
En declaraciones posteriores a Tele Gijón el párroco matizó que el espacio para la reivindicación, la lucha contra el aborto o las demandas a las instituciones políticas, sociales o judiciales, es otro. El objeto de la celebración era orar por los niños “no nacidos” y, aunque se habían barajado otras posibilidades, se decidió hacerlo desde la celebración de una Eucaristía porque “es lo mejor que tenemos”.
La parroquia desea que esta celebración tenga una continuidad anual.
De la agencia JAI, siempre en la noticia
Adopcion Espiritual
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