Me llamo C. y ahora mismo tengo 17 años. Me quedé embarazada con 15 y...¡no fue por mi gusto! No me gusta nada ni pronunciar ni escribir esta palabra pero esta es la verdad: ¡me violaron!.
Sí, yo salía un día del colegio contenta de haber estado con mis amigas...y sucedió. Cuando mis padres se enteraron después del shock pensaron que lo mejor era que abortara. Pero porque creían que era lo mejor para mí, yo tenía 15 años y mucho futuro por delante; que un enfermo (por llamarlo de alguna manera) no me podía cortar mi vida por la mitad, así por las buenas. Pero yo, a pesar de todo no pensé lo mismo. Te lo puedo asegurar porque tengo un hijo de 14 meses, no me ha acortado la vida, me ha ayudado a superar el trauma primero porque de algo espantoso ha sacado algo precioso. Fue mi razón de vivir los siguientes 9 meses. Y si alguien intentase hacerle algo le mataría.
Estoy en contra del Aborto en todos los casos, y lo puedo decir con toda certeza porque lo he vivido. Mi vida también corría peligro porque yo era una adolescente de 15 años, virgen (hasta que pasó eso) traumada y con matriz infantil; y por si fuera poco con un soplo en el corazón. Tuve 6 anemias en el embarazo, depresiones, no sabían si mi hijo me iba a salir drogadicto (por herencia de su padre) subnormal, ¡o hasta con el SIDA! ¡Pero seguí adelante!
Y puedo afirmar que no solo no me arrepiento, sino que cada día me siento más orgullosa de mi hijo y de mi misma. Me gustaría que muchas chicas o mujeres sintiesen lo mismo que yo al tener a su hijo en brazos, y poder ver que sus sufrimientos ha valido para algo. Aunque sé (y me da miedo y vergüenza reconocerlo) que muchos lo hacen por puro egoísmo....
Pienso y siempre pensaré que el aborto es el atentado peor que se pueda hacer contra la vida humana. Y si, de alguna manera, pudiese ayudar hablando con alguien que esté con la duda de abortar o no, o cualquier cosa me gustaría que me llamaseis, porque creo que nadie se puede quedar con los brazos cruzados ante los asesinatos que se están cometiendo con criaturas que no pueden defenderse. Creo que nadie tiene el derecho a decidir si un niño va a nacer o no, ¡sólo Dios!, por eso creo que es muy importante que esas personas que están con la duda hablen con alguien que ha pasado más o menos lo mismo que ellas, y esta feliz. No como casi todas las que abortan que (aunque no lo quieran reconocer) están traumadas.
Tengo que decir a favor de mis padres que me apoyaron hasta el final y que están chochos con su primer nieto, yo estudio por las noches y paso todo el día con mi hijo: pero si algún día quiero salir ellos se quedan cuidándomelo hasta que vuelva. Somos una familia feliz, y sin ninguna clase de traumas. Me gustaría ayudar a muchas personas a que también lo fueran.
Sinceramente, C.
Adopcion Espiritual
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