lunes, diciembre 09, 2013

Después del aborto... (continúa)

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Por Alejandro Ledesma Solórzano

El síndrome post aborto tarde o temprano termina por revelarse también al padre y produce en muchos casos depresión, tristeza, sensación de vacío, etcétera.

  Después del aborto para muchas mujeres (no para todas) que biológicamente fueron madres en ese determinado tiempo les es doloroso por haber provocado la muerte de su hijo, pero también lo es para los padres quienes se sienten culpables en cierto modo por no haber evitado el asesinato o incluso por haber obligado y participado en el acto.

Aunque mucho se “argumenta” de que el síndrome pot aborto es un mito y que no se presenta en las mujeres que lo han practicado, también se ha dicho que es falso el manifiesto de este en los hombres.

Pero ¿a caso el bebé no era también su hijo? Aunque no estuvo en sus entrañas, sí iba a portar su sangre, genes, rasgos y quizá mismos ojos, pelo o boca con la que aprendería a decirle “papá”.

“Mi hermano menor fue quien evitó el que yo obligara a mi novia a abortar, yo no quería ser padre puesto que aún era inmaduro e irresponsable, ya que ni trabajo tenía y mis padres no del todo me apoyaban. Afortunadamente mi hermano, a quien le agradezco infinitamente me hizo entrar en razón y me motivó para enfrentar mi más bella responsabilidad.

“Para mi sorpresa y la de mi pareja tenemos dos gemelos, a quienes amamos mucho, yo trabajo y puedo decir que la economía no es un problema porque lo básico no les hace falta, además mis amigos y familiares me ayudan por mera atención a salir adelante con lo que necesiten mis hijos; quizá si yo hubiera obligado a mi pareja a abortar, en estos momentos no estaría compartiendo mi testimonio, no creo hubiera podido cargar con el sentimiento de culpa”, relata Héctor de 23 años, quien asegura estar arrepentido de considerar por un momento el aborto como salida “fácil”.

Por otro lado, la terapeuta Carmen Aguilar Padilla, especialista en el tema señala que muchas veces las parejas jóvenes ven al aborto como la mejor salida a los problema, “pero el síndrome post aborto tarde o temprano termina por revelarse también al padre y produce en muchos casos depresión, tristeza, sensación de vacío y un gran complejo de culpabilidad”.

Aguilar Padilla, quien ofrece tratamiento y terapia para estos casos indicó que el hombre como la mujer intentan olvidar, encubrir la culpa sumergiéndose en activismo para no pensar, “pero la conciencia encuentra el resquicio para inquietarlo en momentos de soledad.

Recomendó que cuando el hombre se da cuenta de lo que ha perdido y acepta la responsabilidad de su participación o su omisión culpable, debe buscar apoyo para superar el síndrome post aborto (SPA).

Estudios revelan que al involucrarse un hombre en un aborto, le crea síntomas de depresión y ansiedad, sobre todo por no haber podido salvar la vida de su hijo. Además, se garantiza que con tratamiento psicoterapéutico se puede llegar a cerrar la herida, pero siempre va a quedar la cicatriz. O sea, el recuerdo de lo que para él resultó ser una tragedia en vez de una gran alegría, lo que hubiera sido posible si hubiera tenido a su hijo.

Aguilar Padilla enfatiza que el hombre y la mujer deben ser responsables de sus acciones, sobre todo cuando dependen de ellas la vida de un inocente.

Por su lado, el doctor Esteban Rodríguez Martín, miembro de Ginecólogos por el Derecho a Vivir, reflexiona sobre el hombre frente al aborto, alternativas para la mujer sobre el papel que el padre juega en el aborto y su repercusión para la mujer y la dinámica familiar.

En su análisis precisa las causas y consecuencias del aborto para la mujer y también en relación con el hombre, "del que nunca se habla":

En todo aborto provocado o terminación feticida de la gestación, hay un ser humano que muere, otro ser humano que mata y una madre que sufre las consecuencias de participar en la muerte de su hijo. Pero además hay un padre, del que nunca se habla. 

Lo que comprobó en su actividad clínica es que el único mensaje que una mujer deseaoír de su pareja ante un embarazo imprevisto y el único que verdad le da paz, le quita el miedo y le permite dormir: ‘yo te quiero a ti y a nuestro hijo, y no te preocupes porque yo estoy aquí contigo y voy a defender a mi familia'." 

En nuestra experiencia el 80 por ciento de las mujeres a las que se les ofrece ayuda deciden seguir adelante. 

El síndrome postaborto también lo sufren los hombres. Incluso se constata que hermanos, otros hijos y madres que aconsejaron abortar a sus hijas, también lo sufren. 

Este es un tema que como señala la especialista, debe ser abordad por la pareja (hombre y mujer). Recordemos que la muerte noes la mejor vía: difundamos, apoyemos y informemos al respecto.



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