La suerte del cheque escolar en Washington D.C. podría definirse pronto. El programa, que está vigente desde 2004, otorga ayudas de hasta 7.500 dólares anuales a unos 1.700 estudiantes de bajos recursos para asistir a escuelas privadas. Pero cuenta desde hace tiempo con la animadversión del Partido Demócrata, aliado de los sindicatos de profesores de la escuela pública (cfr. Aceprensa, 14-06-2008).
Recientemente, la Cámara de Representantes, con mayoría demócrata, aprobó un presupuesto que parece constituir el fin de esta iniciativa –financiada por el gobierno federal– una vez transcurrido el año escolar 2009-2010. Toca ahora al Senado revisar el presupuesto, y en senadores como Joseph Lieberman ponen sus esperanzas los que se oponen a la supresión de estas ayudas.
La opinión de los padres
Si hay alguien que está a favor del cheque escolar en Washington D.C. son los padres de los alumnos que lo reciben. Los estudios revelan que la satisfacción se ha incrementado de manera proporcional a los beneficios que, según el sentir de los padres, han reportado a sus hijos las clases menos numerosas, los programas de estudio y la dedicación docente propios de la educación privada en el distrito. Factores a los que se suma el hecho de que, para los padres, nada es más importante que la libertad de escoger la escuela a la que irán sus hijos.
Así, por ejemplo, Deborah Parker, madre de dos niños que estudian en Sidwell Friend School gracias al programa de cheques escolares, declara al Christian Science Monitor que son evidentes los progresos que han logrado hacer sus hijos en calificaciones, en estabilidad emocional y en confianza en sí mismos, así como en la motivación cada vez mayor que muestran para los estudios.
“Estoy seguro de que nunca habrían recibido este tipo de educación en la escuela pública”, dice otro padre a los investigadores de la Universidad de Arkansas, que han concluido que la elección sirve además para favorecer una mayor implicación de los padres en la educación de los niños.
Por lo pronto, el congresista demócrata David R. Obey ha dirigido una instrucción a la consejera de educación de Washington D.C., Michelle A. Rhee, instándola a “tomar medidas inmediatas para minimizar cualquier trastorno y para facilitar una transición sin problemas” de los estudiantes que se vean forzados a regresar a la escuela pública.
Las críticas que ha despertado la postura de los congresistas demócratas subrayan que su decisión se basa en razones políticas y no educativas. El Partido Demócrata contenta así a los sindicatos de profesores de la enseñanza pública, que están en contra del cheque escolar. De otro modo, no se entiende que se empeñen en dejar de financiar un programa que representa una mínima parte del presupuesto educativo. De hecho, el coste medio del puesto escolar público en Washington D.C. es superior a los 7.500 dólares del cheque escolar.
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Adopcion Espiritual
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