Ante la alternativa mi mujer no dudó: suspendió inmediatamente cualquier curación quimioterápica pensando en el hijo que habría de nacer
Malgorzata Burakowska, 39 años, de origen polaco y conocida como Margarita, fue sepultada este jueves, 11 de noviembre en Castelnovo Monti, pueblo situado a 50 kms de Regio Emilia, en el Apennino (Italia).
La mujer había llegado a Regio Emilia hace diez años para trabajar como empleada doméstica. Deja viudo, Adelmo Stefanello de 66 años, obrero jubilado, con quien tuvo en Polonia a su primer hijo, de 15 años, y al pequeño Gabriele, de 19 meses, el niño que llevaba en el vientre cuando decidió suspender los tratamientos, con tal de llevar a término el embarazo.
Suspendido el tratamiento, explicó el marido, la enfermedad siguió su curso. Lo sucedido ha sido contado hoy por el “Resto del Carlino”
Después del nacimiento del niño, la mujer retomó la terapia pero el mal había avanzado. “Últimamente los tratamientos le hacían sentirse mal”, cuenta el marido. “Comía muy poco y había adelgazado mucho”.
La mujer se había notado un bulto en el seno hace cuatro años. El medico de familia sospechó que se tratase de un tumor. “Enseguida fuimos al Instituto para los tumores de Milán, donde recibimos la tremenda sentencia: se trataba de un tumor en el seno”, dice el marido.
En 2008 la mujer supo que estaba embarazada. “Desgraciadamente el médico hubo de ser claro: una cosa o la otra, es decir, o curar la madre o salvar al niño”, recuerda el marido. “Ante la alternativa mi mujer no tuvo dudas: suspendió inmediatamente todos los tratamientos pensando en el hijo que habría de nacer. No dudó un instante, estaba decidida a sacrificarse a sí misma para salvar al bebé”.
El lunes por la tarde la mujer se sintió mal en casa y fue llevada al hospital, donde falleció en la mañana del martes. Se esperó para el funeral para permitir la llegada de la madre de la mujer a Castelnovo Monti desde Polonia.
2 comentarios:
Una madre es así, sacrificando su vida por su hijo.
Valiente madre, digna de admiración.
Imagino que muchas se sacrifican por sus hijos de distintas maneras y muchas veces al día, sin que nadie se entere.
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