14 de diciembre 2010 (Notifam) – La socialmente liberal revista estadounidense, cuyo nombre es ‘The Economist’, (‘El economista’) está admitiendo que la economía japonesa se encuentra en grave peligro debido a las bajas tasas de fertilidad y a una población que envejece, lo cual amenaza con dejar en quiebra el sistema de seguro social y de conducir hacia un perpetuo estancamiento económico.
En una sección especial dedicada al Japón, que aparece en su edición del 20 al 27 de noviembre, la ‘Economist’ lamenta que “Japón va camino hacia una vórtice demográfica. Es la sociedad que más velozmente está envejeciendo sobre la Tierra, y el primer país grande en la historia que ha comenzado a disminuir rápidamente debido a causas naturales.”
Sin embargo, las causas que la ‘Economist’ llama “naturales”, incluyen el control artificial de la natalidad y el aborto, unido a una tendencia a casarse más tarde o nunca. Como resultado de las bajas tasas de natalidad y de una expectativa de vida más larga, la edad promedio (44 años) y la expectativa de vida (83 años) en Japón, constituyen las tasas más altas. Por otro lado, la tasa de natalidad (1.4 niños por cada mujer) constituye la tasa más baja en cualquier parte del mundo. Durante los próximos 40 años, se anticipa que su población, al presente en un 127 m, disminuirá a un 38 m. Ya para el año 2050, 4 de cada 10 japoneses tendrá más de 65 años de edad.”
La edad promedio de los trabajadores en la población de Japón, ha ido decayendo por años, dice la ‘Economist.’ “En 1985, justo antes de que la economía comenzara a perder su vigor, la edad promedio de los trabajadores en la población alcanzó su punto más alto, con un 87 m. Desde entonces, ha descendido marcadamente. Si continúa en esta tendencia presente, en 20 años habrá descendido por un 20m, según informa el Instituto Nacional para la Investigación sobre la Población y el Seguro Social (National Institute of Population and Social Security Research) en Japón. Para el año 2050, el mismo habrá descendido por debajo de un 50m, formando una curva de campana casi perfecta en un siglo. Entre los países ricos, solamente Alemania sufrirá una caída similar.
La economía japonesa ha estado estancada por una década y media. Sin embargo, si estas tendencias demográficas continúan, “las dos ‘décadas perdidas’ del estancamiento económico en Japón, desde 1990, podrían no tornarse en una aberración,” según señala la ‘Economist.’ La economía, según informa, se encuentra ahora “en el ascensor hacia abajo.”
Los efectos de la población en estado de implosión en Japón, se siente, no solamente en cuanto a la tasa de productividad per cápita, sino también en el sistema de seguro social, el cual se encuentra amenazado por un creciente desbalance entre los trabajadores y los jubilados.
“Cuando se introdujeron las pensiones públicas durante la década de los 1960, habían 11 trabajadores por cada jubilado,” según dice la ‘Economist.’ “Ahora, hay 2.6 trabajadores, frente a un promedio según la OECD (Organization of Economic Cooperation and Development/Organización para la Cooperación en la Economía y en el Desarrollo) de 4 trabajadores. Como señal de la creciente desilusión con el sistema de pensiones, casi el 40% de aquellos con negocios propios no pagan contribuciones.”
Las bases que sirvieron para que Japón adoptara de lleno la anticoncepción y el aborto fueron dadas por Margaret Sanger, la fundadora del movimiento internacional a favor del control de la natalidad, y por el japonés socialista, el señor Shidzue Kato. Ambos comenzaron a promover la anticoncepción en Japón durante la década de los 1920. Sin embargo, en aquel momento, se entendió que dichas políticas públicas constituían una amenaza a la sociedad japonesa y fueron rechazadas.
Pasada la conquista de Japón por los Estados Unidos de América, el señor Kato y otros socialistas fueron elegidos al parlamento de Japón, y el gobierno entonces aprobó la Ley Eugenésica de Protección de 1948, lo que dio paso a la anticoncepción y el aborto. Al presente, se estima que la tasa de aborto es de aproximadamente 250,000 al año.
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1 comentario:
Y en China, los hombres se desesperan porque no hay suficientes mujeres gracias a la política del hijo único, sumada a la mentalidad medieval de que un varón supone una ayuda para los padres y una hija, sólo gastos, por lo que si nace una niña se la mata o abandona.
Estas son las consecuencias de manipular a la naturaleza en un supuesto beneficio para la sociedad, beneficio que se ha demostrado todo lo contrario. Y con creces.
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