viernes, noviembre 30, 2007

La sociedad abortista


1. Una sociedad que tolera el aborto, que mira para otro lado ante el delito de aborto, o que incluso lo defiende o lo promociona, es una sociedad sin Dios. Puede haber ateos o agnósticos que se opongan al aborto, pero, sin Dios, todo está permitido. También matar a un ser humano inocente.

2. Una sociedad que tolera el delito de aborto es una sociedad hipócrita. Se alarma ante un accidente con repercusiones en el ecosistema. Se conmueve por el sufrimiento de los animales. Se encadena a un árbol para que no lo talen, y calla, cómplicemente, ante el asesinato industrial de niños en el seno de sus madres.

3. Una sociedad que tolera el delito de aborto es una sociedad mentirosa. Manipuladora del lenguaje. Llama “interrupción voluntaria del embarazo” a lo que es en realidad matar a un ser humano. Llama “derecho” a lo que es un crimen. Llama “progreso” a lo que es la peor de las regresiones.

4. Una sociedad que tolera el delito del aborto es una sociedad encubridora del mal. Firma un cheque en blanco a sus políticos. No para que busquen el bien común, sino para que amparen el mal. Para que pongan a salvo el ejercicio inmisericorde del propio egoísmo.

5. Una sociedad que tolera el delito de aborto es una sociedad insolidaria. Se olvida de los pobres. De los que no dan votos. Deja de lado a quienes se encuentran en una situación angustiosa o difícil.

6. Una sociedad que tolera el delito de aborto es una sociedad decadente. Donde no hay vida no hay ni esperanza ni futuro. No hay mañana ni pasado mañana.

7. Una sociedad que tolera el delito del aborto es una sociedad cruel. Con la indiferencia del “sálvese quien pueda”. No importa el dolor del otro. Importa sólo mi placer. No importa solucionar los problemas; importa quitárselos de en medio.

8. Una sociedad que tolera el delito del aborto es anti-humana. Inmune a la compasión. Exige que un dentista no haga daño al extraer una muela, pero contempla indiferente el dolor de un niño a quien se le aplica una inyección letal.

9. Una sociedad que tolera el delito del aborto es anti-natural. Ve el sexo como pasatiempo. A la persona como mercancía alquilable. A la paternidad y a la maternidad como una enfermedad infecciosa.

10. Una Iglesia que quiera vivir en medio de una sociedad que tolera el delito del aborto ha de ser una Iglesia martirial y profética. Dispuesta a quedar en minoría a la hora de decir: “no todo vale”.

Guillermo Juan Morado.





Adopcion Espiritual

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