viernes, agosto 19, 2005

Una mujer que estuvo a punto de abortar en una clínica de abortos nos cuenta su historia.



Mi Dios es real...di sí a la vida.

Carta recibida el 27 de Agosto de 2002.

Mi historia fue un maravilloso milagro de Dios. En el mes de mayo del año 2001 quedé embarazada. Vivía en un ambiente del modelaje, las modas, los fashion shows, castings, shootings, promociones, pesaba solamente 90 libras, y mi mayor ambición "verme bien, no engordar". Mi novio se protegía con preservativos pero ese 22 de mayo de 2001, el preservativo se rompió, yo supe desde ese instante que estaba embarazada.

Comencé a experimentar los cambios en mi cuerpo, náuseas, mareos, sueño, cansancio, me decía a mi misma, "no puede ser", cuando vi POSITIVE en esa prueba de sangre me quise morir, grite y lloré hasta más no poder, no quería tener un hijo, no lo quería, no podía tenerlo. Vi mi vida echa pedazos, mis sueños obstruidos, mis metas desechas, mi cuerpo, mi afán por el modelaje, todo, todo había terminado, pero encontré la "solución a mi problema", EL ABORTO.

Así fue que fui a una clínica de abortos, recuerdo que al llegar tan solo al estacionarme un inmenso dolor rodeo mi corazón, un sentimiento maternal me agobiaba, un llanto continuo comenzó a surgir de mí, no-tenia consuelo. Comencé a pedirle a Dios perdón y a mi bebé por lo que iba a suceder en ese lugar. Me sequé las lágrimas y entré, llené mi record, pero un escalofrío, un miedo horrible se apoderó de mi vida, presentía que me podía morir en ese procedimiento, pero pensé nuevamente, "no, no puedo tenerlo". Recuerdo que me llamaron y yo le dije a la secretaria "yo quisiera antes de abortar, que me realicen un sonograma, para ver, aunque sea por última vez, no sé lo que haya ahí".

Me cambié de ropa, me puse mi bata, mis chanclas y mi gorro, me senté a esperar en un sillón reclinable junto a unas 5 mujeres más listas ya para cometer ese crimen al igual que yo. Cuando tocó mi turno, mis piernas temblaban, me acosté en la camilla, dos enfermeras totalmente frías me ayudaron en el procedimiento, luego llegó un hombre alto, rudo, serio, asesino. Me trató mal desde un principio, tan pronto me vio, comentó "no me gusta como se ve esta muchacha", me indicó las instrucciones, me dice "te voy a realizar un endovaginal, aquí vas a ver lo que tienes ahí adentro, y yo veo en la posición en que está para luego succionarlo con este instrumento". Tan pronto introdujo el tubo para realizarme el endovaginal, me queje de dolor fue muy brusco y él me contestó "nena, si te duele esto, prepárate para lo que viene después", yo me quería ir, me sentía mal, tenia mucho dolor, pero ya estaba allí y lo iba a hacer, estaba decidida, con dolor en mi alma.

Pero como allá arriba hay un Dios Grande que todo lo ve y todo lo sabe, este médico me dice: "¿tú estas segura que estás embarazada?", le contesté "si, lo estoy", me dice "¿trajiste tu prueba?", miró el record, vió la prueba, y yo digo ¿que pasa? y él me enseña la pantalla y me dice "no hay nada", realmente no veo nada, no veo absolutamente nada y ya tienes 1 mes de embarazo se supone que se vea, tienes que esperar mas tiempo". Yo le dije "no hay problema, vendré luego", pero tan pronto yo salí de aquella clínica, yo dije "Dios mío, que es esto".

Fácil, Dios es tan y tan grande que no permitió que mi pequeño bebé se viera, porque mi hijo tenía que nacer. Al día siguiente fui donde una prima mía enfermera y le pedí que me hiciera un sonograma, ella me llevó al hospital donde trabajaba y en la sala de maternidad, me realizaron un sonograma, le conté lo que me sucedió en aquella clínica que no se veía nada, y para mi sorpresa tan pronto la muchacha colocó aquella máquina en mi abdomen apareció una pequeña cosita latiendo, era el corazoncito de mi bebé, pude ver la bolsita todo, que Grande es Dios!

Decidí tener a mi hijo, continuar con mi embarazo, y el 31 de enero de este año tuve la felicidad más grande de mi vida, pude tener por cesárea mi primer hijo varón, fue la emoción más grande de mi vida, estuve llorando toda la cesárea, cuando me pusieron ese ser humano a mi lado, fue una experiencia sumamente hermosa, nació saludable, fuerte. Hoy día ese ser humano, es la razón de mi existir, lo AMO con todas mis fuerzas, es la personita que más quiero en este mundo, jamás me hubiera perdonado asesinar a mi hijo, no imaginan cuanto lloro cuando en las noches lo veo dormidito a mi lado, y pienso lo que casi fui capaz de hacer. Mi hijo es un niño feliz, siempre tiene una sonrisa en sus labios y es el regalo más bello que Dios me ha brindado.

A todas las mujeres que se encuentran en una situación difícil, que están pensando abortar, DETENTE, no lo hagas, piensa primero, analiza, tu bebé no tiene la culpa, no te pidió venir al mundo, dale la oportunidad de vivir. Yo pude haber regresado aquella clínica pero no lo hice, porque Dios así no lo permitió. Un hijo no es una carga, carga será el llevar la culpa en tu conciencia del pecado de haber asesinado a tu propio hijo, tu propia sangre.

Si te sientes triste, sola, escríbeme a mi e-mail lannalvira@hotmail.com, estoy presta a ayudarte, aconsejarte por el camino del bien. Vamos a darle la vida a esas criaturitas inocentes, Dios no nos da carga que no podamos llevar. Y recuerda haz de esta mi frase tuya también "Las nubes negras y tormentosas no prevalecerán eternamente; el sol brillará de nuevo y las alejará". Ya no me importa el modelaje, no me importa el cuerpo, solo vivo para mi hijo, para verlo crecer sano y saludable y sobre todo, para inculcarlo en los caminos de aquel que lo guardo desde mi vientre y quien le dio la vida, Dios.

Dios te bendiga, y que mi historia te sirva de ayuda para poder continuar hacia adelante, diciéndole SÍ a la VIDA y NO al ABORTO.

ABORTO

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