lunes, abril 28, 2008

Seiscientos a cero: el fraude de la investigación con células madre embrionarias.



La destrucción de embriones iba a ser la solución del siglo XXI a todas las enfermedades del ser humano. Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Navarra, ha puesto número a este fraude mediante el recuento actual de protocolos terapeúticos: “hay ya cerca de 600 protocolos que utilizan células madre adultas, y no se ha presentado ninguno con células de origen embrionario”.


Realidad y propaganda.

En una reciente conferencia, pronunciada en la Academia de Medicina de Granada, la doctora Moratalla declaró que “Los últimos hallazgos sobre las posibilidades terapéuticas de las células madre adultas, ponen en entredicho abiertamente las dos grandes promesas propiciadas por la nueva ley española de biomedicina: el uso y creación de embriones para investigación y la llamada clonación terapéutica. A los graves reparos éticos ya conocidos (la destrucción indiscriminada de miles de embriones humanos), se unen evidencias científicas que cuestionan cada vez más su utilidad terapéutica”.

Fetofobia.

La falsa promesa de que la destrucción de embriones iba a traer como contrapartida la curación de todo tipo de enfermedades, más que una cuestión científica se revela ahora más que nunca como una estrategia política de más amplio calado. Una vez más, el fin justificaría los medios. Oponerse a la destrucción de fetos humanos era oponerse cruelmente al progreso y a la curación de múltiples enfermedades. Los increíbles avances médicos de la investigación con células madre embrionarias serían el espaldarazo definitivo a la trivialización y justificación de la destrucción masiva de embriones humanos, que ya se practica con el aborto o la fecundación in vitro.

Su tumor, gracias.

Bien al contrario, como recuerda el editorial de
hispanidad.com, pronto se descubrió que la línea de investigación que daba resultados era, llamativamente, la línea ética de investigación con células madre adultas. El desarrollo incontrolable de tumores cancerosos se constituyó desde el principio como un problema insalvable para la investigación con células madre embrionarias. No sólo se habían pisoteado los más elementales principios éticos, sino que además no había servido para nada.

Seiscientos a cero.

A fecha de hoy, 600 protocolos terapeúticos avalan la investigación ética con células madre adultas. Los resultados paralelos de la investigación con células madre embrionarias son cero protocolos. La investigación con células embrionarias recibió la puntilla recientemente, al desarrollarse un procedimiento para obtener células madre en todo idénticas las embrionarias pero a partir de células madre adultas. Así termina la historia de la utilización de unos medios que ningún fin hubiera justificado, pero con los que ni siquiera se consiguió anotar un solo tanto.



Adopcion Espiritual

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