viernes, diciembre 07, 2007

Para nosotros sí, pero para Dios no hay azar ni casualidad

Daniel Turbón: “Para nosotros sí, pero para Dios no hay azar ni casualidad”

El antropólogo considera que es frecuente que se venda como ciencia lo que sólo es filosofía de la ciencia.

Alfredo Urdaci

No elude las preguntas. Salta por las ramas del árbol de la ciencia con la habilidad física de nuestros antepasados. Y así, mientras yo intento llevar las cosas a la actualidad él prepara una exposición académica antes de responder a las cuestiones. Conoce a fondo la historia antigua, los clásicos griegos, los romanos, la egiptología. Ha traducido a Homero, a Virgilio.

¿Somos el final de la evolución?
Nadie lo sabe. El universo está en proceso de cambio, y nadie sabe dónde va ir a parar esta dinámica.

Usted tiene una formación humanista, pero esto no suele ser común entre sus colegas.
Los científicos elementales suelen ser gente muy inculta. Están metidos en su pequeña parcela de conocimiento. La mayor parte de los que presentan una visión materialista del hombre lo hacen por ignorancia.

¿La creación es compatible con el evolucionismo darvinista?
Hay una creación evolutiva, pero no una evolución creativa.

¿Existe el azar?
Para nosotros sí, pero para Dios no, para Dios no hay azar ni casualidad. De la existencia para nosotros del azar no se puede deducir que no exista plan divino.

Se ha difundido la idea de que la ciencia excluye ese plan.
Pero la ciencia está siempre en un estado provisional, y muchas veces busca la conclusión de lo que ya ha pensado antes. Es frecuente que nos vendan como ciencia lo que sólo es filosofía de la ciencia.

¿Adán era africano?
Sí. Y la aparición del hombre en África del este es consecuencia de un cambio climático que enfrió la Tierra.

¿Y por qué se expandió?
Somos un éxito de especie. Hace un millón seiscientos mil años el hombre se hace cosmopolita. El homo habilis aparece en África, el Cáucaso, la India, China y Java. Eso es posible porque crea una burbuja cultural y la transmite a las nuevas generaciones.

Y eso no se entiende sin la capacidad de crear grupos.
El miedo y la seguridad son los instintos más básicos. Los homo habilis se unieron, por seguridad, para dividir el trabajo, y para reproducirse. Los que se agruparon siguieron adelante y los que no, se extinguieron.

Nuestra historia como especie está escrita en nuestros genes.
La genética es el material que pasa de generación en generación. Digo a mis alumnos que para entender lo que sienten deben buscar la explicación en el pasado.

¿En qué cosas?
En la sexualidad, por ejemplo. Somos la única especie que prolonga el período de aprendizaje. Así surgen la niñez y la adolescencia, que es la época del despertar sexual, como fase de aprendizaje del comportamiento adulto.

¿Y la homosexualidad?
No hay rastro genético que la determine. Cuando en el niño empieza el despertar sexual puede haber una fijación diversa. Es una cuestión adquirida, depende de la libertad individual.

¿Clonaremos algún día seres humanos?
No. La construcción de un ser humano es tan compleja que hace imposible la clonación.

¿Y la violencia, la doméstica, por ejemplo?
Es que el ser humano es jerárquico, es dominante. La violencia de género no se acabará nunca.



Adopcion Espiritual

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