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No son mujeres españolas que viajan a Londres para abortar, son británicas que viajan a Barcelona. Más de cinco mil extranjeras han viajado durante los últimos cinco años a Cataluña de forma exclusiva para una interrupción voluntaria de embarazo. Y no son sólo británicas; sobre todo francesas, y también andorranas e italianas. Su procedencia se mantiene prácticamente invariable a lo largo del tiempo: Francia es el principal país de origen de las mujeres que se trasladan a nuestro país para abortar, ya que según el último año dos de cada tres mujeres extranjeras con residencia fuera de nuestro país procedían de este país vecino. En Francia, el aborto es libre durante los doce primeras semanas mediante solicitud previa, y en el segundo trimestre se permite en caso de riesgo para la vida de la mujer, riesgo para su salud psíquica o debido a malformaciones del feto. Además de francesas, las mujeres vienen a abortar desde Andorra (14,3 por ciento) e Italia (9,9 por ciento) principalmente, según los datos de 2005, que son similares a los del año anterior, cuando aún se incluía a Gran Bretaña entre los principales países de origen de las mujeres que acudían a Cataluña. En Italia, se puede abortar hasta los 90 días de embarazo por razones sociales, económicas o médicas y por encima de esos 90 días cuando existe riesgo para la vida de la mujer, para su salud física o psíquica o en caso de violación. Y en el caso de Gran Bretaña, se permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana número 24 en caso de razones sociales, económicas o médicas, y sin límite en caso de grave y permanente riesgo para la vida de la mujer. Por su parte, está prohibido el aborto voluntario en Andorra, aunque se ha levantado la pena por someterse a un aborto en otro país. La evolución de las cifras hasta ahora conocidas en Cataluña muestran una nueva dimensión, hasta el punto de que en el último año los incrementos tanto en el número de interrupciones voluntarias del embarazo como en la llegada de mujeres con residencia en el extranjero para abortar en nuestro país se han incrementado alrededor de un 20 por ciento. Aumento en el último año Entre el año 2001 y el año 2005, el número de abortos en Cataluña pasó de 15.207 a 18.434, lo que supone un incremento real superior a las 3.200 interrupciones voluntarias del embarazo. Sin embargo, sólo en el último año (2005-2006) ese aumento ha sido aún superior, al pasar de 18.434 a 21.976. En semejantes circunstancias se mueve la llegada de extranjeras a España con el único fin de abortar. Menos de 800 se trasladaron a Cataluña desde Francia, Andorra, Italia, Gran Bretaña... en el año 2001 con ese motivo, mientras que en 2006 la cifra ascendía a 1.251. Entre los años 2001 y 2005, se pasó de 798 extranjeras residentes en el extranjero a 1.045, mientras que en el último año (2005 a 2006) el incremento fue similar, más de doscientas personas: de esos 1.045 a 1.251. Durante el año 2006, se practicaron en Cataluña un total de 21.976 interrupciones del embarazo, con un incremento cercano al 20 por ciento (19,2%) con respecto al año anterior. De estos abortos, casi la mitad fueron protagonizados por mujeres de origen extranjero, ya fueran de las que cruzan la frontera con el único afán de liberarse del bebé que esperan, como de extranjeras residentes en España, ya sea en Cataluña o en el resto del país. Esas casi 22.000 interrupciones fueron realizadas en 30 centros, de los que 18 eran hospitalarios y el resto extrahospitalarios, en su mayoría de la provincia de Barcelona. Con respecto a los últimos años, no varía la nacionalidad de la mujer que se desplaza a España, en este caso a la Comunidad Autónoma de Cataluña, a someterse a un aborto: en siete de cada diez casos son francesas, y junto a ella también protagonizan estos casos las nacidas en Andorra y en Italia. Es una evidencia que no ha variado prácticamente nada en los últimos años el país de origen de estas mujeres, aunque esta encuesta tiene cada vez más un protagonismo francés, con un aumento de ocho puntos con respecto a 2004, pues ya en 2006 eran 69,9 por ciento del total, mientras que se ha producido un ligero descenso de los viajes desde Andorra e Italia. Pese a ello, entre estos países superan el 90 por ciento de los casos. Clientela extranjera Y son personas que en buena parte se habían convertido en clientas de las cuatro clínicas privadas de Barcelona que están siendo investigadas por practicar presuntamente abortos ilegales. El pasado lunes, cuando agentes de la Guardia y de la Guardia Urbana registraron las sedes de las cuatro clínicas, situadas en un radio de menos de un kilómetro, en la parte alta de Barcelona, algunos de los curiosos vecinos que se pararon a ver el trajín policial y periodístico comentaron que muy a menudo veían llegar coches con matrícula francesa a las sedes de los centros médicos. Al parecer, el máximo responsable de las clínicas investigadas, el cirujano peruano Carlos Morín, podría haber ideado una red de colaboradores, en este caso, médicos extranjeros que derivaban a sus clientas a los centros de Barcelona a cambio de una presunta comisión. Además, el peruano Carlos Morín tenía convenios con tres importantes hoteles de Barcelona en los que alojaba las pacientes antes y después de las intervenciones. La industria del aborto. |
Adopcion Espiritual
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