domingo, junio 12, 2005

Nací con parálisis cerebral y amo la vida


Mujer con parálisis cerebral dice no al aborto

Ésta es la síntesis del abrumador testimonio de una mujer mexicana que ha vivido durante 40 años con esta lesión y decidió elevar su voz de protesta contra la legalización del aborto eugenésico en el país.

Beatriz Molina Ortiz Monasterio se comunicó con ACI Prensa para narrar su historia y asegurar que "la vida es un don, una oportunidad de ser, aún en circunstancias tan difíciles como las mías o peores".

"Escuché por radio y en la tele que había aprobado en la Suprema Corte de Justiciala Ley Robles que autoriza el aborto cuando al bebé por nacer se le detecta riesgo de malformación o discapacidad. Me parece terrible e injusto, señaló.

En efecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aceptó la validez de la polémica ley Robles -nombre tomado de su autora, Rosario Robles-, que tiene como finalidad reformar el Código Penal para el Distrito Federal para permitir el aborto en caso de malformaciones congénitas o genéticas graves.

La polémica reforma se refiere al concebido como un producto y textualmente propone en el artículo 334 que el aborto no será penalizado "cuando a juicio de dos médicos especialistas exista razón suficiente para diagnosticar que el producto presenta alteraciones genética o congénitas que puedan dar como resultado daños físicos o mentales, al límite que puedan poner en riesgo la supervivencia del mismo, siempre que se tenga el consentimiento de la mujer embarazada".

La historia de Beatriz

Beatriz nació con "una lesión neurológica que los médicos llaman ’parálisis cerebral’. No es una enfermedad. Es una condición que afectó y afecta el centro de lenguaje y otras áreas de mi cerebro".

Según relata, no puede valerse por sí misma "para cosas tan sencillas como comer sola, ir al baño, caminar, etc. Y aunque soy independiente de espíritu, me veo obligada a necesitar del apoyo de mi mamá".

A pesar de estas limitaciones, Beatriz ha logrado un empleo. "Lo peor de tener parálisis cerebral, para mí, es no poder hablar. Soy inteligente, trabajo con los bebés y niños más pequeños en el Centro Infantil de la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC); los amo y me alegro con sus logros. Me comunico por computadora y con mis tableros de comunicación que han diseñado en APAC para mí", indica.

Beatriz recuerda que hace algunos años, "seis estudiantes de preparatoria del Colegio Moderno Americano me entrevistaron en mi casa. Una de sus preguntas fue si yo hubiera optado por vivir si hubiera sabido que tendría las severas limitaciones que sufro".

"Sin dudar un segundo les contesté que sí. No es fácil tener parálisis cerebral; la vida y la gente nos margina, es difícil ser incluido y ser "escuchado" cuando no se tiene voz pero creo que yo y todos los que tenemos alguna discapacidad o malformación por nacimiento o accidente tenemos derecho a vivir y una misión especial en la vida que cumplir ", sostiene.

Según Beatriz, los discapacitados "generamos ingenio, bondad y empleo". "En APAC dan trabajo a 386 personas de las cuales el 19 por ciento tenemos algún tipo de discapacidad. La mayoría, con parálisis cerebral. También trabajan en los centros de APAC personas sordas, ciegas y con lesión medular".

" Amo la vida y pienso hacer aún muchas cosas buenas y divertidas. Viajar, gozar y de seguro también sufrir, enfermarme, sentirme triste... Estoy consciente de que de eso se trata el vivir, no en balde he vivido 40 años dentro de un cuerpo que no responde a las órdenes que el cerebro le da. Abogo por el respeto a la vida y por la no violencia", concluye Beatriz.

Fuente: Aciprensa

Autor: Rodrigo Guerra López



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