Ángel Álvarez, fundador y presidente de VidaCord, banco privado de sangre de cordón umbilical: "Con la sangre de cordón umbilical, el Estado es como el perro del hortelano"
Las células madre procedentes de la sangre del cordón umbilical pueden tener ganada la partida, en lo que a medicina regenerativa se refiere, a las células madre embrionarias. Además, su uso no entraña ningún dilema moral, pero en España el Estado pone trabas a su conservación. Ángel Álvarez, Fundador de VidaCord, propone un proyecto pionero en Europa.
Jesús G. Sánchez-Colomer
Ángel Álvarez Ramos, nacido en Gijón en 1963, es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Oviedo. Además, es autor de seis libros y numerosos artículos de investigación, así como asesor científico de numerosas empresas. Hace cinco años fundó un banco privado de sangre de cordón umbilical (SCU), un material con un inmenso valor biológico que en España sólo administra el Estado. Ángel, a través de su banco de SCU, propone un modelo de conservación que no conculque los principios de libertad y de solidaridad a la hora de los posibles trasplantes, una puerta abierta a la vanguardia de la medicina regenerativa.
-¿Qué es VidaCord y cuál es la razón de su existencia?
-Es un banco privado de sangre de cordón umbilical que ofrece a las familias la posibilidad de guardar la sangre del cordón para la utilidad clínica que pudiera tener en un hipotético trasplante entre hermanos, que es donde se ha evidenciado la utilidad clínica de la SCU. Como algo novedoso en los bancos privados de SCU, ofrecemos a las familias la posibilidad de comunicar la compatibilida de la SCU al REDMO (Red Española de Donantes de Médula Ósea), que es quien comunica todas las compatibilidades entre los bancos públicos. Por tanto, si unos padres libremente decidieran guardar la sangre de sus hijos, podrían hacerlo en VidaCord, y además, si decidieran comunicar al REDMO la compatibilidad de la SCU de sus hijos, esa unidad pasaría a ser de carácter universal como cualquier otra guardada en los bancos públicos.
-¿Tienen ustedes bancos privados en España?
-VidaCord ha creído en el Estado de Derecho, dado que su actividad es plenamente legal en el marco jurídico del Real Decreto 411/96, pero como las autoridades sanitarias españolas están conculcando este derecho, nos hemos visto obligados a instalar el laboratorio en un país de la Unión Europea, en concreto Polonia, donde prestamos físicamente el servicio de la conservación de la sangre. Esto lo hemos tenido que hacer porque nos han conculcado un derecho, pero lo que nos gustaría es que nuestro laboratorio estuviera en Asturias, donde solicitamos y se nos denegó, o en Madrid, donde aún no nos han contestado.
-¿En qué sentido se conculca este derecho?
-Denegando la autorización para abrir nuestro banco, algo que no está prohibido, pero que no nos dejan hacer.
-En España existen seis bancos públicos, ¿cree que existe algún interés por parte del Estado de controlar este tipo de bancos en exclusiva?
-Sí, eso es obvio.
El valor de la SCU
-¿Por qué tienen tanto valor las células madre de SCU?
-La administración pública sanitaria en España está confundiendo a la población hablando del uso de la SCU sólo para el propio niño, en lo cual es verdad que hay muy pocos casos de utilidad de la SCU. Lo que realmente es útil, evidenciado clínicamente, es el trasplante entre hermanos, con más de 4.000 trasplantes en el mundo. Es una lástima que se esté perdiendo esta sangre, que hoy es útil clínicamente en el ámbito de las leucemias, que el día de mañana podría serlo en muchas más cosas según avancen las técnicas de la medicina regenerativa, y que es una lástima que se tire.
Como el servicio público de salud no puede guardar la sangre de los 450.000 niños que nacen en España al año, lo que VidaCord propone es que se instrumentalicen entidades privadas, con todos los controles necesarios para tener altos estándares de calidad, que incluso si es necesario intervengan sus precios, pero que al final haya entidades privadas en las que un padre, libremente, decida si quiere guardar o no la sangre de su hijo. Además, lo que ofrece VidaCord es que si libremente lo decide, pueda ejercer la solidaridad. Pero lo que no puede ser es que un material de extraordinario valor biológico se siga tirando. Insisto en que el Sistema Público de Salud no puede recoger la SCU de los 450.000 niños que nacen al año. En este caso, la Administración pública se está comportando como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer.
-¿De cuántos cordones se ha guardado sangre en España en los bancos públicos?
-Según el acta de la ONT (Organización Nacional de Trasplantes), 17.421 unidades a junio de 2005.
-Según su procedimiento, ¿cuánto costaría a una familia española conservar la SCU de su hijo?
-1.800 euros, de los cuales, entre que se firma el contrato y nace el niño, hay que abonar 900 en costes de transportes, analítica y procesamiento de la SCU. Facilitaríamos los pagos según las necesidades de la familia. El resto es durante 20 años a 80 euros al año. Para las familias con ingresos menores de 10.000 euros al año, a través de la Fundación VidaCord, correríamos con los 900 euros iniciales.
-¿Y cuánto le cuesta a la ONT conservar una unidad de SCU?
-Dos mil euros procesar un cordón, lo cual demuestra ineficiencia, porque a nosotros, una entidad privada, nos sale más barato.
-¿Para qué le sirve a una familia guardar la SCU de uno de sus miembros?
-Hoy, procurar la mejor opción que pudiera tener un hermano en el tratamiento de una posible leucemia. Mañana podría ser en otras enfermedades. Por eso yo me pregunto: ¿por qué nos han de decir que no? Nosotros no somos enemigos de la ONT. En la ONT tienen que ver el modelo mixto de VidaCord como a alguien que defiende sus mismos valores de libertad y de solidaridad, un aliado que viene sumarse a un esfuerzo de solidaridad en la medida en que las familias decidan libremente comunicar al REDMO las histocompatibilidades.
-¿Existe algún impedimento ético o moral en la conservación de la SCU, o para la utilización de sus células madre?
-Lo explico sin rodeos: desde el punto de vista de la moral católica, utilizar este tipo de células procedente de la SCU no conculcan ningún derecho como es el derecho a la vida de ningún no nacido. No son células como las embrionarias. Estas células de SCU son sólo eso: células. Y la Iglesia no ha tenido nunca nada en contra de que se utilicen células. Lo ha tenido en contra de que se utilicen células procedentes de embriones, pero no por el mero uso de las células, sino de las que proceden de un embrión, porque para obtenerlas matas un embrión. Por lo tanto, la Iglesia no está en contra de su utilización, incluso yo diría que ven en ella una alternativa.
Desde la ética laicista, se podría reprochar que si una familia guarda la SCU para ella, ¿qué pasa si niños ya nacidos no encuentran unidades en los bancos públicos? Pero el modelo VidaCord lo concilia, porque a través de la libertad de unos padres puede comunicar al REDMO, sin conculcar la solidaridad, y entonces, ¿cuál es el problema? Es un modelo de banco privado y solidario que ofrece cubrir el servicio que el Estado no puede, y la solidaridad de la política de trasplantes.
-Sanidad ha anunciado que va a asegurar a través de un real decreto la no autorización de apertura de estos bancos privados.
-A mí me sorprende que este Gobierno esté legislando con absoluta firmeza en ámbitos extraordinariamente sensibles como es el tema de los embriones o de la clonación terapéutica, y que se muestre con la firmeza de la ministra de Sanidad, que ha dicho que aunque hubiese habido tan sólo cinco padres con esta necesidad se hubiera legislado, y ahora resulta que en un caso como el de SCU, que no hiere ningún tipo de sensibilidades, diga que se legislará de acuerdo al interés general. ¿No es de interés general que los padres puedan si quieren guardar un material biológico de extraordinaria importancia?
-Hablando de padres, ¿por qué los Príncipes se han ido a Estados Unidos para guardar la SCU de Dña. Leonor?
-El 30 de mayo, VidaCord informó a los Príncipes a través de una carta de la utilidad de la SCU en el posible trasplante cruzado entre hermanos. Esperábamos, confiando en el Estado de Derecho, que nos autorizasen a abrir nuestras instalaciones en Asturias. Para nuestra sorpresa, se denegó esa autorización, y yo quiero imaginar que los Príncipes, al no haber ningún banco privado en España y conociendo la utilidad clínica de SCU para el trasplante entre hermanos, tuvieron que acudir a un banco de fuera.
-En la UE sólo hay dos países en que ahora no hay concesiones a bancos privados. Uno de ellos es España, ¿por qué?
-Sorprende que haya bancos privados de SCU en todos los países de Europa, menos en aquellos por los que ha pasado el actual director de la ONT, Rafael Matesanz, que son Italia y España.
-¿Cómo se encuentran sus solicitudes de apertura?
-En Asturias se nos denegó la autorización. Pero en Madrid, parece que la presidenta de la CAM tiene la voluntad de dar acreditaciones a bancos privados. Parece ser que está encontrando gran reticencia en el Ministerio. Aunque nuestras esperanzas están depositadas en Dña. Esperanza Aguirre.
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Las células madre procedentes de la sangre del cordón umbilical pueden tener ganada la partida, en lo que a medicina regenerativa se refiere, a las células madre embrionarias. Además, su uso no entraña ningún dilema moral, pero en España el Estado pone trabas a su conservación. Ángel Álvarez, Fundador de VidaCord, propone un proyecto pionero en Europa.
Jesús G. Sánchez-Colomer
Ángel Álvarez Ramos, nacido en Gijón en 1963, es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Oviedo. Además, es autor de seis libros y numerosos artículos de investigación, así como asesor científico de numerosas empresas. Hace cinco años fundó un banco privado de sangre de cordón umbilical (SCU), un material con un inmenso valor biológico que en España sólo administra el Estado. Ángel, a través de su banco de SCU, propone un modelo de conservación que no conculque los principios de libertad y de solidaridad a la hora de los posibles trasplantes, una puerta abierta a la vanguardia de la medicina regenerativa.
-¿Qué es VidaCord y cuál es la razón de su existencia?
-Es un banco privado de sangre de cordón umbilical que ofrece a las familias la posibilidad de guardar la sangre del cordón para la utilidad clínica que pudiera tener en un hipotético trasplante entre hermanos, que es donde se ha evidenciado la utilidad clínica de la SCU. Como algo novedoso en los bancos privados de SCU, ofrecemos a las familias la posibilidad de comunicar la compatibilida de la SCU al REDMO (Red Española de Donantes de Médula Ósea), que es quien comunica todas las compatibilidades entre los bancos públicos. Por tanto, si unos padres libremente decidieran guardar la sangre de sus hijos, podrían hacerlo en VidaCord, y además, si decidieran comunicar al REDMO la compatibilidad de la SCU de sus hijos, esa unidad pasaría a ser de carácter universal como cualquier otra guardada en los bancos públicos.
-¿Tienen ustedes bancos privados en España?
-VidaCord ha creído en el Estado de Derecho, dado que su actividad es plenamente legal en el marco jurídico del Real Decreto 411/96, pero como las autoridades sanitarias españolas están conculcando este derecho, nos hemos visto obligados a instalar el laboratorio en un país de la Unión Europea, en concreto Polonia, donde prestamos físicamente el servicio de la conservación de la sangre. Esto lo hemos tenido que hacer porque nos han conculcado un derecho, pero lo que nos gustaría es que nuestro laboratorio estuviera en Asturias, donde solicitamos y se nos denegó, o en Madrid, donde aún no nos han contestado.
-¿En qué sentido se conculca este derecho?
-Denegando la autorización para abrir nuestro banco, algo que no está prohibido, pero que no nos dejan hacer.
-En España existen seis bancos públicos, ¿cree que existe algún interés por parte del Estado de controlar este tipo de bancos en exclusiva?
-Sí, eso es obvio.
El valor de la SCU
-¿Por qué tienen tanto valor las células madre de SCU?
-La administración pública sanitaria en España está confundiendo a la población hablando del uso de la SCU sólo para el propio niño, en lo cual es verdad que hay muy pocos casos de utilidad de la SCU. Lo que realmente es útil, evidenciado clínicamente, es el trasplante entre hermanos, con más de 4.000 trasplantes en el mundo. Es una lástima que se esté perdiendo esta sangre, que hoy es útil clínicamente en el ámbito de las leucemias, que el día de mañana podría serlo en muchas más cosas según avancen las técnicas de la medicina regenerativa, y que es una lástima que se tire.
Como el servicio público de salud no puede guardar la sangre de los 450.000 niños que nacen en España al año, lo que VidaCord propone es que se instrumentalicen entidades privadas, con todos los controles necesarios para tener altos estándares de calidad, que incluso si es necesario intervengan sus precios, pero que al final haya entidades privadas en las que un padre, libremente, decida si quiere guardar o no la sangre de su hijo. Además, lo que ofrece VidaCord es que si libremente lo decide, pueda ejercer la solidaridad. Pero lo que no puede ser es que un material de extraordinario valor biológico se siga tirando. Insisto en que el Sistema Público de Salud no puede recoger la SCU de los 450.000 niños que nacen al año. En este caso, la Administración pública se está comportando como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer.
-¿De cuántos cordones se ha guardado sangre en España en los bancos públicos?
-Según el acta de la ONT (Organización Nacional de Trasplantes), 17.421 unidades a junio de 2005.
-Según su procedimiento, ¿cuánto costaría a una familia española conservar la SCU de su hijo?
-1.800 euros, de los cuales, entre que se firma el contrato y nace el niño, hay que abonar 900 en costes de transportes, analítica y procesamiento de la SCU. Facilitaríamos los pagos según las necesidades de la familia. El resto es durante 20 años a 80 euros al año. Para las familias con ingresos menores de 10.000 euros al año, a través de la Fundación VidaCord, correríamos con los 900 euros iniciales.
-¿Y cuánto le cuesta a la ONT conservar una unidad de SCU?
-Dos mil euros procesar un cordón, lo cual demuestra ineficiencia, porque a nosotros, una entidad privada, nos sale más barato.
-¿Para qué le sirve a una familia guardar la SCU de uno de sus miembros?
-Hoy, procurar la mejor opción que pudiera tener un hermano en el tratamiento de una posible leucemia. Mañana podría ser en otras enfermedades. Por eso yo me pregunto: ¿por qué nos han de decir que no? Nosotros no somos enemigos de la ONT. En la ONT tienen que ver el modelo mixto de VidaCord como a alguien que defiende sus mismos valores de libertad y de solidaridad, un aliado que viene sumarse a un esfuerzo de solidaridad en la medida en que las familias decidan libremente comunicar al REDMO las histocompatibilidades.
-¿Existe algún impedimento ético o moral en la conservación de la SCU, o para la utilización de sus células madre?
-Lo explico sin rodeos: desde el punto de vista de la moral católica, utilizar este tipo de células procedente de la SCU no conculcan ningún derecho como es el derecho a la vida de ningún no nacido. No son células como las embrionarias. Estas células de SCU son sólo eso: células. Y la Iglesia no ha tenido nunca nada en contra de que se utilicen células. Lo ha tenido en contra de que se utilicen células procedentes de embriones, pero no por el mero uso de las células, sino de las que proceden de un embrión, porque para obtenerlas matas un embrión. Por lo tanto, la Iglesia no está en contra de su utilización, incluso yo diría que ven en ella una alternativa.
Desde la ética laicista, se podría reprochar que si una familia guarda la SCU para ella, ¿qué pasa si niños ya nacidos no encuentran unidades en los bancos públicos? Pero el modelo VidaCord lo concilia, porque a través de la libertad de unos padres puede comunicar al REDMO, sin conculcar la solidaridad, y entonces, ¿cuál es el problema? Es un modelo de banco privado y solidario que ofrece cubrir el servicio que el Estado no puede, y la solidaridad de la política de trasplantes.
-Sanidad ha anunciado que va a asegurar a través de un real decreto la no autorización de apertura de estos bancos privados.
-A mí me sorprende que este Gobierno esté legislando con absoluta firmeza en ámbitos extraordinariamente sensibles como es el tema de los embriones o de la clonación terapéutica, y que se muestre con la firmeza de la ministra de Sanidad, que ha dicho que aunque hubiese habido tan sólo cinco padres con esta necesidad se hubiera legislado, y ahora resulta que en un caso como el de SCU, que no hiere ningún tipo de sensibilidades, diga que se legislará de acuerdo al interés general. ¿No es de interés general que los padres puedan si quieren guardar un material biológico de extraordinaria importancia?
-Hablando de padres, ¿por qué los Príncipes se han ido a Estados Unidos para guardar la SCU de Dña. Leonor?
-El 30 de mayo, VidaCord informó a los Príncipes a través de una carta de la utilidad de la SCU en el posible trasplante cruzado entre hermanos. Esperábamos, confiando en el Estado de Derecho, que nos autorizasen a abrir nuestras instalaciones en Asturias. Para nuestra sorpresa, se denegó esa autorización, y yo quiero imaginar que los Príncipes, al no haber ningún banco privado en España y conociendo la utilidad clínica de SCU para el trasplante entre hermanos, tuvieron que acudir a un banco de fuera.
-En la UE sólo hay dos países en que ahora no hay concesiones a bancos privados. Uno de ellos es España, ¿por qué?
-Sorprende que haya bancos privados de SCU en todos los países de Europa, menos en aquellos por los que ha pasado el actual director de la ONT, Rafael Matesanz, que son Italia y España.
-¿Cómo se encuentran sus solicitudes de apertura?
-En Asturias se nos denegó la autorización. Pero en Madrid, parece que la presidenta de la CAM tiene la voluntad de dar acreditaciones a bancos privados. Parece ser que está encontrando gran reticencia en el Ministerio. Aunque nuestras esperanzas están depositadas en Dña. Esperanza Aguirre.
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