sábado, diciembre 13, 2008

Instrucción "Dignitas Personae" sobre algunas cuestiones de Bioética

Desde hace varios años la Congregación para la Doctrina de la Fe estudia las nuevas cuestiones biomédicas con el objeto de actualizar la Instrucción "Donum vitæ". A cada ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural, se le debe reconocer la dignidad de persona. Este principio fundamental, que expresa un gran “sí” a la vida humana, debe ocupar un lugar central en la reflexión ética sobre la investigación biomédica, que reviste una importancia siempre mayor en el mundo de hoy. La nueva Instrucción, fechada el 8 de septiembre de 2008, Fiesta de la Natividad de la Virgen María, tiene la intención de responder a algunas nuevas cuestiones en este campo que suscitan esperanzas pero también perplejidades en sectores cada vez más vastos de la sociedad.

La instrucción se dirige "a los fieles cristianos y a todos los que buscan la verdad"

Es un hecho que en los últimos años las ciencias biomédicas han avanzado de forma considerable. Estos avances han abierto nuevas perspectivas terapéuticas, pero también han suscitado serios interrogantes que no fueron explícitamente afrontados en la Instrucción "Donum viatæ" (22 de febrero de 1987).

La Instrucción comienza con las palabras "Dignitas Personæ", la dignidad de la persona, que se le debe reconocer a todo ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural. Este principio fundamental "expresa un gran “sí” a la vida humana", la cual "debe ocupar un lugar central en la reflexión ética sobre la investigación biomédica"

Se trata por tanto de una "Instrucción y naturaleza doctrinal" emanada por la Congregación para la Doctrina de la Fe y aprobada expresamente por el Santo Padre Benedicto XVI. La Instrucción pertenece pues a los documentos que "participan del ma-gisterio ordinario del Sumo Pontífice" (Instrucción Donum veritatis, n. 18), que ha de ser acogido por los fieles "con asentimiento religioso"

Para examinar las nuevas cuestiones "se han tenido siempre presentes los aspectos científicos correspondientes, aprovechando los estudios llevados a cabo por la Pontificia Academia para la Vida y las aportaciones de un gran número de expertos, para confrontarlos con los principios de la antropología cristiana. Las Encíclicas Veritatis splendor y Evange-lium vitæ de Juan Pablo II, y otras intervenciones del Magisterio, ofrecen indicaciones claras acerca del método y del contenido para el examen de los problemas considera-dos" (n. 2).

La Instrucción está dirigida "a los fieles cristianos y a todos los que buscan la verdad". Cuando la Iglesia propone principios y valoraciones morales para la investigación biomédica sobre la vida humana, "se vale de la razón y de la fe, contribuyendo así a elaborar una visión integral del hombre y de su vocación, capaz de acoger todo lo bueno que surge de las obras humanas y de las tradiciones culturales y religiosas, que frecuen¬temente muestran una gran reverencia por la vida".

La Instrucción comprende tres partes: la primera recuerda algunos aspectos antro-pológicos, teológicos y éticos de importancia fundamental bajo dos principios fundamentales:

"El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida".

"El origen de la vida humana… tiene su auténtico contexto en el matrimonio y la familia, donde es generada por medio de un acto que expresa el amor recíproco entre el hombre y la mujer. Una procreación verdaderamente responsable pa-ra con quien ha de nacer es fruto del matrimonio".

La segunda afronta nuevos problemas relativos a la procreación donde se enmarcan las técnicas de asistencia a la fertilidad, la fecundación in vitro o el congelamiento de embriones; mientras que la tercera parte examina algunas nuevas propuestas terapéuticas que implican la manipulación del embrión o del patrimonio genético humano, como son la terapia génica, la utilización de “material biológico” humano de origen ilícito, o el uso terapéutico de las células troncales.

DOCUMENTOS Publicado en cope.es

Adopcion Espiritual

1 comentario:

Galsuinda dijo...

También se puede acceder desde:


http://www.scribd.com/doc/8939692/Instruccion-Dignitas-Persoae-Bioetica