Una misionera española denuncia el negocio del aborto en República Democrática del Congo, según revista Mundo Negro Ana Pérez-Cossío ha creado en el Congo la ONG "Movimiento por la Vida”, para ayudar a las jóvenes embarazas.
Madrid, 19/05/05 (Veritas) - La misionera de la congregación de San José de Cluny, Ana Pérez-Cossío, que lleva más de 30 años en el Congo ayudando a jóvenes madres, muestra su indignación por ver constantemente "en los cubos de basura del hospital central de Brazzaville los fetos de bebés abortados", según publicó el último número de la revista española Mundo Negro, de los Misioneros Combonianos, que recoge hoy Ivicon.
La misionera presta su ayuda como enfermera en el Hospital Universitario de Brazzaville, donde ayuda a jóvenes madres que han sido víctimas de violaciones o de maltratos y critica que "a estas mujeres la única salida que les ofrecen desde los hospitales es la de abortar".
Asegura que “existe en el mundo una auténtica cultura de la muerte que, por desgracia, también está llegando a África" y que "no podemos olvidar que los fetos son una fuente de ingresos muy importante" porque "se utilizan para hacer cosméticos y medicamentos" y por tanto "existe un enorme negocio detrás de los abortos”.
Como protesta, la religiosa se ha presentado ante la casa del presidente del Parlamento congoleño "para que la escuchara e hiciera reflexionar al resto de los políticos y así impedir que sacaran adelante la nueva ley que legalice el aborto en la República Democrática del Congo. De momento, la ley no ha sido aprobada, informa la revista", explican.
Ana Pérez-Cossío ha creado en el Congo la ONG "Movimiento por la Vida”, para ayudar a las jóvenes embarazas. En ella, matronas, enfermeras, médicos y psicólogos ofrecen a las jóvenes embarazadas cuidados prenatales gratuitos, consultas ginecológicas, primeros cuidados del bebé y una canastilla de ropita.
“Gracias a un acuerdo con Cruz Roja estamos suministrando tratamientos retrovirales a las madres seropositivas para que no transmitan el VIH a sus hijos. Hemos salvado a 1.400 niños”, declara la misionera. Algunas de las que han recibido ayuda, prestan su colaboración a las nuevas jóvenes. Otras formas de recuperación son los cursos de formación “Mística por la Vida”, porque “si a estas niñas no se les dan bases de formación espiritual y moral estamos perdiendo el tiempo”, explica Ana Pérez-Cossío.
También imparten jornadas de reflexión por la vida en los colegios y parroquias, "cuyo objetivo es conseguir transmitir que todo lo que uno hace puede dar vida”. Esta labor también la escolarización de los niños y la misionera ha conseguido en este sentido que un centenar vayan a la escuela.
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