En la Comunidad Juan XXIII
ROMA, miércoles, 6 febrero 2008 (ZENIT.org).- El pasado 2 de febrero, durante una rueda de prensa, la Comunidad Juan XXIII, tras un momento de oración por la vida naciente ante la entrada del Hospital Mayor de Bolonia, Italia, anunció haber acogido a una niña que sobrevivió al aborto.
A la niña le fue diagnosticada la falta de los glóbulos oculares (era por tanto ciega). Los padres optaron por el aborto pero la pequeña, ya de 22 semanas, nació viva y los médicos se prodigaron para asistirla y salvarle la vida, como prevé el artículo 7 de la Ley 194, contra el parecer expresado hace unos días por el Consejo Superior de Sanidad -interpelado por la ex ministra Livia Turco para limitar la asistencia a los prematuros--, el cual habría aprobado la muerte.
Los padres decidieron de todos modos no acoger a la niña superviviente, pidiendo que fuera dada en adopción. Por ello, a los siete meses, la pequeña fue acogida por una casa-familia de la Comunidad Juan XXIII.
Según el testimonio de la «mamá» de la casa-familia que la ha acogido, la niña es espléndida, llena de vida y cambia el corazón de cualquiera que la conozca.
La historia de esta niña es increíble: superviviente tras al aborto, nació pesando sólo 562 gramos; sufrió una operación de corazón con diez días de vida, una hemorragia cerebral, varias infecciones, problemas respiratorios y de alimentación.
Ahora tiene 15 meses y pesa seis kilos. Se pensaba que hubiera vivido en estado vegetativo, en cambio ha empezado a chuparse el dedo, ríe y se relaciona con todos. Su deseo de vivir es contagioso, todas las personas que van a verla piden volver otra vez.
En la rueda de prensa participó también un matrimonio de Bolonia que dio el testimonio de la acogida de su hijo, al que había sido diagnosticada una grave malformación cardiaca
Otra madre presente contó que, hace nueve años, los médicos le urgieron repetidamente a abortar por razones de salud que luego se revelaron inconsistentes.
La Comunidad Juan XXII, fundada por el sacerdote Oreste Benzi, subrayó su adhesión a la moratoria del aborto, comprometiéndose a nivel nacional e internacional con propuestas de tutela de la maternidad y de la vida naciente para que «a cada mujer se le garantice el derecho a no abortar».
Durante la rueda de prensa, la Comunidad anunció que, tras haber propuesto orientaciones sobre la Ley 194, «se está preparando una propuesta de ley de tutela de la vida y la maternidad, contra la inducción al aborto, para dar a la mujer embarazada la posibilidad de encontrar protección y denunciar a quienes le propongan suprimir a su hijo o que la induzcan a abortar con el chantaje o peor con el engaño».
Por Antonio Gaspari
Adopcion Espiritual
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