Un fármaco para el insomnio logra avances en personas con daño cerebral

ELMUNDO.ES

MADRID.- Hace seis años, Amy Pickard se desvaneció en unos baños públicos de Hastings (una pequeña ciudad en el sur de Reino Unido) tras una sobredosis de heroína. La joven, de 23 años, ha permanecido en estado vegetativo desde entonces. Una píldora empleada normalmente como somnífero parece haberle dado algunos signos progreso. Un documental de la BBC cuenta su historia.

"A los 20 ó 25 minutos [de tomar la primera píldora] podías ver el cambio en su cara", ha declarado a la cadena su madre, Thelma. Apenas cuatro semanas después de haber tomado la primera pastilla, Amy está haciendo progresos, dice el Daily Telegraph.

Los médicos han advertido a su madre que los avances importantes podrían llevar meses, aunque Thelma ya percibe ciertas mejoras: Amy ha podido incorporarse y sus ojos brillan. "Cuando la miro ahora puedo ver a la vieja Amy regresando, luchando por salir. Es un juego de espera diaria ver qué sucederá después, pero sólo sé que algún día hablará", ha dicho su madre, quien insiste en que su hija no era drogadicta, sino que se juntó con la gente equivocada. Unas semanas después de entrar en coma, el novio de Amy también falleció de una sobredosis.

Actualmente, Amy Pickard participa en un ensayo clínico, junto con otras 300 personas de todo el mundo, para evaluar la utilidad de zolpidem en personas con daño cerebral. Este fármaco, empleado habitualmente como somnífero, parece conseguir mejorías en estos pacientes. "Tiene una lesión cerebral muy profunda... pero el equipo de Amy siente que está mejorando con esta píldora, así que la estamos manteniendo en ella durante el tiempo que sea posible", dice su madre.
Primeras experiencias

El documental 'La Píldora del Despertar', de la BBC, cuenta el caso de Amy y otra joven británica, Joanne Douglas. Las familias de ambas pacientes han viajado a Sudáfrica para conocer a otros afectados que han sido tratados con éxito gracias a zolpidem.

Fue en ese país donde se descubrió esta nueva aplicación del psicofármaco. En 2000, dos médicos sudafricanos publicaban en una revista médica local el caso de un joven ciclista que permanecía en un estado semi-comatoso desde 1994. Un día, el paciente se aferró a su manta (un acto involuntario que pueden presentar personas en estado vegetativo) y sus cuidadores le administraron una pastilla de zolpidem para que durmiese más profundamente. Quince minutos después, se despertó y permaneció alerta durante las siguientes tres o cuatro horas. Actualmente, el paciente permanece consciente durante 10 horas al día, gracias a su tratamiento diario con zolpidem.

El año pasado, los galenos sudafricanos publicaban un artículo con tres nuevos casos: personas en un estado vegetativo permanente que habían recibido zolpidem entre tres y seis años. Todos los pacientes se despertaban cada mañana tras recibir zolpidem.

Según sus estudios de imagen, el fármaco (que estimula los neurotransmisores GABA, presentes en el cerebro) consigue que áreas cerebrales aparentemente dormidas se vuelvan activas. Se trata de regiones cerebrales fisiológicamente inactivas pero en las que es posible recuperar la actividad cerebral. Por tanto, los efectos beneficiosos del fármaco que se han visto en ciertos pacientes están determinados por el grado e importancia de las áreas dormidas, así como los niveles del fármaco en esas zonas.

No es la primera vez que un medicamento consigue despertar a pacientes aparentemente inconscientes. El famoso neurólogo Oliver Sacks ya relató en los años 60 un caso así. Se trataba de una veintena de pacientes que habían contraído la enfermedad del sueño durante la gran epidemia de esta enfermedad (encefalitis letárgica) tras la I Guerra Mundial. Después de permanecer décadas sumergidos en un largo sueño, Sacks les administró un fármaco por entonces experimental (levodopa, hoy en día de uso generalizado en pacientes de Parkinson) y consiguió unas recuperaciones sorprendentes. La historia, cómo no, se llamó 'Despertares'

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